La burguesí­a catala quiere convertir en un negocio las donaciones de sangre

¡Vampiros!

Quieren chuparnos la sangre. No es una metáfora. Es literal. Ví­ctor Grifols, presidente de la empresa catalana Grifols y destacado preboste de la gran burguesí­a catalán, se ha despachado esta semana exigiendo que se permita pagar a los donantes de sangre, una práctica terminantemente prohibida en España.

Lo ha querido disfrazar bajo una fachada “benéfica”, alegando que los 60 euros que estarían dispuestos a pagar podrían ser “una ayuda para los parados”. Pero los motivos son mucho más sombríos. «Son peor que los vampiros. No solo nos “chupan la sangre”, sino que luego quieren ganar dinero revendiéndonosla.»

Grifols es la primera compañía proveedora de plasma del mundo, y la tercera en producción de hemoderivados. El “comercio de la sangre” le reportó el año pasado unos ingresos de 2.000 millones de euros.

Ahora quieren quitar todas las barreras legales que les impiden en España “quitarnos la sangre” y ganar dinero con ella.

El presidente de la Federación Española de Donantes de Sangre ha advertido de que “las empresas están presionando para que se liberalice la compraventa de sangre, ya que tienen unas perspectivas de consumo extraordinarias en el futuro para solventar complejas patologías mediante el plasma”.

La multinacional alemana DKMS intentó hace varias semanas privatizar el trasplante del médula, a través de la remuneración de las donaciones. Ahora, la burguesía catalana pretender convertir nuestra sangre en un negocio.

Quieren demoler la sanidad pública, para lucrarse con servicios que ahora funcionan sobre los pilares de la gratuidad y el altruismo.

Son peor que los vampiros. No solo nos “chupan la sangre”, sino que luego quieren ganar dinero revendiéndonosla.

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