Cargando...Era una de las promesas electorales del gobierno de Zapatero: cerrar Garoña cuando cumpliera su vida útil de 40 años. En el «procurará» se encierra todo un mundo. Donde dije digo, digo Diego. El cierre de la central no está claro, o eso parece desprenderse de la última comparecencia de Zapatero ante el senado.
También arece desprenderse de las voces “dispersas” que empiezan a sonar en el Gobierno. Por ejemplo, el ministro Sebastián discrepa del presidente sobre cómo medir la vida útil de la central. El informe del Consejo de Seguridad Nuclear aprobado el viernes avala que la nuclear funcione 10 años si invierte más en seguridad. Se empieza a preparar una nueva traición. Esta decisión es la primera sobre el sector nuclear que debe afrontar el Gobierno y ya parece estar claro que sus fidelidades no estarán con los votantes sino de nuevo con los monopolios eléctricos (que son los que gestionan las centrales nucleares en nuestro país). Poco o nada importa si es realmente segura la continuidad de esta central nuclear, aunque se invierta en seguridad, como dice el CSN. Lo que hay que poner sobre la mesa es que Endesa e Iberdrola, principales gestores de las centrales nucleares en nuestro país, han excedido los límites de los “incidentes” nucleares por año. Diversas organizaciones ecologistas y los propios trabajadores de algunas centrales han denunciado como estos gestores “ahorran” en seguridad y sólo les preocupa el máximo beneficio, poniendo en peligro a toda la población. ¿Puede seguir esta gente manejando la energía nuclear en nuestro país? ¿Se les puede ampliar la licencia de una central como la de Garoña al límite de su vida útil? Pero de esto no dice nada el gobierno de Zapatero, ni la oposición.