Tras la manifestación del 12-D en Madrid

Una nueva coyuntura

A pesar de toda la basura lanzada contra ella por los medios de comunicación, la realidad es que la movilización del 12-D ha sido un éxito completo. En primer lugar porque significa la aparición en escena, tras dos años de crisis, de una clase obrera organizada y dispuesta a la batalla. Pese a las limitaciones impuestas por las mismas cúpulas sindicales -en numerosas ciudades miles de personas se quedaron sin poder acudir por falta de medios-, los más de 200.000 trabajadores que se manifestaron por las calles de Madrid dejaron constancia de que el movimiento obrero ya no admite más silencios ni dilaciones para luchar contra la crisis.

Esta irrución de una clase obrera hasta ahora ausente de la escena política, crea nuevas y mejores condiciones en la batalla por forzar una salida a la crisis en beneficio del pueblo. El 12-D abre las puertas a una nueva coyuntura en la que hay que esperar, frente al aumento de los ataques y agresiones de la oligarquía a la condiciones de vida del pueblo, una radicalización de las luchas obreras y populares.En segundo lugar, porque frente a la convocatoria vergonzante y a la defensiva de los sindicatos, la manifestación, en su recorridoexpresó el grado de radicalización y combatividad acumulada por la clase obrera de nuestro país tras dos años de sufrir en sus carnes la crisis. Frente al paniaguado contenido de su convocatoria, (“Que no se aprovechen de la crisis”), las consignas –como las que llevó nuestro partido– que colocaban en el centro de sus denuncias a la banca y a la política económica gobierno de Zapatero, fueron espontánea y entusiastamente seguidas por la mayoría. Poniendo así de manifiesto la capacidad de que una línea unitaria de clase y combativa se extienda y prenda entre la clase obrera y sus sectores más conscientes.La gran banca española y las grandes oligarquías europeas se preparan para recuperar sus tasas de ganancia aplicando un durísimo ajuste sobre las condiciones de vida de la inmensa mayoría del pueblo. Nosotros, por nuestra parte, tenemos que convertir el 12-D en la primera piedra de un camino en el que el pueblo trabajador sea capaz de levantar una alternativa radicalmente distinta para salir de la crisis y acabar con el paro.En este sentido, la consigna lanzada por nuestro partido de nacionalizar la banca y utilizar los ingentes recursos de los que dispone dirigiéndolos hacia un cambio en el modelo de desarrollo económico beneficioso para la mayoría y no para unos pocos, es la única alternativa capaz de levantar un nuevo modelo de desarrollo sostenible y de futuro.Las condiciones económicas, objetivas, para una alternativa así están dadas por la enorme concentración de la riqueza financiera del país en unos cuantos bancos.Sin embargo, si las condiciones económicas son óptimas, las condiciones políticas están a un nivel mínimo.En primer lugar por la naturaleza del gobierno de Zapatero, el gobierno de Botín, un gobierno de la banca como no ha habido ningún otro en nuestra historia.Pero en segundo lugar, porque la dirección de las principales fuerzas obreras (los sindicatos mayoritarios) y de la principal fuerza de izquierdas (IU) mantiene una línea y unos vínculos tan dependientes de esa misma banca, que les ha llevado a no oponerse siquiera al rescate bancario.Lo cual no hace sino poner en valor la excepcional importancia que en esta nueva coyuntura tiene difundir nuestra línea, nuestra propaganda y nuestras consignas, fortaleciendo la presencia de nuestro partido entre la clase obrera y aumentando nuestras filas en ella. Esta es la clave para dar pasos en cambiar la correlación de fuerzas. Esta es la clave de poder avanzar en esta batalla.

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