El plan de infraestructuras, medida estrella de Zapatero para crear empleo

Un plan de rescate para las grandes constructoras

Dentro del «Plan E» de Zapatero contra la crisis, el programa de infraestructuras locales -que contará con 8.000 millones de euros del Fondo Estatal de Inversión Local- es presentado como una de las medidas estrella, que según el presidente del gobierno contribuirá a crear 250.000 nuevos puestos de trabajo. Desmenuzado y reducido a su esencia, ese «ambicioso programa de infraestructuras» no es otra cosa que un plan de rescate para las grandes constructoras.

“Beneficiará a los Florentino Pérez, Baldomero Falcones o Del Pino, que son los que están comiendo todos los días con Zaatero”. Así se manifiesta un pequeño empresario de la construcción al valorar el plan de infraestructuras locales impulsado por el gobierno. Todo en este plan está concebido para que sólo las grandes constructoras puedan acceder a los proyectos de obras públicas subvencionados. Primero se establece un plazo desde la presentación del proyecto a la licitación de las obras –escasamente un mes-, sólo al alcance de los grandes del sector. El gerente de PSP, una pyme de la construcción, denucia que “alguna empresa grande de la construcción, como Fomento de Construcciones y Contratas, ha movilizado a buena parte de su plantilla durante las navidades para realizar muchos proyectos de los que se van a hacer, porque los ayuntamientos no tienen los técnicos suficientes para ello. Si al ayuntamiento le vienen con el proyecto ya hecho, ¿cómo no le va a caer la obra a FCC? Igual que Fomento digo Ferrovial, ACS, San José… todas las grandes están volcadas en los ayuntamientos que les interesan”. De esta forma, las empresas más grandes y con mayores infraestructuras son las que más beneficiadas van a salir a la hora de adjudicarse las obras. Para acceder a la licitación de las obras del plan de Zapatero, es necesario disponer de una clasificación de la que sólo gozan las grandes constructoras. Muchas pymes locales, preparadas para realizar las obras, no van a poder hacerlo gracias a esta limitación legal. ¿Qué incidencia va a tener este plan de infraestructuras como remedio contra el paro? Un analista inmobilario denuncia que, como la ley obliga a que las nuevas obras se comiencen con trabajadores venidos del paro, las grandes constructoras van a despedir a los trabajadores que tienen en plantilla para después volverlos a contratar. Además, podemos sufrir otra consecuencia indeseable. Carlos Martínez, director general del Instituto Madrileño de Formación, denuncia que “puede dispararse la sinestralidad en la construcción”, ya que uno de los factores que prima el plan de infraestructuras de Zapatero es que las obras se hagan en el menor tiempo posible. Estamos, pues, no ante unas medidas para “relanzar el empleo” sino ante un auténtico plan de rescate ofrece a las grandes constructoras un inmenso mercado de obra pública en exclusiva, con el que resarcirse de las pérdidas ocasionadas por la crisis inmobiliaria.

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