«Lo que hagamos en 2010 y 2011 va a definir la economía y el bienestar de España para los próximos 20 años». Estas palabras de Zapatero, reclamando al resto de grupos políticos apoyo a los recortes sociales, son toda una amenaza para la población.
Ya han congelado las ensiones, subido los impuestos, recortado el sueldo a los funcionarios, aprobado una reforma laboral salvaje… Pero es que el FMI, representante de los intereses del capital norteamericano, todavía quiere más.En su último informe sobre España, el FMI anunciaba que la recuperación será “débil y frágil”, y “recomendaba” -eufemismo utilizado para dictar las órdenes- “más reformas estructurales”.Comenzando por un endurecimiento de la reforma laboral. Siguiendo por una “reforma de las pensiones inmediata”, que además de retrasar la edad de jubilación alargue el periodo de cómputo de las pensiones, rebajando así su cuantía. Y terminando con un nuevo incremento de los impuestos para equilibrar las cuentas públicas.Estas medidas, un auténtico atraco a mano armada a la población, son las que según Zapatero “van a definir nuestro bienestar para los próximos 20 años”.Se puede decir más alto pero no más claro. Nos estamos jugando nuestras condiciones de vida y trabajo durante las próximas dos décadas. Y ellos son insaciables. Cuando parece que ya no es posible aplicar recortes más draconianos, desde Washington o Berlín se exige que se vaya más lejos.En su afán de saquear España no conocen límites, y no pierden oportunidad, también en agosto, para hacer avanzar su plan de ajuste.Es necesario y urgente que la Huelga General del 29-S se convierta en una gigantesca movilización contra sus recortes. Cada semana, cada día, deben ser un paso adelante en la preparación del éxito popular. Es mucho lo que nos jugamos.