Al pueblo de Somalia ¿se le vuelve a sumar el ejercito etiope a sus miserias?.

Somalia, hambre, miseria, traficantes y ¿etí­opes?.

Somalia padece un desorden endémico. No existen datos precisos sobre desarrollo económico y financiero, por lo que el Fondo Monetario Internacional (FMI) justifica la inexistencia de registros. Aún así­ las graves dificultades de Somalia no son desconocidas para el mundo desarrollado y los organismos multilaterales. Situado en la cola de la periferia económica mundial, Somalia esta saliendo en los medios de comunicación a partir de la piraterí­a marí­tima, y el engranaje de manipulación imperialista. Preocupados por los barcos apresados por los piratas (aunque sus tripulaciones no sufren daños), No dudan en perseguir con todos los medios que disponen las tropas enviadas a la zona, sobre todo las pertenecientes a EEUU que no han dudado en bombardear poblados, con el objetivo de eliminar a los piratas, asumen sin ningún problema las vidas de inocentes que se llevan por delante, sus tétricos «daños colaterales».

Varios testigos han informado de ver a las troas de Addis Abeba para el oeste de Somalia, a Kalabeyrka pueblo situado a 300 km de Mogadiscio. Informan de que Etiopía ha desplegado cientos de soldados y vehículos blindados Kalabeyrka doce, pero no se sabe nada de sus intenciones por el momento, lo que si se sabe es que obedecen al imperialismo, y defienden los intereses imperialista, y el antiislamismo es una de las mejores bazas que tiene el imperialismo para actuar impunemente en cualquier parte del mundo.La opción de permanecer en Somalia no es una opción para la vida, por lo que gran parte del pueblo somalí, que se encuentra geográficamente separados por el golfo de Adén, de el Yemen y aún con la perspectiva de un cambio que no signifique necesariamente una mejora, alrededor de 50.000 somalíes se aventuraron en 2008 a cruzar el golfo de Adén -aunque una minoría usó el camino terrestre de Yibuti- con la intención de refugiarse en Yemen, según ACNUR asegura que 590 refugiados perecieron en el trayecto y 359 desaparecieron sin dejar rastro. En lo que va del año, ACNUR ha detectado alrededor de 20.000 refugiados llegados a distintos puntos de los 500 kilómetros de la costa yemení, 131 muertos y 66 extraviados en el camino. Los traficantes evitan ponerse al alcance de las fuerzas de seguridad costeras. Con esa prevención, arrojan por la borda a los emigrantes, a menudo desde aguas profundas, para que lleguen por sus propios medios a la playa.

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