Caballero Bonald

Veinte instantáneas del Premio Cervantes

Novelista y poeta, flamencólogo y navegante, naúfrago y memorialista, Caballero Bonald, premio Cervantes 2012 de las letras hispanas.

1. ¿Por qué lee? Ante esta pregunta, el actual premio Cervantes, José Manuel Caballero Bonald, dijo contundente: «Hay muchas respuestas a esa pregunta. Yo, personalmente, leo por razones estéticas, sin atender mayormente a otros aspectos argumentales, a todas esas copias miméticas de la realidad. Los únicos argumentos que me interesan son los de los heterodoxos. Yo leo por el placer estético que me produce la poesía o la prosa que va más allá de las palabras propiamente dichas. Si el libro que leo no me seduce por ese camino, lo abandono, adiós muy buenas. Pero también entiendo a los que leen por instruirse, por distraerse, y compadezco a los que leen por obligación».

2. El discurso. El discurso de Caballero Bonald, que leyó con voz firme, pausada, y con ese lejano deje andaluz que todavía le queda, estuvo dedicado en buena medida a Cervantes, a su infravalorada poesía, a su concepción de la libertad y a esos años enigmáticos y «zonas de penumbra» que hay en su vida, «esas huidas imprevistas, zozobras, cautiverios», que vienen a ser como «la síntesis biográfica de un perdedor».

3. La poesía. «La poesía puede corregir las erratas de la historia», afirmaba Caballero Bonald antes de asegurar que, como decía Pavese, la poesía «es una forma de defensa contra las ofensas de la vida». «Siempre hay que defenderse con la palabra de quienes pretenden quitárnosla. Siempre hay que esgrimir esa palabra contra los desahucios de la razón», añadía el gran escritor gaditano.

4. Maestros. «Como todo el mundo, yo también tengo mi listado de maestros. A efectos literarios dentro de la órbita de la lengua española, y al lado de Valle-Inclán, de Juan Ramón Jiménez, de Cernuda, de Lorca, algunas de mis máximas referencias literarias han sido hispanoamericanas: César Vallejo, Carpentier, Onetti, Borges, Neruda, Rulfo, Lezama Lima, García Márquez…».

5. Andalucía. «Andalucía ha cambiado mucho. Se han superado muchas lacras históricas, muchos tópicos impresentables, muchos desafueros sociales, aparte de todo eso que Ortega llamaba la quincalla meridional. Andalucía es ahora más consciente, creo yo, de su auténtica identidad. Sólo queda esperar que se extingan los últimos andaluces profesionales, los últimos cascabeleos, los últimos lastres de su historia social…».

6. El poder. Caballero Bonald propone desenmascarar «a los falsos ídolos, a los héroes de pacotilla, a los pobres diablos que andan por ahí en su pedestal. Ya se sabe, por otra parte, que el escritor siempre debe oponerse al poder, ejercer de crítico del poder, de todo poder, venga de donde venga». En «Manual de infractores», el escritor jerezano proclama: «Hay que ser desobediente incluso con la tradición».

7. La náutica. Mi afición tuvo un arranque netamente literario. Fui lector asiduo de novelas ambientadas en el mar. Empecé con Salgari, con las aventuras de Sandokán, y con «El lobo de mar», de Jack London, y terminé con Conrad, Melville, Stevenson… Un día se me ocurrió estudiar Náutica y hacerme piloto de altura para poder emular a los héroes de esas narraciones inolvidables. Algo así de novelero, o inocente.

8. Naufragios. Novelista y poeta, flamencólogo, navegante, sobrevivió a dos naufragios. El primero fue en una travesía fluvial por el río Magdalena, en Colombia. «Era un vapor mixto de pasaje y carga, propulsado por ruedas de paletas. El barco se escoró peligrosamente y tuvimos que esperar con el alma en un hilo que llegaran a rescatarnos. La historia es muy simple, pero me gusta adornarla con los prestigios literarios de la aventura. Ya me veía nadando hacia la orilla selvática entre los cocodrilos». El segundo sucedió en plena desembocadura del río Guadalquivir, a bordo de su propio velero «Ágata». Un código secreto marino estipula que quien sobrevive a tres naufragios tiene ganada la inmortalidad.

9. Intolerancia. ¿Qué intolerancia observa hoy que puede ser más perjudical para el ser humano? «La intolerancia frente a las libertades. Ahí, en esa intolerancia, están incluidas la injusticia, la insolidaridad, el fanatismo, el dogmatismo…».

10. La verdad poética: «La verdad poética es una utopía, pero como toda utopía es una esperanza consecutivamente aplazada; habrá que seguir buscando por ahí. La verdad no es previa al poema, sino que se genera a medida que se escribe el poema».

11. Orígenes. José Manuel Caballero Bonald nace el 11 de noviembre de 1926 en Jerez de la Frontera (Cádiz), en la calle Caballeros, en el lugar donde actualmente se ubica su Fundación. Hijo de Plácido Caballero, cubano de madre criolla y padre santanderino, y de Julia Bonald, perteneciente a una rama de la familia del vizconde de Bonald, filósofo tradicionalista francés, radicada en Andalucía desde mediados del siglo XIX.

12. Madrid. Entre 1949-1952, estudia Filosofía y Letras en Sevilla. Entabla relación con el grupo cordobés de la revista «Cántico». Obtiene el Premio de Poesía Platero por su poema Mendigo (1950). Y llega a Madrid «desde el voluble sur al virulento gris de un territorio donde habitaban larvas inconexas, consorcios de fanáticos, camarillas castrenses, cohortes eclesiásticas».

13. Primer libro. En 1952 (hace 61 años) publica su primer libro de poesía: «Adivinaciones», áccesit del premio Adonais.

14. Su poesía. Caballero Bonald lleva ya sesenta años entregado a la poesía y, en palabras de Pere Gimferrer, ha alumbrado una obra «extrema en densidad, en rigor, en poderío sonoro».

15. Novelista. Como novelista ha publicado títulos como Dos días de septiembre (Premio Biblioteca Breve, 1961), Agata, ojo de gato (Premio de la Crítica, 1975), Toda la noche oyeron pasar los pájaros (Premio Ateneo de Sevilla, 1981), En la casa del padre (Premio Plaza y Janés, 1988) y Campo de Agramante.

16. Generación. Miembro de la llamada Generación de los 50, junto con escritores como José Ángel Valente, Claudio Rodríguez, Jaime Gil de Biedma, Ángel González y Francisco Brines, al nuevo Premio Cervantes no le gusta que se le encasille en ese grupo ni en ningún otro, porque «eso son muletillas que utilizan los historiadores para facilitar los manuales de literatura».

17. Memorialista. En los dos tomos de sus memorias, Tiempos de guerras perdidas (1995) y La costumbre de vivir (2001), dijo todo lo que tenía que decir y lo contó «sin rencor».

18. Definición. «La poesía es una forma de defensa contra las ofensas de la vida».

19. Hoy. ¿Qué es lo que más le preocupa a día de hoy a Caballero Bonald? «La situación política y la degradación de la democracia me preocupan. La democracia está malherida, hay corrupción, hay injusticia. Creo que habría que remediarlo de algún modo, pero yo no sé cómo. No soy activista político. Pero creo que necesitamos una regeneración moral urgente en este país».

20. Premio Cervantes 2012: Según recoge el acta del Jurado del premio Cervantes, dotado con 125.000 euros, se ha otorgado el galardón «al poeta, novelista y memorialista José Manuel Caballero Bonald por el conjunto de su obra que, como este galardón reconoce, ha contribuido a enriquecer el legado literario hispánico».

Deja una respuesta