Las imágenes del fuego son pavorosas. Las llamas se extendieron muy rápidamente por los dos edificios uno de 14 plantas y otro de 10 con 138 viviendas, ubicados entre las vías Maestro Rodrigo y General Avilés del barrio de Campanar en València. La fachada del edificio estaba revestida de un material inflamable que ha ocasionado la “rapidísima propagación del fuego”, según la vicepresidenta del Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales de València.
De momento el trágico balance asciende a nueve víctimas mortales, según la Delegación de Gobierno de la Comunitat Valenciana, que coinciden con las 10 personas que no se habían localizado. Otras cuatro personas de las que no se tenía contacto han aparecido sanas y salvas. La rápida y heroica actuación de los bomberos y la UME -poniendo en juego sus vidas, con hasta 7 heridos- han salvado a muchos vecinos atrapados entre las llamas.
Es uno de los peores incendios urbanos de la historia reciente, y el más grave en la Comunitat Valenciana. Vaya desde aquí nuestras condolencias a los familiares y amigos de las víctimas mortales, y nuestra solidaridad y cariño con las familias afectadas. Deseamos la pronta recuperación de todos los heridos.
La dimensión de la tragedia ha hecho aflorar un auténtico torrente de solidaridad en Valencia y en toda España, con miles de vecinos aportando ropa, comida y enseres personales a las familias que de la noche a la mañana se han quedado sin nada. Con asociaciones de vecinos, casales falleros, gimnasios, tiendas de la zona coordinando la ayuda a las víctimas. Con taxistas, médicos, psicólogos o veterinarios, presentándose voluntarios en el lugar del siniestro para ofrecer gratuitamente sus servicios.
Las muestras de condolencias y solidaridad han llegado de todos los rincones de España. Porque todos somos Valencia y todos somos Campanar.