SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

Vendepatrias

“Son españoles los que no pueden ser otra cosa”. La frase no pertenece a un renegado antipatriota, ni a un separatista irredento, la pronunció don Antonio Cánovas del Castillo, político conservador del siglo XIX, impulsor de una españolísima forma de gobernar por turnos, de Cánovas a Sagasta y de Sagasta a Cánovas, y mentor de una fundación que lleva su nombre y el patrocinio del PP que ha renovado el concepto adecuándolo a los tiempos que corren: “Será español el que pueda adquirir una vivienda en España con un precio mínimo de 160.000 euros”. Vendepatrias ha dejado de ser un gravísimo insulto, comprapatrias, un título honorífico que lleva aparejadas incontables ventajas, subvenciones, exenciones, compensaciones y cambios legislativos a medida.

Sheldon Adelson, propietario de un emporio de juego y prostitución en Las Vegas y Macao será el principal beneficiario de tales privilegios si prospera su negocio de Alcorcón. Eurovegas se convertirá en una patria dentro de la patria, una especie de estado libre asociado de España, paraíso fiscal al que accederán, libres de toda culpa, con sus antecedentes penales borrados por la magnanimidad del gobierno español, acreditados tahúres y gángsteres de todos los pelajes que podrán seguir ejerciendo en la más absoluta impunidad sus artimañas y tejemanejes.

No está muy claro que los españoles que no podemos ser otra cosa podamos nacionalizarnos como “euroveganos”, seremos, en el mejor de los casos, inmigrantes en nuestro propio país, súbditos de un imperio transnacional y pirático, mano de obra barata, sumisa y sin sindicar, pues mister Adelson es tan alérgico a los sindicatos como a los tribunales y a las leyes, a la democracia y a cualquier libertad que no sea la libertad de mercado y empresa. Se supone que, a cambio de un puesto de trabajo, sea cual sea y en las condiciones que marquen a su albedrío los empleadores, hay millones de parados dispuestos a vender su alma, su patria y su dignidad.

Y no vale de nada cambiar la españolidad por la catalanidad para salir indemnes. Si Eurovegas no se instala en Cataluña no es porque no lo hayan intentado Artur Mas y sus convergentes , tan vendepatrias como los gobernantes madrileños que se hicieron con la puja. Pero la Patria ni se compra ni se vende, solo se alquila al mejor postor y a perpetuidad, para venderla sería necesario cambiar la Constitución y la Constitución ni se toca, por lo menos mientras su invocación sirva para poner coto a las aspiraciones soberanistas.

“Con la Patria se está con razón o sin ella”, eso también lo dijo don Antonio Cánovas del Castillo que siempre tenía una frase para cualquier momento y situación. La sinrazón patriótica sigue sirviendo de último refugio a los canallas, pero se trata de un refugio retórico, desguarnecido y expuesto a todas las inclemencias políticas y económicas de estos tiempos, tan malos para la lírica como para la ética, en los que se vuelve a recurrir a la épica más inane. El patriotismo se invoca hoy con mayor énfasis en Cataluña y Euzkadi como si la creación de nuevas patrias y la resurrección de viejos mitos y leyendas, arquetipos y estereotipos, pudiera mejorar el curso de las cosas. La deriva soberanista es, sobre todo, deriva y las derivas terminan a menudo en colisión y la colisión en naufragio.

Aconsejaba Ignacio de Loyola no hacer mudanzas en tiempos de tribulación pero la sensatez no figura entre los valores que hoy cotizan en el inframundo de la política. Político es hoy por hoy, y sospecho que mañana también, un insulto, y hasta los políticos de oficio y ejercicio así lo piensan y lo expresan. La huelga tiene motivaciones políticas dicen a menudo los políticos del PP, para negarla y de paso negarse a sí mismos mientras crece el abismo entre ellos y sus electores que les siguen votando por inercia y a nariz tapada. La diosa razón hace tiempo que fue derribada de su pedestal, el patriotismo no se piensa, se siente y los sentimientos no se razonan.

Las banderas se crearon para distinguir entre amigos y enemigos en el campo de batalla, las fronteras se levantaron como baluartes para defenderse del enemigo exterior y todo lo exterior es un enemigo en potencia. Todo lo que contribuya a disgregar y enfrentar entre sí a los parias de la Tierra y a sus famélicas legiones, resulta conveniente y necesario para perpetuar en el poder a los poderosos.

Y ya que estamos de citas, sirva esta cervantina, como Alonso Quijano, el loco, no comprendo “la razón de la sinrazón que a mi razón se hace”. Quimeras, ensoñaciones, delirios y encantamientos para un mundo desencantado, triste, febril

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