Corresponsalí­a Navarra.

Una Korrika ¿Para quién?

Este año se celebra la16 edición de la korrika , carrera a favor del Euskera que está dando de que hablar en Euskadi y en Pamlona. Por una parte hay que señalar que se utiliza el uso de esta lengua como reivindicación de los que no tienen ya otra reivindicación que justifique los actos violentos. Una carrera popular para homenajear una lengua, o una cultura popular como ocurre en Madrid con la carrera de San Silvestre es un acto para la gente. El problema surge cuando un grupo se apodera de estas costumbres, de estas diferentes culturas y raíces que conforman una España rica y mestiza, apropiándose del espíritu popular para devolverlo modificado genéticamente.En Pamplona el Ejecutivo del Gobierno foral ha tomado la decisión de no subvencionar este acto, ya que valora que en su orientación y ejecución se está haciendo apología del terrorismo ya que a su paso por Navarra, la korrika manifestaba acciones que exaltaban el terrorismo y no manifestaban la voluntad mayoritaria de la sociedad navarra. Pero ¿Es una cuestión de sentimiento mayoritario o una cuestión de financiación a un proyecto escondido de dudosa procedencia?La cuestión de la modificación genética que se devuelve a las masas transformada en alimento transgénico para a través de la cultura amada por nacionalistas y no nacionalistas, una cultura amada por los demócratas y que se apropian para acompañar las reivindicaciones sin sentido, lo necesitan para mostrar alguna conexión con la realidad para inculcar la cultura de la división absurda que si que no refleja el sentir de la gente.Por otro lado sorprende ver el caracter de “garrapata” que se retuerce al ver que el alimento se le reduce. Una carrera popular que se subvenciona en un puerta a puerta, a la compra de kilómetros y a las cuotas que sus participantes aportan. Entonces se nos presenta la cuestión que pone de manifiesto el verdadero motivo de tanta algarabía frente a la posición del Gobierno foral de Navarra que, lejos de prohibir, lo que ha hecho es platearse si corresponde una subvención. Por eso no hay que discutir sobre si se trata del euskera ni tan siquiera de sentires mayoritarios, no, esa no es la cuestión, la cuestión es hacia donde se dirige esta actividad, donde de destinan estas subvenciones para las que se utilizan reivindicaciones culturales y que se exijen desde la posición transgénica de recaudar para las ikastolas, pero ¿Quién las dirige? ¿Que papel cumple?¿Qué objetivo buscan? Porque lejos de ser un acto cultural, se convierte en un acto en el que el ensalzamiento a ETA y los recordatorios de los presos etarras y demás cuestiones conocidas se convierten en el centro del acto. No aman el euskera, lo utilizan de forma oportunista apropiándoselo para utilizarlo como excusa de ensalzar la cultura, si, pero es la cultura del terror, no del euskara.Para colmo manifiestan que esto ocurre en Navarra por no ser una Región en la que el Euskera no es de habla mayoritaria. Y es que si los euskaltegis proporcionan que los adultos que lo deseen puedan aprender euskera, eso no puede ir ligado a un apropiamiento de la cultura con el fin no de homenajear el euskera, sino de homenajear a ETA. Son las artimañas de los que no pueden presentar sus absurdos objetivos de división y el azuzamiento por otro mecanismo, ya que si así lo hicieran la gente no encontraría ningún motivo para apoyarlos. La verdad es que cada vez los apoyos que reciben son menos y se tienen que agarrar a un clavo ardiendo para trastocar la realidad sin quese les vea el plumero, pero aún así se les ve.La posición del Gobierno de Navarra debe tirar del hilo, ya que no es un problema de un sentimiento minoritario, no, las minorías son estupendas y hay que darles voz. El problema de ser una ínfima minoría la tienen ellos, los que apoyan el terror por el que se imponen, porque es cierto, son una minoría por mucho que intenten mostrar mediante el miedo y la utilización oportunista de sentires que pertenecen a una sociedad democrática para imponer una justificación a lo injustificable. Se debe tirar del hilo para dejar al descubierto el entramado sobre el que se basa el régimen de Euskadi y que alarga sus tentáculos a Navarra. Un régimen que se basa no solo en el terror de ETA sino que se sostenta mediante subvenciones a sectores aliados que imponen unas ideas trastocadas y financiadas mediante subvenciones públicas, hay que meterse por ahí, el gesto del Gobierno foral de Navarra es una buena noticia, pero si la orientación es errónea, lo que ocurre es que se entra en un juego que les interesa muchísimo a los terroristas, ya que entonces hablarán de libertad de expresión en vez de situar el problema en que unos tienen pistolas, y otros tienen nucas desnudas sobre las que se pegan tiros para matar personas e ideas que se dirigen en una dirección que no les interesa.

Deja una respuesta