Encuentro diplomático entre Damasco y Riad

Siria y Arabia cambian el tono

La disputa que libra lo que podrí­amos denominar como la «burguesí­a árabe ectoplasmática» -un conjunto de burguesí­as de los paí­ses árabes, poseedoras de ingentes cantidades de riqueza pero no de un mercado ni un Estado unificado- contra Irán por la dirección del mundo islámico alinea tras de sí­ a las naciones musulmanas del mundo.

La oosición de potencias regionales como Arabia Saudí o Egipto a la influencia iraní no ha conseguido evitar que Teherán avance posiciones entre multitud de organizaciones de corte islamista, que ven en el régimen de los ayatolás no sólo unos firmes defensores de la fé islámica, sino una potencia regional en ascenso que se enfrenta a los proyectos del hegemonismo norteamericano y las potencias occidentales con mayor firmeza y audacia. Al no poder limitar su avance, influyentes sectores de las burguesías árabes se plantean llegar a algún tipo de compromiso o pacto con Irán para las áreas de influencia del mundo musulmán.Uno de los seguidores de Irán es Siria, encarnizada enemiga de Israel y respaldo financiero de grupos como el libanés Hizbolá o el palestino Hamás. Esto fue motivo de fuertes fricciones de Damasco no ya con los países occidentales, sino con los llamados “países árabes moderados” como Arabia Saudí, Egipto o Jordania, mucho más próximos a occidente y que tienen un considerable grado de influencia sobre la Autoridad Nacional Palestina de Mahmoud Abbas, enemigo de Hamás.En el marco del cambio de táctica de las burguesías árabes hacia Irán y sus aliados, el presidente sirio, Bashar al Asad, recibió ayer al jefe de la Inteligencia saudí, emir Muqran bin Abdelaziz, con quien analizó vías para mejorar los lazos bilaterales, dañados por las diferencias sobre el Líbano, Irak y los palestinos.El emir Muqran transmitió a Al Asad un mensaje verbal de parte del rey Abdulá bin Abdelaziz sobre "las relaciones bilaterales, los últimos acontecimientos regionales y la importancia de la coordinación y las consultas entre ambas partes para el interés de sus pueblos y de los árabes en general". Por su parte, el jefe de Estado sirio respondió con otro mensaje centrado también en los últimos eventos en la región, "y en particular, en lo ocurrido tras la agresión israelí sobre Gaza y la importancia de la solidaridad árabe para hacer frente a los retos de las naciones árabes, y sobre todo, en Palestina".Este cambio de tono en las relaciones entre Irán y Arabia Saudí es inseparable también del cambio de táctica de Washington hacia Teherán. La Casa Blanca intenta explorar la vía diplomática con el régimen de los ayatolás para efectuar el repliegue irakí y el refuerzo afgano sin más dificultades de las ya existentes.

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