Joanen Cunyat miembro de la portavocía de la MERP

“Blindar las pensiones en la Constitución: tenemos la determinación y estamos convencidos que vamos a conseguirlo”

El pasado 28 de mayo conocimos el último informe anual del Banco de España en el que, entre otras cosas, se insiste en revisar el nivel de las prestaciones de las pensiones en función de la esperanza de vida. ¿Cómo valoras esta noticia?

Confirma una cosa: cada vez más está presente el peligro de privatización de las pensiones bajo la bandera de la supuesta insostenibilidad, de revisar el nivel de las prestaciones o la necesidad de retrasar la edad de jubilación.

Este mismo año pudimos escuchar al FMI insistiendo en que si se mantenía la revalorización de acuerdo al IPC habría que tomar medidas urgentes porque el sistema quebraría. Todo para justificarlo.

Todo esto no hace más que poner de manifiesto la necesidad del blindaje constitucional de las pensiones. Tanto es así que en los últimos meses y semanas la alternativa que más protagonismo tiene en boca de los partidos políticos y de las organizaciones sociales es el blindaje constitucional. Esa es la bandera que la MERP vamos a seguir llevando como lo venimos haciendo desde hace seis años.

Cada vez más gente habla de “blindar las pensiones”. ¿Pero por qué en la Constitución? ¿No están ya reconocidas?

Ante todo es importante aclarar qué es y qué no es blindar las pensiones en la Constitución, porque hay quienes afirman que las pensiones ya tienen una protección suficiente en la Constitución. Los hechos demuestran lo contrario.

No hace falta una discusión entre expertos constitucionalistas para saberlo. El Tribunal Constitucional contestó ante un recurso que la Constitución permitía el 0,25, porque las pensiones son una expectativa de derecho condicional que depende de su aplicación por parte del gobierno o de la correlación de fuerzas en el Parlamento. Por eso, las pensiones no aparecen  formuladas como derecho en la Constitución, y por eso están en el capítulo de principios económicos gestores de la vida social, no en el capítulo de principios de derechos fundamentales.

Las pensiones tienen que pasar a ser un derecho fundamental en la Constitución, como ocurrió con el derecho a sindicarse en el 78. Este es el gran salto democrático que tenemos por delante en nuestro país. Y al hacerlo, hay que prohibir de forma explícita la privatización y la pérdida de poder adquisitivo. Este es el blindaje constitucional que nos puede permitir abrir una nueva etapa en el desarrollo democrático y de las condiciones de vida en nuestro país. Porque a partir de ese momento ya solo se podrá hablar de cómo se mejoran las pensiones y no de cómo recuperamos el terreno perdido.

La MERP ha recibido en el último año tres premios…

Sí, hemos recibido tres premios que entendemos como un reconocimiento, no solo al objetivo de blindar las pensiones en la Constitución sino a la forma en la que lo hacemos uniendo a los diferentes. Si queremos conseguir esa reforma tiene que estar respaldada por la gran mayoría de la sociedad.

Estos premios han sido la distinción de la Generalitat Valenciana, por la defensa de los derechos constitucionales, la distinción de los premios plumas y látigo de la federación LGTBI y la medalla de Oro del Ayuntamiento de Madrid.

Estos reconocimientos, junto a los 1,7 millones de firmas que ya hemos recogido, son los dos elementos que mejor resumen la trayectoria de la MERP.

¿Cómo han repercutido la entrega de esos premios en la actividad y en la propia MERP?

Hay una doble relación. La MERP recibe estos premios gracias a los cientos y miles de personas que durante estos seis años, llueva, nieve o haga calor, han estado recogiendo firmas en cualquier rincón del país, en cientos de poblaciones, en más de cien empresas…  Un trabajo que es el sostén de la MERP. Sin ellos no se puede entender ni una sola firma recogida, ni la moción aprobada en un ayuntamiento, o en el Parlamento de Navarra, o en el Cabildo de Gran Canaria, o la Medalla de Oro del Ayuntamiento de Madrid .

Por otro lado, los premios dan energía y por lo tanto empuje a todo este trabajo. Hay que tener en cuenta qe son premios muy importantes; por ejemplo la Medalla de Oro de Madrid es un premio que se instituye en 1934 y que ha recibido gente como Ortega y Gasset, Rafael Matesanz o Cáritas. Para nosotros es un orgullo que se reparte entre todas las organizaciones de la MERP, merecedoras del premio.

¿Con qué perspectivas aborda la MERP esta nueva legislatura?

Lo que nosotros sí tenemos muy claro es que en la próxima legislatura las pensiones van a ser uno de los centros políticos fundamentales en lo que hace referencia a las condiciones de vida de la gente. Me atrevería a decir que en una parte importante va a girar en torno a ese tema.

Nosotros vamos a seguir recabando más apoyos. Hasta ahora llevamos en torno a 1,7 millones de firmas recogidas, y el 30% del censo de la población de España está representado en las instituciones que han apoyado la moción de la MERP.

En los próximos meses vamos a superar los 2 millones de firmas, para hacer una nueva entrega en la Defensoría del Pueblo, y dirigirnos a las instituciones con un apoyo ampliado, aumentando las organizaciones, profesionales y personalidades que apoyan la plataforma, y con muchos más apoyos volver a dirigirnos a quienes tienen en sus manos que se produzca este cambio constitucional.

El crecimiento de la MERP en nuevas organizaciones es permanente. En las últimas semanas hemos recibido la adhesión del CERMI (Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad), que agrupa a más de 7.000 organizaciones de personas discapacitadas de todo el país. 

Pero esta es una batalla que tiene aún un largo camino que recorrer…

En seis años se han conseguido muchas cosas que parecían increíbles, como las 300 organizaciones que apoyan la MERP. Organizaciones de todo tipo, con la única limitación del respeto a las libertades democráticas y a los derechos humanos, en un equilibrio que es expresión de la sociedad española. Aquí están desde organizaciones de la iglesia a representantes del movimiento LGTBI, sindicatos, sectores de izquierdas, progresistas y otros más conservadores…

Pero los intereses que hay detrás de que las pensiones no se blinden en la Constitución son muy poderosos. Además está la ley establecida que es muy difícil de cambiar.  Por lo tanto quien quiera cambiarla ha de hacer el esfuerzo democrático y unir todos los apoyos mínimos necesarios para hacer ese cambio.

En la MERP tenemos la determinación y estamos convencidos que vamos a conseguirlo. Cuando empezamos, en la primera concentración, la gente acudía con sillas no solo para sentarse cuando estuviera cansada sino como un símbolo: “si nos cansamos nos sentamos pero no nos iremos hasta que blindemos las pensiones en la Constitución”.

¿Tenéis ya diseñadas actividades para esta nueva etapa?

En una próxima reunión de la Comisión de Enlace de las diferentes organizaciones de la MERP  vamos a tomar decisiones. Pero puedo decir tres cosas.

Vamos a relanzar la campaña para superar los 2 millones de firmas, con una recogida unitaria en diferentes ciudades de España.

El 6 de julio estaremos en la cabecera del Día del Orgullo invitados por la Federación LGTB.

Y tres días antes organizaremos un acto, que ya organizamos el año pasado, Mayores LGTB por el blindaje constitucional de las pensiones. Con la participación de la presidenta de la FLGTB, Uge Sangil, organizaciones de la MERP y el colectivo Lambda de Valencia, Peras y Manzanas de Murcia, Algarabía de Canarias y la Fundación 26 de Diciembre de mayores LGTB con su presidente Federico Armenteros al frente.

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