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En su «mega-recorte», el gobierno de Rajoy ha decidido blandir la tijera contra los dependientes. La moratoria aprobada en la aplicación de la Ley de Dependencia supondrá que 150.000 dependientes en grado moderado no percibirán este año las ayudas que ya estaban aprobadas.
La medida va a suponer “un ahorro” de 100 millones de euros… un 1,6% del dinero público que ya se ha gastado en rescatar a la CAM para que el Banco de Sabadell pueda adquirirla saneada por sólo un euro.La mezquindad de los recortes se llena de sangre cuando comparamos los regalos a los que más tienen y la implacable tijera aplicada a los más débiles.Y llueve sobre mojado. El año pasado se cerró con casi 60.000 dependientes menos que en 1.010. ¿Acaso es que ha bajado su número? No. Simplemente, los diferentes gobiernos autonómicos dilatan premeditadamente la concesión de las ayudas, especialmente a los “grandes dependientes”, los más necesitados y cuya asistencia resulta “más cara”.La “lista de espera” –los dependientes cuya ayuda está reconocida pero no han cobrado un solo céntimo- se eleva ya a 312.244.