Abismo salarial en España

¿Trabajar más y cobrar y menos?

Sólo alguien tan desvergonzado como Gerardo Dí­az Ferrán, el presidente de la CEOE que ha dejado en la calle a miles de trabajadores sin cobrar sus salarios, podí­a lanzar la consigna que resume en cuatro palabras todo un proyecto: «trabajar más y cobrar menos». Esa es la receta que nos proponen al 90% de la población. Pero ya que ellos hablan de lo que tenemos que cobrar nosotros, ¿por qué nosotros no hablamos de lo que cobran ellos?

“Sueldos récord en lena crisis”. Así titulaba el diario El País un breve artículo publicado el pasado mes de mayo y que comenzaba diciendo: “El presidente de Martinsa Fadesa, Fernando Martín, saltó a la fama por llevar su empresa a la mayor suspensión de pagos en la historia empresarial española. Martín, sin embargo, sigue presidiendo su empresa y el año pasado ganó 2,6 millones de sueldo”. Una empresa quebrada, que ha dejado en la calle a miles de trabajadores, a cientos de subcontratistas y a otros tantos proveedores sin cobrar sus facturas sigue manteniendo a un presidente que cobra un salario de más de 200.000 euros mensuales. ¡Bonito sueldo por conducir a una gran empresa a la ruina! Para unos, el 90% de la población la receta es trabajar más y cobrar menos. Pero para otros, los altos directivos de las grandes empresas españolas, la historia es muy distinta. A pesar incluso de la caída de beneficios registrada en 2009, sus salarios alcanzaron un nivel récord ese año. Según el estudio realizado por el diario a partir de los informes corporativos anuales presentados por las propias empresas, los 584 consejeros ejecutivos y altos directivos de las empresas del Ibex 35 cobraron en 2009, como media, un sueldo anual de 989.000 euros, más de 82.000 euros mensuales. Lo que quiere decir que cada uno de ellos cobra cada mes un salario que la suma de 8 trabajadores mileuristas no alcanzan a ganar en todo un año. En el año 2005, esos mismos altos directivos ganaban como media un sueldo 97 veces superior al salario mínimo interprofesional (SMI). Cuatro años más tarde, su salario es 113 veces superior. Pero esto, además, es sólo una media. Si aislamos a la elite más exclusiva dentro de esta minoría privilegiada, resulta que los consejeros ejecutivos de los monopolios del IBEX-35 ganan un sueldo 363 veces superior al SMI. Una media de 2,7 millones de euros al año. A ello hay que añadirle la llamada “retribución variable” (bonus, primas, vehículos, chofer privado, seguridad, tarjetas de empresa, dietas, líneas de comunicación, seguros médicos privados,…), que no está contabilizada en el salario declarado, pero que según los informes más recientes de las empresas de auditoría representa ya mas del 50% del salario que perciben. Con lo cual, el salario que declaran en realidad hay que multiplicarlo por dos. Y ni siquiera con esto nos haríamos una idea real de lo que cobran. Pues aún habría que sumar las stocks option (derechos de propiedad sobre acciones de la propia empresa) y los fondos de pensión que acumulan año tras año. Y que para hacernos una idea de lo que representan bastará con decir que el presidente del BBVA acumula en estos momentos una pensión de 79,8 millones de euros, Emilio Botín, presidente del Santander, 85,7 millones. Alfredo Sáenz, su consejero delegado, 24,6 millones. ¡Y esta misma gente es la que nos dice que hay que cobrar menos y recortar las pensiones porque son insostenibles! Redistribución salarial ¡ya! Mientras 11 millones de trabajadores que viven de su salario (o de su pensión en el caso de los jubilados) no llegan a cobrar ni 1.000 euros mensuales, los altos directivos de la gran banca española cobran sueldos fijos que no bajan de los 5 millones de euros al año, y que llegan, como en el caso del ya citado Alfredo Sáenz, hasta los 10,2 millones anuales. ¡1.370 veces el salario mínimo! Mientras sube el recibo de la luz porque los monopolios eléctricos dicen que la factura no cubre los costes de producción, el presidente de una de ellas, Ignacio Sanchez Galán, de Iberdrola, cobró en 2008 un sueldo de 6,3 millones de euros anuales, completado con un bonus de otros 10,2 millones como prima. Las retribuciones de los otros 15 miembros del consejo de administración ascendieron ese mismo año a 35,7 millones. Todos sabemos que el precio de las gasolinas sube al mismo ritmo que el de barril de petróleo, pero no al contrario. Algo similar ocurre entre los altos directivos de Repsol, el gran monopolio petrolero español. Su presidente, Antonio Brufau gana un salario anual de 6,2 millones de euros. Y cada uno de sus 14 consejeros tienen una retribución de 1,6 millones. Para la inmensa mayoría de catalanes, es motivo de queja justificada el alto precio que han de pagar simplemente por desplazarse hasta el lugar de trabajo o para ir de compras, dada la inexistencia de vías distintas a las autopistas de peaje. Hay, sin embargo, un reducido grupo de catalanes que opina lo contrario. Son los directivos de Abertis –dueños directos de las autopistas– o de La Caixa y Criteria, propietarios de la mayoría de acciones de Abertis. Su presidente, Salvador Alemany, cobra un sueldo anual fijo de 1,8 millones. Otros 15 directivos se reparten 5,4 millones de euros cada año, 360.000 de media cada uno. El presidente de La Caixa, Iside Fainé, se embolsa, por su parte, un salario anual de 2,6 millones. Y el de Criteria, Ricardo Fornesa, 2,1 millones. Con sólo que a la ínfima minoría privilegiada de directivos, consejeros y ejecutivos de las grandes empresas, altos cargos del Estado,… que cobran sueldos superiores a los 400 mil euros anuales se les aplicara la limitación de cobrar un máximo de 10.000 euros mensuales, se podría ejecutar un redistribución salarial por la que varios millones de personas que ganan 500, 600 u 800 euros al mes, podrían pasar a cobrar inmediatamente un salario mínimo de 1.000 euros. Es decir, una subida lineal del 20, el 40 o incluso el 100% para los salarios más bajos. ¿Trabajar más y cobrar menos? Aplíquense ustedes la receta. Nosotros, por nuestra parte, lo que exigimos es una redistribución salarial ya. ¡Nadie por debajo de 1.000 euros, nadie por encima de 10.000!

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