Guaidó libera a Leopoldo López y llama al levantamiento militar

Venezuela al borde de la guerra

La situación en Venezuela es confusa, tensa y crítica. El autoproclamado «presidente interino» de Venezuela Juan Guaidó, apoyándose en un grupo de militares sediciosos, ha liberado al líder opositor Leopoldo López de su arresto domiciliario y ha llamado abiertamente -a sus seguidores y a los militares- a un levantamiento, la «fase definitiva» para derrocar a Nicolas Maduro

Leopoldo López es, junto a Henrique Capriles, uno de los principales líderes del sector más «duro» de la oposición venezolana, está estaba condenado por su papel de instigador de las violentas ‘guarimbas’ (enfrentamientos callejeros) en 2014, en las que murieron 43 personas y se produjeron cientos de heridos. También hay abundante material audiovisual que prueba su participación directa y en primera línea en el núcleo duro del golpe de Estado de 2002 contra Hugo Chávez. Se trata, al igual que Juan Guaidó, de un hombre de paja de EEUU. 

Ambos golpistas, junto a los militares que les apoyan, han hecho un llamamiento explícito a la sedición. Dicen contar con apoyos suficientes dentro de las Fuerzas Armadas venezolanas, pero por el contrario el gobierno de Maduro asegura que la práctica totalidad de la cúpula y los mandos del Ejército están de su parte y que los facciosos son apenas un «puñado de militares traidores». En un vídeo que se ha hecho rápidamente viral, un militar leal al gobierno de Maduro Dado cuenta cómo fueron engañados para participar en el golpe de Estado, y que al darse cuenta, desertaron. Dado lo confuso de la situación no es posible saber -al cierre de esta edición- la correlación de fuerzas real.

La tensión es máxima en Caracas, donde ya se han producido enfrentamientos entre los manifestantes proGuaidó y las fuerzas de Maduro, así como intercambio de disparos e imágenes de gran violencia sobre todo en el entorno del cuartel de La Carlota, al este de la capital. 

La Casa Blanca no ha tardado ni un minuto en dejar clara su postura, expresando su apoyo explícito al golpe de Estado a través de su secretario de Estado -y ex-jefe de la CIA- Mike Pompeo, y de John Bolton, consejero de Seguridad nacional y uno de los más destacados halcones del gobierno de Trump. Ambos han llamado explíticamente al Ejército venezolano a apoyar la asonada. De momento los mandos de los efectivos militares de EEUU que se encuentran en las aguas frente a Venezuela han dicho estar «en alerta».

Mientras tanto, la agencia Reuters informa que la empresa norteamericana de «seguridad privada» Blackwater -una especie de ejército de mercenarios de élite que actúan como una sucursal «no oficial» de la CIA- un ejército privado de mercenarios de 5.000 hombres para derrocar a Maduro. Todo parece indicar que Washington se prepara para una intervención armada -«oficial» o «extraoficial»- utilizando como excusa el derramamiento de sangre en Venezuela.

Una situación extremadamente grave que acerca más que nunca al país caribeño al borde de un enfrentamiento civil de irreparables consecuencias.

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