Evo Morales, presidente de Bolivia, visita España

Un representante de la Patria Grande

Cuando el estratega norteamericano Zbigniew Brzezinski elaboró, en 1996, «El Gran Tablero Mundial» -un compendio de la estrategia para mantener la hegemoní­a norteamericana- ni siquiera tuvo en cuenta al mundo hispano. Consideraba al «patio trasero» una posesión segura. Pero el imperio propone y los pueblos disponen. Y en la última década, Iberoamérica se ha autoinvitado a la mesa global, a través de un reguero de movimientos antihegemonistas que han conquistado el gobierno en Venezuela, Bolivia, Brasil, Ecuador… Evo Morales, que estos dí­as visita España, es uno de los principales representantes del avance de esa Patria Grande, de ese mundo hispano liberado del dominio yanqui por el que han luchado generaciones.

La visita de Evo Morales a Esaña no está siendo un “viaje oficial” al uso, donde la voz y la participación de la gente no tiene cabida. Los tres días del presidente boliviano en nuestro país presenciarán actos y reuniones oficiales, pero también mítines y actos de masas. En uno de ellos, organizado en el antiguo coso taurino de La Cubierta de Leganés, Evo Morales realizó una faena redonda. El acto, organizado por un colectivo de más de 60 organizaciones políticas, sociales y sindicales con el apoyo de la Embajada de Bolivia, congregó a bolivianos llegados con sus familias desde Cataluña, Murcia, País Vasco, Valencia… para escuchar al “Heroe de la Madre Tierra”, como ellos llaman a su presidente. Evo llamó a la “rebelión permanente contra el saqueo de los recursos naturales y contra el sometimiento del pueblo”, anunciando que “el proceso de transformación en Bolivia es imparable”. Y los resultados de esa política independiente saltan a la vista. Evo subrayó que “hemos acabado con el Estado mendigo”, y recalcó que, en plena crisis mundial, “después de que decidiéramos la nacionalización de los hidrocarburos, Bolivia tiene por fin superavit fiscal, por primera vez desde 1940”. Un llamamiento que señaló con claridad a Washington, cuando arremetió contra la instalación de bases militares norteamericanas en Colombia. Tras recordar que en la nueva Constitución boliviana "no se permite ninguna base militar extranjera", aseguró que "donde hay bases de EE UU hay golpes militares". "¡Ayudadnos a acabar con las bases militares en Latinoamérica!", pidió a las organizaciones sociales y partidos de izquierda que apoyaron el acto. La Patria Grande ha llegado a España, y no de visita sino para quedarse. 250.000 bolivianos viven en España, la la tercera mayor comunidad boliviana en el exterior, por detrás de la de Argentina y Estados Unidos, y remiten casi el 40% del total de ingresos por remesas del país andino. Pero sólo 98.000 están regularizados. Esta sangrante situación de ilegalidad ocupó una parte importante del discurso de Evo Morales. "Cuando los españoles y los europeos llegaban a América, nuestros abuelos nunca dijeron que eran ilegales", recordó el presidente boliviano, prometiendo "dar la batalla", incluso en Naciones Unidas, para que todos los inmigrantes sean reconocidos como legales. Dos batallas, la conquista de la independencia respecto a EEUU y la lucha contra la marginalización y superexplotación a que se somete a un sector de la clase obrera, donde el pueblo español debe caminar de la mano de los pueblos hermanos del mundo hispano. Porque España también debe formar parte de esa Patria Grande.

Deja una respuesta