Con estas palabras se encabeza el documento «¡Unidad ahora!», que está siendo debatido por las diferentes asambleas del 15-M en Andalucía, y que propone presentar en las próximas elecciones autonómicas una candidatura unitaria y ciudadana contra la oleada de recortes.
Es un valioso paso hacia una unidad que hoy es más necesaria que nunca. Y que surge desde un movimiento como el 15-M, que ha sido punta de lanza en la lucha contra los programas de ajuste y que, precisamente por ello, cuenta con un amplio grado de apoyo y simpatía entre la población.La responsabilidad de la unidad“Podemos parar a Arenas. Podemos remover a Griñán. Podemos alterar la correlación de fuerzas y llevar las ideas y la práctica del 15-M al parlamento andaluz”.«Es el momento de la unidad y no podemos dejarlo pasar» Así ha presentado la Comisión Interterritorial de Acción Política de Andalucía (CIAPA), surgida del IV Encuentro estatal del 15-M celebrado en Marinaleda, la iniciativa “¡Unidad Ahora!” al conjunto de asambleas para su discusión.Plantean “la imperiosa responsabilidad de nuestro movimiento de hacer frente a unas medidas económicas que condenan al 99% a pagar, con lo que no tiene, la voracidad inagotable de los poderosos que componen ese 1% restante.Constatan que “una política que no nace de la unidad del pueblo, termina siempre sirviendo a los poderosos”.Y proponen “la constitución de una coalición electoral de gobierno de los de abajo, frente a los que representan a los de arriba en el Parlamento andaluz (…) en la que se puedan reflejar no solo las principales aspiraciones de nuestro pueblo en lo económico, lo social, lo medioambiental y lo político, sino que lo haga de una manera claramente diferente y plenamente democrática y honrada al aplicar estas políticas transformadoras día a día”.Para ello llaman “a todos los partidos políticos que afirman estar con los de abajo asuman que la gravedad de la situación actual les obliga a renunciar a sus intereses particulares (…) es el momento de la unidad y no podemos dejarlo pasar”.Una unidad en torno a un “programa electoral sencillo, comprensible y ambicioso, centrado en combatir el paro y en la justicia social”, y que tenga como base los ocho puntos de mínimos presentado por el 15-M.Sí, rotundamente sí, es el momento de la unidad. Y esta propuesta surgida en el seno del 15-M tiene el valor de poner encima de la mesa, ante partidos y organizaciones sociales, y ante el conjunto de la población andaluza, esta urgente necesidad.Lo necesitamos. Y podemos hacerlo. Porque la unidad en torno al rechazo a los recortes, y alrededor de unos puntos básicos basados en la redistribución de la riqueza, la ampliación de la democracia y la defensa de la soberanía nacional es amplísimo entre muchas organizaciones.Una candidatura democrática, de verdadPero además, “¡Unidad ahora!” propone un camino para que las candidaturas estén realmente en manos de la gente que, desde De Verdad contra la crisis-UCE apoyamos resueltamente.«En estas elecciones tenemos una oportunidad para plasmar esa unidad que muchos exigen» Primero -frente al control de los “políticos profesionales”- ampliando a cualquier ciudadano la posibilidad de presentarse como candidato, a través de una página web. Para después “celebrar unas primarias verdaderamente democráticas” donde serían elegidas las listas entre el conjunto de ciudadanos que se presenten como candidatos.Y, sobre todo, articulando a través de Asambleas Populares el control directo de la población sobre los representantes políticos electos. “¡Unidad ahora!” propone “Asambleas Populares en los más de 700 pueblos, comarcas y ciudades de Andalucía, para que los ciudadanos dirijan lo que hacen sus elegidos. Tanto diciéndoles lo que tienen que votar en las leyes importantes, como exigiéndoles que presenten otras leyes y medidas surgidas directamente del pueblo. Haciendo política en las calles y plazas. Interviniendo. Enseñando y aprendiendo. Reactivado a la ciudadanía para que defienda sus verdaderos intereses”.Las decisiones de las Asambleas Populares serían vinculantes para todos los cargos electos. Asegurado a través de un “contrato ético-mercantil”, que deberá firmar cualquier cargo electo, vinculándolo su actuación y votaciones a las decisiones de las Asambleas Populares, y previendo “sanciones sobre el patrimonio personal del cargo electo que no cumpla con la voluntad de la ciudadanía, llegando a asegurar incluso en caso extremo la quiebra personal del cargo electo indisciplinado”.Sobre estas bases de “democracia real” sí puede formarse una candidatura que una al 90% que estamos en contra de los recortes. Desde De Verdad contra la crisis-UCE hemos venido exigiendo en los últimos meses la urgente necesidad de crear un frente amplio que aglutine a la inmensa mayoría que nos oponemos a sus draconianos ajustes.