Rajoy y Zapatero, los primeros en plegarse

Su sumisión nos sale muy cara

Ahora, ambos vuelven a hacer gala de una sumisión sin lí­mites, presentándose como los primeros de la clase a la hora de avalar la nueva vuelta de tuerca impuesta por Washington y Berlí­n al conjunto de paí­ses europeos. Preludio de una nueva oleada de recortes -disfrazados bajo la bandera de la «contención del déficit»- que Rajoy está dispuesto a ejecutar «por encima de todo».

Su vergonzosa sumisión nos está saliendo muy cara. Dispuestos a plegarse a todos dictados de los bastones de mando extranjeros, Rajoy y Zapatero son las siniestras amas de llaves que abren la puerta al saqueo sin límites de España por las grandes potencias.Incluso el partido socialista francés, nada sospechoso de “izquierdismo”, se ha opuesto a la aplicación de la nueva “regla de oro” de contención del déficit impuesta en la última cumbre europea, alegando que será la coartada para imponer nuevos recortes. Y denuncia las pérdidas de soberanía de quienes “se pliegan a todos los deseos alemanes”.Pues bien, Rajoy y Zapatero no han tenido problema alguno en agachar la cabeza y acatar todas y cada una de las imposiciones emanadas desde Berlín y Washington.«Rajoy y Zapatero no han tenido problema alguno en agachar la cabeza» Antes incluso de celebrarse la cumbre europea, Rajoy y Zapatero habían avalado la reforma que de manera unilateral Merkel y Sarkozy pretendían imponer al resto de la UE.Zapatero llegó a confesar que “agradecemos mucho a Francia y Alemania sus esfuerzos”. Y fuentes cercanas al PP aseguraron que Rajoy había recibido por escrito la propuesta franco-alemana y “no ha puesto un solo pero al acuerdo”.Una vez en la cumbre, el entreguismo de los dos presidentes -el saliente y el entrante- superó todos los límites.Rajoy utilizó la cumbre del partido popular europeo en Marsella para entrevistarse con el secretario del Tesoro norteamericano, Timothy Geithner, que había acudido para asegurarse que la “vieja Europa” asume la cuota de tributos que le corresponde para sufragar la inmensa deuda estadounidense.Rajoy le comunicó directamente sus planes de recortes y reformas, en especial la reforma laboral y la del sistema financiero. Y Geithner le dio su plácet: “Estoy de acuerdo con su análisis y sus líneas de actuación, eso es lo que hay que hacer”.Las “reformas” comprometidas con Washington por Rajoy nos pueden salir muy caras. La reforma laboral amenaza con dinamitar completamente la negociación colectiva, provocando una nueva rebaja salarial. Y la “reforma del sistema financiero” fue explicada hace pocos días por el Wall Street Journal, periódico de cabecera del gran capital norteamericano, exigiendo a Rajoy la creación de un “banco malo” que asumiera con dinero público el agujero de los bancos derivados del crack inmobiliario. El dinero público que precisaría este “banco malo” podría ascender hasta los 100.000 millones de euros. Un 10% del PIB español.«El entreguismo de los dos presidentes -el saliente y el entrante- superó todos los límites» Rajoy se reunió más tarde con Merkel, para reafirmarle que “España es un país fiable” y cumplirá a rajatabla el compromiso de rebajar el déficit público hasta el 4,4% en 2012. Lo que exigirá recortes del gasto público -en sanidad, educación, dependencia, salarios de los funcionarios…- de entre 15.000 y 30.000 millones de euros.Por su parte, Zapatero se presentó en la cumbre de la UE anunciando “disciplina presupuestaria y rigor económico”, que traducido a un lenguaje comprensible quiere decir más recortes.En un “exceso de celo” para demostrar su desmesurada sumisión, fuentes de la delegación española comentaron que no había problemas en acatar la reforma de los tratados europeos que exige Merkel: “Somos de los pocos países que no tenemos problemas con las reformas: hicimos la de la Constitución en tres semanas”.A cambio de aceptar todas las órdenes de Washington y Berlín, Rajoy y Zapatero recibieron… nada en absoluto.Sus tímidas peticiones de que el BCE comprara masivamente deuda española, y reforzara la liquidez de los bancos nacionales, fueron rechazadas de plano. Y no se escuchó una sola voz de protesta por parte de Zapatero o Rajoy.Deshacernos de esta gente, dispuestas a entregar el país troceado y aceptar todos los recortes exigidos por Obama o Merkel, es una necesidad imperiosa para poder salir de la crisis.

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