Medioambiente

Unidad en el caso Garoña

El pasado miércoles la Ser se hací­a eco de la polémica en torno al cierre o continuidad de la central nuclear de Garoña, presentado junto a un torcido debate sobre «el progreso» declaraciones de «ciudadanos afectados». Pero ahora es la población de Valle de Tobalina, con su alcalde socialista a la cabeza, Rafael González Mediavilla, la que se alza para oponerse al cierre la nuclear de Santa Marí­a de Garoña. Sus puestos de trabajo y las condiciones de vida en el pueblo están en juego. Una muestra más de la urgente necesidad de un plan energético enmarcado por la voluntad de salir de la crisis, acabar con el paro y dotar de mayor independencia al paí­s.

La central nuclear aorta 1,2 millones de euros en impuestos al ayuntamiento de Valle de Tobalina, lo que supone casi el 50% de su presupuesto, y la mitad de la economía de toda la comarca del mismo nombre. La Asociación de Municipios en Áreas con Centrales Nucleares – Amac – que reúne a catorce municipios se opone al cierre, hasta el punto de que este mismo viernes recurrirán en los tribunales en caso de que el Gobierno cierre la central pese al informe favorable del Consejo de Seguridad Nuclear – CSN -, además de exigir compensaciones millonarias por lo que dejarán de ingresar los próximos 10 años. Seguramente el recurso podría estar respaldado por Endesa e Iberdrola. ¡Curiosos compañeros de viaje!Mariano Vila, gerente de Amac, pone como ejemplo el caso de la central de Zorita, para cuyo cierre no se presentó ningún plan de desarrollo para la zona que dependía económicamente de ella. En esta ocasión el responsable fue el gobierno de Aznar, que aunque ahora no ha tardado en salir en defensa de Garoña, no puede presumir de coherencia. ¿Solo por oportunismo?, no. Porque lo que aquí domina constantemente es la absoluta dependencia de España de otros intereses muy lejanos al “progreso” del país, el fortalecimiento de su economía y su desarrollo independiente, que no es otra cosa, que la mejora de las condiciones de vida de sus ciudadanos.Al igual que ahora el PSOE se encuentra con un alcalde de sus filas de frente ante el cierre de la central, Gabriel Ruíz, es alcalde del PP en Almonacid, población que dependía de la central de Zorita: "No contaron con nosotros ni para abrirla, ni para cerrarla, del cierre nos enteramos por la prensa. El plan alternativo al empleo ha sido un fracaso y no ha creado ninguna alternativa de futuro tras el cierre".Por lo que respecta a Endesa e Iberdrola, también tenemos el caso de Unión Fenosa, la propietaria de Zorita, que llevó a los tribunales en principio el cierre de la nuclear aunque luego retiró el recurso tras negociar con el Gobierno.Desde Ecologistas en Acción se ha denunciado que el Gobierno – ni este ni el anterior – se haya preocupado de crear ningún tejido alternativo que sustituya a la central.Alcaldes, ecologistas, empresas… con posiciones enfrentadas, en todos puede hallarse un punto en común, la necesidad de crear riqueza y empleo. Esto es.

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