Estamos a la cabeza en movilización y organización popular. Está silenciado pero es un hecho contundente que todos los datos avalan.
Según la Encuesta Social Europea somos el país del continente donde un porcentaje mayor de la población participa en manifestaciones.
No es “flor de un año”. Durante la última década encabezamos este ranking.
Una fuerza popular que, por mucho que se empeñen en ocultar juega un papel determinante en la vida política, social, económica, obteniendo victorias importantes.
¿Cuántas veces hemos escuchado que “la gente no se mueve”? Es una idea interesadamente extendida, y rotundamente falsa.
La última oleada de la Encuesta Social Europea se realizó en 31 países entre 2020 y 2022. Sus conclusiones son rotundas: el 20,3% de la población mayor de 15 años ha acudido al menos a una manifestación en el último año. En la anterior encuesta, elaborada entre 2018 y 2020, ocupábamos el segundo lugar, con un 20,4%. Y entre 2012 y 2014 volvimos a ser los primeros, con un 27,5% participando en alguna manifestación.
No suelen salir en el telediario, excepto en algunas ocasiones importantes, pero según el Ministerio del Interior el año pasado se realizaron en nuestro país 33.989 manifestaciones. 93 cada día. Cuatro manifestaciones cada hora. Y en esos datos no están incluidos los de Euskadi y Cataluña.
¿Quién se manifiesta? Prácticamente todo el mundo. No está reducido a una minoría radicalizada, es un fenómeno de una enorme amplitud social. La mitad de las manifestaciones son por motivos laborales, y están convocadas por sindicatos, comités de empresa o grupos de trabajadores. Demostrando que el movimiento obrero es punta de lanza de la movilización popular. Pero la pluralidad de manifestaciones, por sus motivos y las organizaciones que las convocan, es enorme: desde las marchas feministas al movimiento ecologista, la defensa de la sanidad pública, la solidaridad internacional, con Ucrania o Palestina, la protesta contra leyes o medidas injustas…
Un grado de lucha y movilización que aparece en todas las formas posibles. Por ejemplo en las huelgas. El año pasado se celebraron 679 en toda España, casi dos diarias, con más de 700.000 jornadas no trabajadas.
Y que no surge espontáneamente. Se asienta en un alto grado de organización. En España existen 64.230 asociaciones legalizadas, desde más de 4.000 partidos políticos a 500 sindicatos, más de 1.000 organizaciones feministas y casi 7.000 ecologistas.
Frente a la idea, también falsa, de que “manifestarse no sirve para nada”, hablamos de una fuerza popular en la calle, presente en toda la geografía española, que es clave y determina lo que sucede en el país. Irrumpió el 23-J, cerrando el paso a un gobierno PP-Vox. Ha actuado como un muro en defensa de las pensiones públicas, obligando a derogar la reforma de 2013, o empuja hacia la mejora de la sanidad pública…