Alarma social: Navarra

Una de cal y otra de arena

Una de cal y otra de arena. No se uede llamar de otro modo la actuación del Ayuntamiento de la localidad Navarra de Bakaiku, que tras dar la buena noticia de la reducción de la deuda local, de 1.100 euros por habitante, anuncia con la boca llena que, debido a la mejora de la situación, se embarcarán en un Plan de Inversiones Locales para 2009-2012 con cuatro proyectos por valor de 335.000 euros, la mayor inversión local de la historia. La deuda que se acumulaba desde el año 2002 era de 330.556 euros, y tras conseguir reducirla a 230.000 euros, se embarcan en este proyecto, que además tan solo reproduce el modelo ladrillo que nos ha traído al punto en el que estamos de crisis. Una inversión que constará de cuatro obras de acondicionamiento de aceras y similares ¿Qué tipo de inversión es esta? Lejos de invertir en empleo productivo y en impulsar los sectores productivos a nivel local, facilitando a la vez, la situación crítica en que se encuentran pequeñas y medianas empresas, de forma que éstas puedan salir adelante mientras el Ayuntamiento sigue ahorrando, lo que se hace es disponer de la mayor inversión de la historia de este Ayuntamiento precisamente en época de crisis y dirigiendo el dinero hacia el sector ladrillo que al terminar las obras queda terminado, sin que se produzca riqueza y empleo duraderos en el tiempo, mientras el motor de las empresas va cada día que pasa más ahogado por falta de financiación y con unos impuestos del 30% de sus modestos beneficios. A su vez, las familias se las ven y se las desean para pagar sus hipotecas o dar de comer a los miembros de la familia, los trabajadores en el paro muchos de ellos, otros con recortes y los que pueden "llorar por un ojo" sienten el aliento de la amenaza del paro cada día. Por si todo esto no fuera poco, cada ciudadano ve como le corresponde pagar en más recortes y más impuestos el despilfarro que los Ayuntamientos han practicado de forma impune durante los años de bonanza económica, acumulando deudas millonarias que toca pagar ahora a los ciudadanos. Pues resulta que un poquito de ahorro que consigue disminuir en algo la deuda local, en vez de ser ejemplo, se utiliza para seguir gastando, y no es solo seguir gastando, es gastárselo en arreglar aceras y poner las calles bonitas, mientras en cada casa y en cada pequeña empresa la situación es cada día más fea. Pero esa situación fea de cada casa, de cada familia no les importa mucho, y por eso, todo lo que podían haber hecho en la época de bonanza recortando el despilfarro, todo lo que podían haber hecho cuando había dinero y no lo hicieron, lo van a hacer ahora, endeudando más otra vez a los ciudadanos mientras ellos diseñan unas calles de pasarela, unas aceras de alta costura para unos comercios, unas familias, unos trabajadores que tienen puesto el cartel de "liquidación por cierre"

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