Cumbres del G-20 y la APEC

Un bocado demasiado grande

Si no puedes tragártelo de un solo bocado, procura masticarlo a trozos. Esta parece ser la nueva consigna de la Casa Blanca respecto a China. La cumbre del G-20 en Seúl ha puesto de manifiesto la impotencia norteamericana. Dí­as después, en la cumbre de la APEC, EEUU moví­a sus fichas para tratar de mantener su liderazgo en la región.

La valoración del New York Times de la asada cubre del G-20 celebrada en Seúl no puede ser más clarificadora: “el liderazgo económico de Estados Unidos parece quedarse rezagado. En Seúl, China resistió las demandas de Washington para detener la manipulación de su moneda y Alemania y Brasil se unieron para criticar el plan de la Reserva Federal”.Seúl ha sido una nueva manifestación de la impotencia norteamericana para imponer sus intereses como guía rectora de la economía mundial. A través de un flexible sistema de alianzas, apoyándose tanto en las economías emergentes como en las potencias exportadoras, Pekín ha conseguido que, una tras otra, todas las propuestas de Washington fueran rechazadas o aplazadas sine die. El ocaso imperial de EEUU muestra su lado más débil y vulnerable en el terreno de la distribución del poder económico mundial. Esta misma razón, sin embargo, es la que está motivando a Washington a desplegar una frenética actividad política, militar y diplomática en Asia, la región donde se está decidiendo la arquitectura del próximo orden mundial. Tras su paso por India e Indonesia, Obama acudía desde Seúl a la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).En ella, nuevamente se reproducía el “choque de trenes”, aunque de forma más sutil, entre Washington y Pekín. El objeto de disputa en este caso es la dirección sobre el proyecto de crear un área de libre comercio gigantesca, que englobaría a 21 países que representan en conjunto el 40,5% de la población mundial, el 54,2% del PIB planetario y el 43,7% del comercio global.Tanto China como EEUU pretenden tomar la delantera en este proyecto potenciando los distintos “proyectos regionales en curso” que ya existen. Así, EEUU, junto a Perú y otros 3 países, ya ha anunciado su intención de sumarse al Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), una pequeña zona de libre comercio limitada de momento a Brunei, Chile, Nueva Zelanda y Singapur. China, por su parte, pretende extender un proyecto mucho más avanzado, potente y ambicioso (el formado por la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, ASEAN, más China, Japón y Corea de Sur) como base de la nueva área de libre comercio.Si en lo global parece claro que la superpotencia yanqui es incapaz de contener la emergencia de China, tampoco esta muy claro cómo puede conseguirlo en el tablero regional.

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