Rosa Marí­a Calaf

Una lección de periodismo

Periodismo con mayúsculas, Rosa Marí­a Calaf es un ejemplo de rigor y profesionalidad. Durante casi cuarenta años ha sido testigo de los principales acontecimientos mundiales. Abrió la corresponsalí­a de Moscú para la Unión Soviética, la corresponsalí­a de Viena para los paí­ses del Este-Balcanes y reestructuró la corresponsalí­a de Buenos Aires para América del Sur. Su último destino: el lejano oriente, cubriendo desde Pakistan hasta Nueva Zelanda.

El 41% de los periodistas trabajan en gabinetes de comunicación, con los miles de despidos en televisiones y periódicos seguramente el porcentaje es aún mayor ¿Hay una construcción de la noticia?

Es gravísimo. Eso indica que hay más periodistas fabricando información que buscando información. La función del periodista es hacer visible lo invisible. Un departamento de comunicación es un eufemismo de departamento de propaganda. Los eufemismos se han instalado porque no se quieren decir las cosas claras.

Significa también que cada vez más a los periodistas se nos intenta convertir en lectores de comunicados. Normalmente no hay ni tiempo ni voluntad para que se investigue y se contraste la información como debe ser. Se está pervirtiendo el sentido de esta profesión. Otro ejemplo más son las ruedas de prensa sin preguntas que son un absurdo y un contrasentido. Es una falta total de compromiso con la profesión y con el ciudadano. El objetivo no es la excelencia informativa y desde luego el ciudadano no recibe una información independiente, rigurosa, honesta y plural que le permita tener el conocimiento de todo aquello en que va a basar su opinión y decisiones. No dejar saber es una forma de dominar.

Qué licenciaturas como periodismo y publicidad sean especialidades de una misma facultad ¿no es un ejemplo más de esta perversión?

Siempre he estado en contra cuando se juntaron las dos licenciaturas en la misma facultad. Son opuestas. El periodismo no puede ser publicitario, ni por supuesto relaciones públicas. El periodismo es mucho más que comunicación, es un compromiso social y ético.

Cada vez más las cadenas prescinden de los corresponsales y trabajan más con agencias o bien con enviados especiales ¿Cómo afecta esto al ejercicio de la profesión?

La información de internacional se ve cada vez más reducida en los medios audiovisuales cuando realmente nos llenamos la boca hablando de la globalización. Necesitamos saber lo que pasa en el mundo para comprender lo que ocurre en nuestro país. Se prescinde de los corresponsales o se les sustituye en el mejor de los casos por enviados especiales que pueden ser más o menos especialistas o nada. Se cubren los hechos internacionales a saltos: unos temas sí y otros no. Se seleccionan en función de intereses partidistas o del impacto y no en función de la importancia de la noticia. Los enviados especiales o como lo llamamos nosotros “paracaidistas“ofrecen una información de muy poca calidad, de muy poca profundidad, nada contextualizada que probablemente olvide la memoria. Hoy las cadenas trabajan mucho con freelancers que trabajan en unas condiciones de precariedad terribles pero que están salvando a trancas y barrancas la información internacional. Sólo cubrimos crisis pero no las pre-crisis. No hay seguimiento de los acontecimientos, desaparecen de la pantalla. La percepción es que el conflicto se ha resuelto pero no es verdad, solo ha desaparecido. Creemos que estamos informados pero estamos entretenidos. «Las opiniones son personales y libres, los hechos no»

¿Se puede entender la crisis en España al margen de lo que ocurre en Washington y Berlín?

No; claro que no. Tampoco profundizamos en lo que está pasando. Siempre que recibimos un mensaje tenemos que preguntarnos quién nos lo envía, porqué, para qué y sobre todo a quién beneficia. Tiene que haber un debate ciudadano, no gritos, insultos o polémicas. Es necesaria la opinión y el debate pero la opinión es personal y libre, los hechos no. Es curioso porque ahora en esos debates chillones los hechos parecen ser libres y las opiniones sagradas.

Ha sido corresponsal en las principales fallas del mundo y en su última etapa en TVE en Hong Kong. Usted ha sido un testigo directo de la trasformación de China ¿cómo ha vivido los cambios?

China se ha trasformado absolutamente. Primero en absoluto silencio porque durante muchísimos años se desconocía lo que ocurría en China. Las cifras en China han sido siempre un misterio y hoy también. Nunca en la historia de la humanidad ha habido tantos millones de personas que hayan salido de la pobreza en tan poco tiempo. Eso es absolutamente cierto.

Ha habido un crecimiento y un desarrollo sobre todo en lo económico en absoluto en lo político. Sí hay más libertades individuales, los chinos nunca habían sido tan libres como hasta ahora pero con sus limitaciones. Siendo un país comunista todavía las diferencias sociales son enormes.Mil millones de chinos viven en la pobreza. China por ejemplo no tiene seguridad social y la educación y la sanidad no son gratuitas. China es una gran incógnita. Lo que sí que está claro es que su peso internacional y su papel en la construcción del mundo es esencial.

La cadena internacional de TVE como la agencia EFE en un principio nació con el objetivo de dar una visión del mundo desde la sensibilidad de España y América. ¿Se puede decir que tenemos una voz propia en el mundo?

No. La agencia EFE tiene una cierta implantación, sobre todo en Hispanoamérica, pero en el resto del mundo su presencia es muy residual. El canal de internacional de TVE resulto un fiasco. Y yo lo lamento tantísimo porque era una oportunidad fantástica y se ha desperdiciado. Durante muchos años no tenía ni siquiera presupuesto. Ahora ha mejorado pero no podemos compararnos en absoluto con la BBC o la TV5 francesa. Hay una desidia y falta de voluntad para que funcione cuando curiosamente el canal internacional es muy seguido por ejemplo en Filipinas.

La mayor parte de noticias vienen del norte. ¿Qué le parecen proyectos como Tele Sur?

Durante muchos años fundamentalmente las agencias de noticias eran anglosajonas. El hecho de que existe TeleSur tiene en mi opinión muchísimo interés e importancia. De momento no tiene mucha implantación. Su proyección es más regional que internacional. Fue también un gran avance cuando apareció Al Jazeera, porque es interesante conocer la información desde el otro lado. Al Jazeera ha conseguido penetrar bastante a nivel profesional pero no tiene gran audiencia. Va a costar mucho cambiarlo porque no es fácil competir con los enormes recursos económicos de las grandes agencias de comunicación. Reuters no lo olvidemos está vinculada a los grandes poderes económicos

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