EEUU impone a Europa el secuestro del avión de Evo Morales, ante la sospecha de que Snowden viajara en él.

Sumisión simiesca

Han pulverizado todas las normas de la diplomacia y la legalidad internacional. Ante la mera sospecha de que Edward Snowden «ex agente de la CIA que ha sacado a la luz el espionaje masivo de Washington a todo el planeta- viajara junto a Evo morales para formalizar su extradición Sencillamente lo han secuestrado. Francia, Italia, España y Portugal negarón el acceso a su espacio aéreo al avión que transportaba al presidente boliviano, que permaneció retenido durante 16 horas en un aeropuerto austrí­aco. Detrás están las presiones norteamericanas, a las que se han plegado con una sumisión simiesca todos los gobiernos europeos. Especialmente grave es que el gobierno español se haya prestado a humillar a un paí­s hermano solo porque el emperador lo ordena.

Este es un episodio que no tiene precedentes, y que contraviene todos los tratados y las reglas de la diplomacia internacional, que dota de inmunidad a las naves en que las viajan los jefes de Estado.

Pues bien, cuando están en juego los intereses norteamericanos, no hay leyes ni tratados que valgan. Si hace falta se trituran… para que la superpotencia esté a salvo. «Cuando están en juego los intereses norteamericanos, no hay leyes ni tratados que valgan. Si hace falta se trituran»

El avión del presidente boliviano, que había asistido en Moscú a una reunión de países productores de gas, tuvo que aterrizar en la capital austriaca porque varios países habían denegado el permiso para sobrevolar su espacio aéreo en el camino de vuelta. ¿Razón? La mera sospecha de que el exnalista de la CIA y la Agencia Nacional de Seguridad de EE UU, Edward Snowden, perseguido en su país por desvelar un espionaje masivo, podía viajar a bordo.

Los mismos gobiernos europeos –Francia, Italia, Portugal… y España- que horas antes clamaban contra Washington, acusándole de “tratarnos como a enemigos” por someternos a un espionaje más que masivo… han inclinado la cabeza ante la primera orden dictada desde EEUU.

Aunque para ello sea necesario, literalmente secuestrar el avión donde viaja un presidente de un país soberano.

Es indignante la vergonzosa facilidad con la que los gobiernos europeos obedecen las órdenes de Washington, en contraste con la cautela y timidez mostradas a la hora de defender a sus ciudadanos frente a las injerencias de los servicios secretos norteamericanos.

Este es el grado de sumisión de los gobiernos europeos ante la superpotencia norteamericana.

Si alguna virtud tiene este vergonzoso suceso es el de desvelar la auténtica naturaleza de algunos Estados, como el francés, presentado como “la esperanza de la izquierda” frente a la “inflexible austeridad” de Merkel, y que a las primeras de cambio se revela como un “mamporrero norteamericano”.

En Bolivia, una manifestación colocaba en la embajada francesa pancartas que decían: “Francia, tu democracia es colonialista”, “Francia, hipócrita” y otra pegada en la verja de la delegación diplomática: “propiedad de los ponchos rojos”.

Provoca vergüenza ajena que el gobierno español se haya prestado a esta provocación. Parece que Rajoy está dispuesto incluso a humillar públicamente a un país hispanoamericano, miembro de nuestra familia más cercana, para “contentar” a la superpotencia yanqui.

Pero Washington y todos sus lacayos han pinchado en hueso. No conseguirán doblegar la corriente antihegemonista que está creciendo sin cesar en todo el mundo hispano.

Cuando el avión de Evo Morales aterrizó en La Paz, una multitud le recibía gritando “Todos somos Evo, el pueblo está contigo”, “Evo si, yanquis no”.

El presidente boliviano quiso dejar claro que “nunca nos van a intimidar ni asustar porque somos un pueblo que tenemos dignidad y soberanía (…) Seguramente, el imperio y sus sirvientes piensan que amedrentar a un presidente debe ser como un hostigamiento o una intimidación a los pueblos y movimientos sociales que luchan por su liberación. No van a lograrlo porque no estamos en tiempos de imperios ni de colonias, es tiempo de pueblos que resisten las invasiones y los saqueos de nuestros recursos naturales”.

Y, junto a Evo Morales, se han levantado todos los presidentes hispanoamericanos.

Rafael Correa, presidente ecuatoriano, escribía en su twitter. “Horas decisivas para Unasur: o nos graduamos de colonias o reivindicamos nuestra independencia, soberanía y dignidad. ¡Todos somos Bolivia!”.

Cristina Fernández, presidenta argentina, declaraba “definitivamente están todos locos. Jefe de Estado y su avión tienen inmunidad total. No puede ser este grado de impunidad”.

Los máximos mandatarios de Uruguay y Ecuador, José Múgica y Ollante Humana, se sumaban a una respuesta conjunta. Anunciando una reunión de urgencia de UNASUR en Cochabamba para “desagravio a Morales y al pueblo boliviano”, que se ha sentido “agredido, maltratado por el abuso imperial”.

Incluso organizaciones americanas vinculadas a EEUU se han visto obligadas a denunciar la agresión.

El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, mostró su desagrado ante la acción contra el presidente de uno de los Estados miembros de ese organismo. Y el titular de la Secretaría General Iberoamericana, Enrique Iglesias, manifestó su “perplejidad ante el trato impropio que se ha brindado a un jefe de Estado iberoamericano” y expresó su confianza en que “los países involucrados ofrezcan las debidas explicaciones a las autoridades bolivianas”.

Evo Morales, todo el pueblo boliviano, y todos los hermanos hispanoamericanos, deben saber que la inmensa mayoría de los españoles estamos con ellos. Admiramos su voluntad de independencia, rechazamos las agresiones imperiales y denunciamos la extravagante sumisión del gobierno español.

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