Cine

Una comedia a la italiana

Escrita, dirigida y protagonizada por Gianni Di Gregorio, y producida por Matteo Garroni (el director de «Gomorra»), llega a las pantallas españolas esta extraordinaria «miniatura» que, si por un lado, viene a corroborar un notable renacimiento del cine italiano, por otro confirma que ese «ressorgimento» viene de la mano de una recuperación y un enraizamiento en sus mejores tradiciones, en este caso, «la comedia italiana», que tuvo en Alberto Sordi su cumbre.

"Vacaciones de ferragosto"es una comedia, casi en clave de vodevil, hecha con unos mimbres tan simles pero tan precisos y calculados que nada sobra y nada falta en la "escasa" hora y cuarto que dura la película. Pero la concisión del relato no se hace a costa de su intensidad, sino a su servicio, por lo que el espectador encuentra en cada plano, en cada encuadre, en cada secuencia todo un mundo de emociones y de sensaciones que paladear, al tiempo que asiste a una irónica, descarnada y muy lúcida reflexión sobre la realidad contemporánea. Es el mes de agosto en Roma, pero para Gianni esto no significa mucho más allá de la omnipresencia del calor, ya que él está "condenado" a hacerse cargo perenne de su "madre", una anciana verdaderamente sui géneris, una "romana" sacada de una película de Fellini, una vieja "patricia" venida a menos, pero con los modales y los ensueños del pasado empotrados en cada gesto, en cada palabra Tan venida "a menos" que, como Gianni no trabaja, para poder dedicar todo su tiempo a cuidarla, no pueden pagar las facturas de la casa, ni de las tiendas. Los vecinos de Gianni van a aprovecharse de estas circunstancias para ir "colocándole" en su casa a sus respectivas madres, de las que necesitan "deshacerse" para marcharse de vacaciones o atender a sus necesidades de trabajo. El "bueno" de Gianni va a ver cómo, a su pesar, pero por necesidad, su casa se transforma de pronto en un improvisado asilo, con todos los inconvenientes y conflictos que conlleva encerrar de pronto a tantos "gallos" singulares en tan estrecho corral. Pero cuando todo parece conducir a un amargo final, pese a los esfuerzos y amorosa dedicación de Gianni para resolver todos los conflictos, las cosas van virando paso a paso hasta un punto en que esas mujeres, huérfanas de afectos, reducidas a la condición de "carga" para sus hijos, tejen entre ellas una nueva malla de relaciones, alimentada tanto por la recuperación de sus recuerdos, por compartirlos y revivirlos, como por una renovada intención festiva y lúdica. Al final esas mujeres ya no esperan que sus hijos vuelvan a por ellas, prefieren que su "nueva vida" continúe. Sin acidez, pero con ironía y mucha lucidez, el film indaga en esa veta de problemas contemporáneos que no deja de crecer en torno a un mundo que rompe cada vez más las relaciones intergeneracionales y los afectos comunes. Una película divertida e "incorrecta", donde se bebe mucho vino y se fuma bastante, para desolación, supongo, de todos los "políticamente correctos" de nuestro tiempo, que quieren salvarnos de incontables males. Un verdadero gozo.

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