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El gobierno de Zapatero, fiel a su línea de maquillar la realidad de la crisis para seguir ejecutando el plan de la gran banca y mantenerse en el poder, hace todo lo posible para encubrir la realidad del desempleo en nuestro país. Y es que el paro es, como reflejan ya todas las encuestas, el problema más sensible y dramático que vive la sociedad española abocada a un largo período de estancamiento y sacrificios.
Según los datos oficiales, en diciembre otros 54.657 trabajadores asaron a engrosar las listas del paro con lo que 2009 se cerró con 3.923.603 millones de parados registrados en las oficinas de los Servicios Públicos de Empleo, las antiguas listas del INEM.Visto de conjunto el balance de 2009 es estremecedor: 794.640 trabajadores se fueron al paro; la Seguridad Social perdió 727.473 cotizantes; más de 1 millón de parados –según los sindicatos- están ya fuera del sistema de protección, sin trabajo y sin derecho a prestaciones. Pero el problema es aún más grave cuando se recuperan las cifras reales sin las manipulaciones del ministerio de Trabajo que dirige Corbacho. Las cifras del maquillaje El ministerio de Trabajo presenta los datos del paro eliminando 450.185 personas, agrupadas bajo los eufemismos de “Denos” (Demandantes de empleo no ocupados) y “DL” (Demandantes con disponibilidad limitada).En el primer grupo de los “Denos” están incluidos los parados que están realizando cursos de formación a cargo del INEM y los parados agrícolas que están percibiendo el subsidio agrario del PER, en total 251.830 “no ocupados” según el ministerio. ¿Por qué no se incluyen estos “no ocupados” en las listas del paro cuando sí lo están los parados que cobran el desempleo? Sólo hay una respuesta, ocultar deliberadamente la realidad.En el segundo, otros 198.355 parados con disposición limitada para aceptar un puesto de trabajo y que solicitan trabajos que se puedan realizar en su domicilio, desde el extranjero o por teletrabajo.En total 450.185 parados también registrados en las oficinas de empleo pero eliminados de las listas. Una manipulación tan burda como real para ocultar casi medio millón de parados que elevan las cifras del paro registrado a 4.373.788 parados y que pone ya a la vista los 5 millones de parados (más de 500.000 de ellos jóvenes trabajadores menores de 25 años) una cifra histórica que el gobierno trata de evitar que aparezca a toda costa. Silencios cómplices Pero si grave es que el ministerio maquille las cifras reales del paro para poder seguir con el proyecto de la gran banca para nuestro país, es aún peor el silencio cómplice de las cúpulas sindicales ante la manipulación. Sólo hablan con la boca pequeña del drama del paro mientras permiten que se oculte la realidad y se manipulen las listas, cuando las organizaciones obreras que ellos presiden deberían no sólo encabezar un camino de amplias movilizaciones para imponer otra salida a la crisis, sino que deberían impulsar la organización (por ejemplo en asambleas de parados) de los colectivos trabajadores más castigados.Frente a unas cúpulas que impiden que los sindicatos jueguen e papel histórico que les corresponde es preciso redoblar la exigencia por la movilización, la organización y la lucha en el seno del pueblo trabajador.