25 de Mayo. Día mundial de África

Y ganan los Mandelas

En los últimos 17 años, el crecimiento en África casi duplica la media mundial. Si el PIB del planeta se ha multiplicado por 2,3, el de África lo ha hecho por 4.

África era un continente devastado, por la ocupación de los imperios europeos y la disputa entre las dos superpotencias durante la Guerra Fría. Hace apenas veinte años parecía un enorme agujero negro irremediablemente condenado.

Pero las cosas están empezando a cambiar. En los últimos 17 años, el crecimiento en África casi duplica la media mundial. Si el PIB del planeta se ha multiplicado por 2,3, el de África lo ha hecho por 4.

No es el resultado de la extensión de los beneficios de la globalización, sino el resultado de décadas de lucha de los países y pueblos africanos por su independencia y frente al dominio imperialista.

A principios del siglo XX, toda África estaba ocupada por las grandes potencias coloniales. Ha sido la lucha de los pueblos la que ha llevado a la erradicación total del colonialismo y el racismo, regímenes a través de los cuales el imperialismo podía saquear con total impunidad sus ingentes riquezas. Los pueblos africanos han ganado Estados propios, conquistados a través de arduas luchas tras la IIª Guerra Mundial, base desde la que poder desarrollar políticas autónomas.

Durante la Guerra Fría las dos superpotencias, tanto EEUU como la URSS, se lanzaron con inusitada ferocidad contra África. Pero, a pesar de la enorme destrucción y la brutal oleada de represión, no consiguieron quebrar la resistencia de los pueblos africanos. Los regímenes más pronorteamericanos, como el apartheid sudafricano, cayeron incapaces de mantenerse. Y la URSS vio como en Egipto, Sudán, Zaire… sus planes de dominio eran desbaratados.

Claro que persiste todavía un dominio imperialista que es una losa sobre el futuro del continente. Muchos países son sometidos a una salvaje explotación, por parte de las viejas potencias europeas, con Francia a la cabeza, que se resisten a abandonar lo que no son para ellas más que inmensas plantaciones, gigantescas plataformas petrolíferas o enormes explotaciones mineras de las que se nutren a precios de ganga sus grandes multinacionales, o bien por parte de EEUU para quienes los países africanos no son sino peones en su juego global de hegemonía.

Pero, visto de conjunto y en perspectiva, quienes han avanzado son los Mandela y los Lumumba, y quienes han retrocedido son las potencias imperialistas y sus regímenes títeres.

Hace solo 30 años en Sudáfrica existía el apartheid contra la mayoría negra, ahora es un miembro de los BRICS, albergando la sede del Banco de Inversión como alternativa al Banco Mundial y el FMI.

Hasta hace muy poco tiempo los países africanos estaban obligados a pasar por el aro de las draconianas condiciones impuestas por las potencias tradicionales, EEUU o Francia, y sus multinacionales. Ahora, los países africanos luchan por unirse al camino de un desarrollo independiente, apoyándose en el nuevo protagonismo jugado por países del Tercer Mundo como China, o potenciando su unidad, como queda reflejado en la reciente creación de un mercado común en el que se integrarán 44 países africanos.

África está escapando, paulatina pero persistentemente, del control y dominio imperial, adquiriendo una mayor autonomía. Con la contribución de un movimiento revolucionario, con destacada influencia del marxismo y de partidos comunistas, tan oculta en Occidente como vital en África.

Esta es la tendencia irresistible, la del avance de los países africanos y el retroceso de EEUU y el resto de potencias imperialistas, que nada va a poder detener.

Deja una respuesta