Cargando...Se puede decir que cerca de las tres cuartas partes de los diputados del Congreso español reciben dinero extra, dado que ingresan otras retribuciones además de la que perciben por su condición parlamentaria. Y ello, de acuerdo a sendos dictámenes secretos elaborados a partir de la información suministrada por los mismos diputados. Dictámenes que se han aprobado en sesiones plenarias especiales, es decir, a puerta cerrada. Y eso que la información completa sólo puede ser conocida por los portavoces de cada grupo parlamentario en la Comisión y no por el resto de los diputados. La existencia de anómalos ingresos va en contra de la necesidad de ahorro nacional en el gasto público ante la actual y grave crisis económica; y, además, supone la existencia de unas relaciones «peligrosas» para el mantenimiento democrático de la representatividad.
Aunque en la Ley Electoral se establece que el cargo de diutado es incompatible con el desempeño de cualquier otro puesto, profesión o actividad retribuida, pública o privada, la misma norma permite que sea compatible poder desempeñar ciertas actividades, siempre que no haya relaciones contractuales con una administración pública. Pero lo que es una excepción se hace regla mediante una, prácticamente absoluta, flexibilidad en su interpretación y secretismo en su aplicación. Tanto por razones de ahorro en el gasto público en plena crisis económica, en el caso de ingresos extras por actividades públicas, como por necesidad de regeneración democrática, en el caso de conexiones indeseables con intereses privados ajenos al interés general de todos los ciudadanos de España, debe terminarse con esta situación. La normativa diferencia entre las actividades públicas y las privadas. Entre las públicas se incluyen los cargos orgánicos en los partidos, la pertenencia a patronatos de fundaciones o los cargos en ayuntamientos. Es el caso de 36 diputados. Destaca el hecho de que varios diputados del PSOE cobran pensión de ex ministros y Solbes de ex comisario de la UE. Las actividades privadas remuneradas son declaradas por 214 diputados que obtienen ingresos extras procedentes de tal sector. La inmensa mayoría son conferencias, tertulias en medios de comunicación, publicación de libros y clases en la Universidad. Aunque son cien los que han declarado que no reciben ningún ingreso extra, hay 16 que ejercen actividades públicas pero sin remuneración. Entre los diputados que ejercen actividades privadas, hay 35 abogados. Entre las actividades públicas declaradas, además de los cargos orgánicos de los partidos, la más repetida es la de alcalde o concejal, ya que es el único cargo electo compatible con el escaño, aparte de los miembros del Gobierno. Hay 50 concejales y alcaldes. Eligen el más sueldo más elevado. Pero mantienen las dietas por asistir a los plenos municipales y, en algunos casos, los gastos de representación. Seis diputados tienen relaciones con las cajas de ahorros. Un número significativo está vinculado con distintas empresas.