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Que las jugadas que esta realizando el Gobierno a la hora de implantar la Televisión Digital Terrestre (TDT) van completamente encaminadas hacia una mayor monopolización de los medios es, a estas alturas, más que evidente. Sabemos la forma en la que se esta favoreciendo el fortalecimiento de Prisa y Mediapro, destinados a ser los únicos beneficiarios de la cascada de decretos que esta lanzando Zapatero. Lo que hasta ahora ignorábamos era que además se está haciendo peligrar enormemente la continuidad de las cadenas de proximidad, la mayoría de ellas locales o comarcales e independientes de ningún grupo mediático. Algunas de estas emisoras cuentan con más de 20 años de historia, sin embargo todavía no se les ha facilitado la licencia para emitir en digital, y sobrevivir así al «apagón», mientras la cadena de Prisa apenas lleva tres años emitiendo y ya aspira a controlar en exclusiva la TDT de pago.
Cadenas de televisión cercanas, que oeran valientemente en un mercado hostil, controlando por los grandes tiburones de la comunicación, ofreciendo una oferta diversificada, popular, independiente, y en algunos casos, con una dilatada historia. Este es el caso de Tele K, la televisión popular de Vallecas, o la catalana Radiotelevisió Cardedeu, entre otras. Aunque la semana pasada el Ministerio de Industria se cubrió las espaldas con un hipócrita gesto, presentando ante el Consejo Asesor de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información (CATSI) el borrador de los reglamentos que permitirán a estas televisiones emitir en TDT, la realidad es que a este paso es completamente imposible que tengan la licencia antes del 30 de Junio, cuando empezará a retirárseles la señal. Quince de las emisoras afectadas se han unido para presentar las enmiendas correspondientes al decreto, con la exigencia de poder emitir de forma eventual, mientras se les tramita la solicitud –algo que puede durar más de cinco meses-. Un denso entramado burocrático para ralentizar, y si es posible, impedir que estas cadenas emitan con libertad, mientras las exigencias de los grandes monopolios mediáticos se tramitan a toda prisa y sin la aprobación del Congreso, saltándose la democracia “a la torera”. Claro que las emisoras locales pueden emitir en digital, faltaría más. Si usted pertenece a la red Localia, propiedad de Prisa, ya estará disfrutando de una licencia y de una potencia de emisión digna, eso si, si usted “va por libre”, tendrá que rellenar decenas de formularios y esperar meses y meses, mientras tanto le apagaremos la señal y se hundirá en el olvido, sin posibilidad de emitir publicidad, crear una vía alternativa de ingresos, ni fidelizar a la audiencia. Estrangular a los medios independientes mientras se legisla por decreto sólo para favorecer a los gigantes mediáticos, y forjar el más grande monopolio de la información de la historia. Esta es la política “socialista” del Gobierno.