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Tsipras: «Pedimos la mayorí­a absoluta para romper con la Troika y reconstruir Grecia»

151 escaños es la cifra mágica. Son los que necesita lograr Syriza para conseguir la mayoría absoluta que reclama su líder, Alexis Tsipras. Las encuestas conceden a su partido el primer lugar, con una horquilla de ventaja sobre el segundo, el centroderechista Nueva Democracia, de entre 4 y 6 puntos. Dada la prima de 50 escaños para el vencedor de las elecciones, Syriza vislumbra una mayoría absoluta que está peleando «puerta por puerta hasta el último minuto», según ha asegurado Sypras este viernes ante la prensa en su última intervención pública hasta el día de la votación, este domingo.

«No puede seguir el sacrificio ni la inestabilidad, hay que recuperar la senda del crecimiento y el desarrollo. Los griegos saben que es un momento crucial. Y el miedo ha acabado, es cosa del pasado, miramos al futuro con optimismo», ha afirmado Tsipras: «Hoy apelamos a todos los griegos, independientemente de si han votado o no a la izquierda en los últimos años, y si aún tienen dudas. Les pido en domingo que voten por Grecia, por el futuro, y se unan a Syriza, porque es la única opción válida para asegurar que se va a detener este desastre que está pasando, que es la única forma de garantizar que vamos a estar firmes en Europa. De acuerdo con las últimas encuestas, estamos al borde de la mayoría absoluta en el Parlamento. Es lo que nos jugamos en estas elecciones. Sería un mandato claro del pueblo para que podamos trabajar duro y comprometernos con el pueblo de Grecia, porque tenemos mucho que hacer. Necesitamos una mayoría fuerte».

Si es clave el día 25, el de las elecciones, también lo será a partir del 26: «El día siguiente será un día muy diferente para nuestro país. El 25 de enero es una fecha histórica. Es un punto de inflexión en nuestra historia. Si la gente cree, así será. Será una victoria para la gente, para que se abra el camino de una nueva forma de gobernar y, al día siguiente, no habrá memorándum [acuerdos de austeridad con de la Troika con los países intervenidos]. El memorandum de austeridad será rechazado el domingo por el pueblo y al día siguiente no habrá Troika (BCE, Comisión Europea y Fondo Monetario Internacional), no habrá Samaras [actual primer ministro del centroderecha Nueva Democracia] ni políticas que han llevado al pueblo al desastre. No será fácil, habrá que luchar, y por eso hay que ser determinantes, hay que estar unidos, necesitamos la unidad nacional, una alianza social; la gente puede conseguir lo que se merece. Sabemos que nos hemos comprometido a luchar fuera de Grecia, pero el contexto está cambiando, ya no es 2012, y Syriza es un ejemplo de este cambio, porque su victoria es un síntoma. Iremos a la batalla contra las políticas de austeridad, la corrupción, los bancos».

Además de las negociaciones sobre la deuda griega con Europa, Tsipras ha hecho un alegato contra la corrupción: «Todos los ciudadanos serán iguales ante la ley. La corrupción ha gobernado este país durante décadas, el día siguiente de las elecciones con una Syriza con un mandato fuerte se habrá acabado y reinará la igualdad ante la ley».

¿Cuáles son otras prioridades de Tsipras? «El primer pilar de nuestro programa tiene que ver con los excluidos, los que han sufrido más que los demás por las políticas de austeridad los últimos 4-5 años. El siguiente pilar es la clase media. Un alivio de impuestos para ellos es uno de nuestros compromisos, y será a través de reformas fiscales. Aquellos con ingresos de hasta 12.000 euros dejarán de pagar impuestos, y empezaremos a hacer efectivo el ENFIA, impuesto de propiedades, que es muy poco pagado. Y tenemos que acabar con la deuda con el sector público, de 70.000 millones. Pero hay que entender que hay que ayudar a los que más han sufrido la austeridad, que también fueron clases medias, tenían pequeños negocios, han sido robados. Fue la gente con la que Nueva Democracia fue muy valiente con los recortes. Syriza tiene muchos apoyos en este segmento de la sociedad, no por ideología, sino desesperación y necesidad; por los intereses de la mayoría del pueblo griego, que es lo que representamos, por eso podemos tener una mayoría absoluta».

Syriza, en su discurso contra la Troika, incluye una reestructuración de su deuda: «Reconocemos nuestras obligaciones institucionales, europeas, reconocemos todas las obligaciones de los tratados de la UE. Pero nada obliga a los países a tomar medidas concretas de austeridad. Eso no es parte de la UE. Hay que salir de la austeridad y empujar la cohesión social y salir de esta crisis. La Troika no es parte de las instituciones de la UE, no hay tratado que reconozca a la Troika como una institución como ha recordado el Europarlamento. No está bajo el escrutinio de la UE, no somos los únicos que decimos que ha sido un error dar poder a un mecanismo sin control ni escrutinio del Parlamento».

Tres días antes de las elecciones griegas, el Banco Central Europeo (BCE) acordó comprar a partir de marzo bonos por 60.000 millones de euros mensuales y así introducir más liquidez en los mercados. «Nuestro Gobierno respetará las obligaciones que salen de los tratados europeos y del marco institucional», pero «no lo que firmó Samaras».

La Troika acaba el lunes

Tsipras recordó que en julio año vencen bonos del Estado griego en manos del BCE por valor de más de 10.000 millones de euros y que espera que para entonces ya se haya cerrado un acuerdo. «Por eso, lo importante es ser fuertes. Un país no puede ser gobernado a través de emails de técnicos de la Troika. Esto acaba el lunes. Grecia recuperará su dignidad y nuestro país tendrá un lugar internacional en Europa y en el mundo».

«La razón por la que llamo a todos los ciudadanos en Grecia a apoyarnos y darnos ese mandato fuerte y clara», ha reiterado Tsipras: «Queremos tener la fuerza para luchar fuera de Grecia. Nos espera una gran batalla. Syriza ganará, pero el plan B de la Troika es que Syriza no tenga una mayoría mayoría absoluta para que se vea obligada a buscar apoyos con fuerzas que en los últimos cuatro años en Grecia han sido propagandistas de nuestros prestamistas, y queremos destruir ese plan B. Estoy seguro de que están equivocados, por eso apelo a la mayoría absoluta. Por primera vez puede ganar un partido de izquierdas en Europa, nunca hemos tenido esta oportunidad histórica y somos conscientes de que la gente que nos apoya quiere un esfuerzo nacional. Nosotros somos optimistas. Seremos juzgados por la historia por nuestra responsabilidad con nuestros ciudadanos. No voy a ir con la lógica de la Troika. El Gobierno será para todos los griegos, honesto e íntegro».

«Tenemos una estrategia para salir de esta crisis, como cambiar las reglas, y hacer lo que haga falta para salvar la dignidad de nuestro pueblo. Todo país es relevante en la UE, tenemos fortaleza histórica y cultural, aquí nació la democracia. Estos valores deben mantenerse, por encima de las leyes. Y ahora las cosas ya no se ven como hace unos años, cuando decían que los griegos eran vagos y tramposos… Ahora ven que la gente sufre, está destrozada, humillada, castigada, y es hora de que esta gente recupere su dignidad».

«Por todo ello», ha explicado, «pido a todo el mundo en el partido que luche hasta el último minuto en cada casa por cada voto, no podemos perder un solo voto, no podemos volver a la inestabilidad. Necesitamos un Gobierno tranquilo con un plan de negociación con un programa para reconstruir el país, planes claros para el crecimiento. Es una cuestión de responsabilidad de todos, todos los griegos tienen la responsabilidad cuando vote, hay que pensar en Merkel el día de las elecciones».

Y eso que con Merkel no sólo ha de renegociar Tsipras los programas de austeridad, sino también una reivindicación ligada al pasado de Alemania: «Nos hemos comprometido con el pueblo griego, con los que formaron parte de la Resistencia y los que lucharon contra el nazismo, que Alemania debe pagar por los crímenes del nazismo a toda Europa. Son dos asuntos diferentes, el de la deuda y el de las reparaciones, pero los dos están sobre la mesa. Tiene que ver con el futuro, no con el pasado, por la amenaza que tenemos con el nazismo en Europa. Como Le Pen en Francia y Amanecer Dorado en nuestro país».

Dentro de los planes de Syriza, se encuentra una reforma fiscal que, según sus cálculos, permita afrontar la incentivación de la economía y el fin de los recortes: «Yo creo en que haya dinero porque sí, hay que crear riqueza, crecer, y desde ese punto de vista, queremos crear tejido productivo. Pero también es verdad que hay riqueza que no se recauda. Nos centraremos en el fraude, y en los 3.000 millones de euros que se calculan están evadidos».

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