El Observatorio

Zapatero/Obama contra Mayor/Bush

Zapatero no se ha esperado ni siquiera al comienzo de la campaña electoral oficial para desnudar su estrategia polí­tica. Y el domingo pasado, en un mitin, destapó ya todas sus cartas. Como la confrontación Zapatero/Rajoy ya no le es tan inequí­vocamente favorable como en el pasado, y la disputa PSOE/PP, por el momento, y según las encuestas, favorece ahora mismo a los populares, ha decidido poner en marcha una nueva disyuntiva: según esta renovada y «astuta» estrategia del presidente, las elecciones europeas se convertirán aquí­ en una especie de «segunda vuelta» de las elecciones americanas, en un nuevo duelo entre Zapatero/Obama y Mayor/Bush. ¿Y la crisis? Eso puede esperar.

El afán de Zaatero por escapar a una realidad que amenaza cada vez más con llevárselo, a él y a su gobierno, como los vendavales se llevan a las cosas, es decir, con una fuerza incontenible, está llegando a límites que casi cabría calificar de delirantes. Y, como esos personajes que, efectivamente, en su delirio, cometen un disparate y, a continuación, para intentar encubrirlo, cometen otro disparate aún más grande, y así sucesivamente, el jefe del gobierno, en esa enloquecida carrera por huir de la realidad, ha ido a dar con una de esas ideas que ya sólo se le pueden ocurrir literalmente a un demente, al que acucia la necesidad de escapar de la ratonera en la que se ha metido huyendo de la devastación provocada por su propia política: la idea de convertir este erial, a punto de caerse en pedazos, en un plató televisivo para escenificar una ficción de super-héroes, cuyo nudo argumental es cómo él mismo, transmutado en ZP/Obama, protagoniza un segundo “round” a la española contra el malo (Mayor/Bush) y, naturalmente, vuelve a vencerle, de modo y manera que aquí se culmina ese duelo que, tuvo, en EEUU, y hace seis meses, tan feliz comienzo.Así que su propuesta es ésta: aparquemos la crisis, olvidémonos de que tenemos cuatro millones de parados, olvidémonos de que cada día se despide a 9000 trabajadores más, olvidémonos de que hay un millón de familias con todos sus miembros en paro, olvidémonos de los 300.000 millones de euros dados a la banca, y concentrémonos todos, de aquí al 7 de junio, en este espectacular duelo al sol, en esta batalla política planetaria, en este insólito duelo, entre el más aventajado de los discípulos del nuevo presidente de EEUU, mister ZP, y los últimos restos, arcaicos, decadentes y derrotados, de Bush, encabezados por Mayor Oreja, “el amigo de Aznar”.Derrotar a estos últimos residuos del “bushismo” es una batalla crucial ahora mismo para el destino de Europa, dice ZP/Obama, que sabe de muy buena tinta de lo que habla. Tan importante, que todo lo demás puede esperar y, desde luego, nadie debe despistarse ni equivocarse: aunque las apariencias engañen, de lo que va esto es de si Obama sí u Obama no, y aquí la franquicia de Obama es ZP y no hay otra. Tan lejos ha llegado el afán presidencial en situar el reto en estos términos que hasta la campaña institucional de las elecciones utiliza la imagen y el reclamo de Obama para ir a votar. Para que nadie se confunda, ni qué votamos ni a quién votamos.¿Que esto no es Arkansas ni Iowa? ¿Que esto es para el el Parlamento europeo? ¿Que en toda Europa la crisis va a centrar la campaña electoral de unos y de otros? Puede ser que sí: pero aquí el duelo es otro, aquí hay otra batalla, aquí ZP se prepara para asestar el golpe definitivo y mortal a Bush. Luego, ya veremos.

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