El rescate con 9.000 millones de Caja Castilla-La Mancha

Engordando la «hipoteca bis»

Con la intervención de la Caja de Castilla-La Mancha el gobierno ha puesto en marcha el segundo plan de rescate bancario. El primero nos ha costado 250.000 millones de euros que han ido a parar a tapar los agujeros de las propias entidades financieras, es decir a pagar sus deudas con el dinero de todos los españoles. Lo que ha supuesto crear lo que hemos llamado una segunda hipoteca, una «hipoteca bis», que se suma a la que ya tiene cada familia española para pagar la vivienda y que hace recaer sobre cada español una carga extra de 15.747 euros, más de 62.900 euros para una familia media de cuatro miembros. Y que ahora, con el segundo plan de rescate bancario empieza a sumar otros 800 euros más a la «hipoteca bis»

Caja Castilla-La Mancha es el rimer capítulo de un segundo plan de rescate, destinado sobre todo a las Cajas de Ahorro. Que empieza por 9.000 millones pero que nadie sabe dónde va a llegar ni cuando va a terminar. Las Cajas de Ahorros, teóricamente entidades semipúblicas sin ánimo de lucro, se han convertido en las entidades privadas de las fuerzas políticas que controlan el poder político en las comunidades autónomas. Puestas al servicio de financiar sus proyectos y aventuras económicas (Bancaja y la CAM en la ruinosa financiación de Terra Mítica en la Comunidad Valenciana; o el mega casino El Reino de Don Quijote que estaba dispuesto a financiar la CCM y que la crisis se ha llevado por delante) por no hablar del dinero que los propios partidos presentes en los consejos de la caja (PSOE, PP, IU…) han destinado a financiarse. Eso y más es lo que vamos a financiarles todos los españoles a través de los miles de millones que les entrega el gobierno.Si con el Plan de Inversión Local Zapatero dice que va a crear 300.000 puestos de trabajo, ¿por qué no destinar estos 9.000 millones a otro plan para crear otros 325.000 empleos? ¿Por qué engordar la deuda del Estado, es decir la “hipoteca bis” de todas las familias españolas, en vez de exigir que los responsables –los partidos, sindicatos, ayuntamientos- pongan el dinero del agujero que ellos han creado, empezando por devolver los millones de los créditos que se han concedido a sí mismos?Y esto, 9.000 millones, si no los paramos, es sólo el principio. Otras cajas al borde de la quiebra aguardan turno.

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