No hay que esperar raras mutaciones ni resistencias a los antivirales. El abismo social ya ha demostrado su capacidad de convertir un virus que produce una enfermedad leve en un asesino letal. Los casos de México o Argentina, donde mueren personas sanas (a diferencia del caso español) son sangrantes botones de muestra.
Renuncia loable, ero tardía La ministra de sanidad argentina ha esperado a después de las elecciones para renunciar a su cargo ante la evidencia de que el gobierno no ha tomado las medidas oportunas para frenar la situación por motivos electorales: no alarmar a la población. A pesar de demarcarse, no fue valiente de plantarse cuando tenía que haberlo hecho, cuando los especialistas exigían infructuosamente la emergencia sanitaria y la toma de medidas drásticas.El pasado miércoles 24 de junio se disparó el número de víctimas en Argentina, 11 muertos en 48 horas elevaron a 21 los fallecimientos, concentrados en la ciudad de Buenos Aires y el cinturón suburbano alrededor de la capital, frente a un solo caso en el interior del país. A día de hoy, y según datos oficiales en Argentina se han producido hasta el momento por culpa de la gripe porcina 28 muertos y hay más de 1.500 enfermos, lo que la convierte, todo y que estas cifras son cuestionadas por asociaciones médicas y los especialistas, en el tercer país del mundo en cuanto a casos mortales, por detrás de México y Estados Unidos.El ministro de Salud de Buenos Aires, Claudio Zin, ya adelantó medidas extraordinarias ante la saturación del sistema sanitario. Los hospitales postergarían todas las cirugías que no tuvieran carácter urgente para liberar camas, equipamiento y personal. Se convocaría a médicos jubilados y estudiantes avanzados de medicina para cubrir guardias, se pondrían en marcha hospitales móviles y se descentralizaría la entrega de antivirales, en previsión de que en Argentina la gripe porcina no ha tocado fondo. Con el recrudecimiento del invierno en el Cono Sur, a los casos sospechosos de gripe porcina se suman los afectados por la influenza estacional y ya hay signos de desbordamiento de la capacidad asistencial.¿Más grave que la gripe común? Muchos dicen que se le está dando demasiada importancia a una gripe con una mortalidad inferior a la de la gripe común. Sin embargo, la situación actual en Argentina es de falta de disponibilidad de camas y de respiradores, pero sobre todo de falta de cifras reales. Los especialistas se enteran por los medios de lo que pasa. En 2007 se sabe que hubo un millón de infectados por la gripe común, 100 000 internados y 18000 muertos.¿Cómo está la situación ahora? No hay información oficial. Hay una carencia de datos oficiales. Uno de los argumentos dados para suspender la actividad escolar dado por el comité de emergencia fue la falta de datos sumado a la experiencia recogida entre médicos y docentes de los distintos centros asistenciales: saturación de las unidades de cuidados intensivos y plantas de internamiento. No se sabe donde empieza la estacional y donde la influenza A de origen porcino. Incluso en los hospitales que cuentan con laboratorios de análisis de virus respiratorios, todavía están esperando los resultados de las muestras tomadas el 31 de mayo. Medidas drásticas En tanto y cuanto hay muchos casos que pasan inadvertidos o son leves, se cree que el número real de enfermos en el país es mayor al de casos registrados: decenas de miles. De nada serviría que se suspendan las clases en las escuelas suspenda si no se acompaña del cierre de cines, teatros, estadios, centros comerciales y todos los sitios en los que pueda haber grandes aglomeraciones de gente. Los especialistas exigen medidas drásticas, de lo contrario las muertes entre personas sanas pueden aumentar.Pero la medida drástica que el gobierno argentino no ha tomado, y que fue reclamado por la provincia de Tierra del Fuego y algunos especialistas, es la supresión de las recientes elecciones.La jefa de enfermedades infecciosas del hospital de niños de la Plata afirmó categóricamente que en las elecciones se dieron las condiciones propicias para el contagio, dado que hasta el 15% de las personas infectadas por el virus de la gripe estacional o la gripe porcina pueden contagiar sin tener manifestaciones clínicas. A esto hay que añadir las personas que pueden haber ido acompañadas de niños en período convaleciente porque eso facilita el acceso a la mesa, no hay que hacer cola, o las personas que estuvieran en el periodo inicial con dolor de cabeza y algún escalofrío y fueron a votar igual. Las condiciones en los sitios de votación, la concentración de mesas en aulas y pasillos y la aglomeración de la gente en colas para acceder a las mesas y a los “cuartos oscuros” impedía guardar el metro de distancia de seguridad que tiene que haber entre persona y persona, ni tampoco habían instrumentos higiénicos como el alcohol gel. Se impusieron las elecciones claramente contra la salud de la población.