¡El 29-S todos a la Huelga General!

Así­ NO, Así­ SÍ

La convocatoria sindical de la Huelga General el 29 de septiembre (29-S) abre una oportunidad para dar una respuesta popular a la crisis que exprese la indignación y el rechazo mayoritario al ataque masivo contra los intereses del 90% de la población. Ataque cuyo objetivo no es otro que imponernos como precio para «salir de la crisis» la rebaja del 25% de los salarios y las rentas al conjunto de la población. Ataque dictado desde el exterior por el FMI y la Comisión Europea, los centros de poder imperialista controlados por Washington y Berlí­n, apoyado por la banca y los monopolios y ejecutado por el gobierno de Zapatero con un plan de recortes y ajustes draconianos. Han empezado por reducir el sueldo de los funcionarios, congelar las pensiones, recortar las ayudas sociales, suprimir el desarrollo de infraestructuras e imponer una reforma laboral para abaratar el despido y rebajar los salarios; además de ahogar a cientos de miles de pymes y familias por falta de crédito. Y ahora se preparan para nuevos recortes sociales, recortar los subsidios de paro, imponer el copago sanitario y reformar las pensiones para rebajarlas, endurecer el acceso y alargar la edad de jubilación. Sus planes significan un retroceso por veinte o treinta años de nuestras condiciones de vida y trabajo. Eso es lo que nos estamos jugando. Que lo consigan o no depende de todos y cada uno de nosotros, de la respuesta que demos a sus planes de ajustes y recortes y, en concreto, de la respuesta que demos en la Huelga General el 29-S; de que sea un éxito capaz de frenar los «decretazos» de Zapatero -como hicimos el 20-J de 2002 con el «decretazo» de Aznar- y crear nuevas y mejores condiciones para imponer una salida a la crisis favorable a los intereses de la inmensa mayorí­a de la población y del paí­s.

Así NO. No a la tregua sindical Debemos celebrar la convocatoria de la Huelga General or los sindicatos, pero la decisión de las cúpulas de los dos grandes sindicatos, CCOO y UGT, de retrasarla hasta finales de septiembre está dando un tiempo precioso a Washington, Berlín y la gran banca española para que avancen en sus planes de ajuste y recorte. Tiempo que las cúpulas de los sindicatos mayoritarios han convertido en una tregua, dejando para última hora, después del verano, la preparación y convocatoria efectiva de la Huelga General.Por el contrario, es imprescindible romper “la tregua sindical”, hacer que la convocatoria de la HG esté en la calle todas y cada una de las 12 semanas que faltan para el 12-S, convertir cada semana en un amplificador de la convocatoria, en una ampliación del movimiento de respuesta popular, acumulando fuerzas, organización y conciencia.Tampoco podremos hacer de la Huelga General un éxito sin establecer con claridad quienes son los enemigos con los que nos enfrentamos y cuáles son sus proyectos. No se pude hablar en general de “la derecha económica y política”, como hacen sectores de la izquierda “oficial” y parlamentaria sin colocar en el centro a la gran banca y especialmente al “gran jefe” Botín. Ni hablar de enfrentarnos a un ataque del “neoliberalismo de los mercados” sin denunciar que nos enfrentamos a un ataque desde el exterior impulsado por Washinton y Berlín, por el FMI y la Comisión Europea.Por eso no se trata de presentar como alternativa “de izquierdas” la oposición a la reducción del déficit y seguir incrementando el gasto público, a costa de seguir endeudando sin límite el país, lo que no haría sino multiplicar las presiones de los centros del poder imperialista sobre nuestro país. Sino una alternativa que cree riqueza y empleo y acabe con las dependencias que lastran nuestra salida de la crisis, en base al ahorro, la redistribución de la riqueza, la disposición para los intereses generales de los recursos de la banca, el final de los privilegios de las castas políticas y la inversión productiva para cambiar el modelo económico. (Ver recuadro: Una alternativa para salir de la crisis) Una alternativa para salir de la crisis creando riqueza y empleo Que se ha de basar en: 1.-Hacer frente a las dependencias que lastran nuestro crecimiento e impiden la salida de la crisis, especialmente la dependencia de la financiación exterior, junto a la dependencia energética, la dependencia de unos pocos mercados y de las limitaciones y cuotas impuestas por Bruselas. 2.-En el ahorro para reducir el déficit del Estado metiendo mano al derroche y los privilegios; exigiendo la reducción en los próximos años de un 30% de los gastos del Estado, eliminando el despilfarro y los gastos superfluos y electoralistas de los ayuntamientos, comunidades autónomas y de la administración central, y los privilegios de las castas políticas a todos los niveles. 3.-En la redistribución de la riqueza. Por un lado garantizando y mejorando el poder adquisitivo de los salarios y pensiones. Por otro acabando con las subidas de impuestos, como el IVA, que gravan al conjunto de la población, extendiendo el IVA súper reducido a todos los productos de primera necesidad, y estableciendo una reforma fiscal progresiva que acabe con los privilegios fiscales de las grandes fortunas, bancos y monopolios y rebaje los impuestos a las pymes y familias. 4.-En acabar con los privilegios de la gran banca y los grandes monopolios para disponer en su propio beneficio exclusivo de la mayor parte de los recursos económicos y financieros del país. Devolución por la banca del dinero de los planes de rescate. Apertura obligatoria tutelada por el Estado del crédito por bancos y cajas a las pymes. 5.-En la inversión productiva y en I+D+i, como base del cambio del modelo económico. Destinar la mayor parte del ahorro del Estado y de los recursos recuperados a la banca (planes de rescate, fiscalidad…) a planes nacionales de inversión en sectores estratégicos, innovadores y de alto valor añadido, con atención especial a reducir la dependencia energética del petróleo impulsando el desarrollo de nuevas energías (solar, eólica, biocombustibles…) pero también con la mejora y seguridad de las centrales nucleares existentes y el máximo rendimiento de nuestras posibilidades de energía hidráulica. 6.-En la apertura de un nuevo proceso de negociación con la UE para acabar con las cuotas (lecheras, agrícolas…) y limitaciones a la producción, de acuerdo con las nuevas condiciones y necesidades del país.

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