Entrevista a la Dra Marta Rodriguez

SIDA, preguntas sin respuesta

Comprender por qué muchos pacientes infectados por el VIH no desarrollan la enfermedad es la clave para encontrar una cura a la enfermedad. Mientras los intentos por sintetizar una vacuna contra el Sida fracasan las conclusiones del equipo encabezado por la Dra Marta Rodrí­guez del Hospital Clinic sobre estos pacientes nos ayudan a comprender mejor nuestro sistema inmunológico. El Clí­nic de Barcelona contribuye a esclarecer el papel de las células dentrí­ticas, primera barrera encargada de poner en guardia a todo el sistema inmunológico, abriendo la puerta a posibles vacunas o tratamientos alternativos a los actuales retrovirales.

¿Por qué muchos acientes infectados por el VIH no desarrollan la enfermedad? La respuesta a esa pregunta sea probablemente la clave de la cura de la enfermedad. Nadie conoce exactamente porque no enferman. Por eso mismo es especialmente interesante estudiar a estos pacientes. Los “controladores” son pacientes que están infectados pero no reciben ningún tipo de tratamiento o terapia y sin embargo no desarrollan la enfermedad. Se ha observado que existe cierta predisposición genética. Nosotros hemos descrito la secreción de alfa-defensinas por las células dentríticas, pero probablemente sea sólo un factor más. Son muchos factores los que influyen y muchos se desconocen. Se conocía hace algunos años la función microbicida de las defensinas. Pero ustedes han dado un paso más en su comprensión. ¿Que han descubierto? Las células dentríticas están en las mucosas digamos patrullando. Estas células patógenas segregan los leucocitos. De esta manera empieza la respuesta inmunitaria. El virus se engancha a las células dentríticas y las mata. La hipótesis inicial es que si la célula dentrítica es capaz de inactivar el virus antes de que este ataque al leucocito entonces estos pacientes serían capaces de detener la infección y de desarrollar una respuesta inmunitaria. Hemos buscado posibles factores que permitieran controlar al virus. Se conocía ya el papel de las defensinas. Se había observado in vitro, en el laboratorio, que podían inhibir el virus. Pero nadie había descrito que la célula dentrítica es capaz de producir defensina y que los pacientes que controlan la enfermedad producen mucho más. ¿A cuánto estamos para que la estimulación de las células dentríticas pueda ser una alternativa al tratamiento con antirretrovirales? ¿Se está estudiando en esa dirección? Sí, claro. No estoy trabajando ahora en Barcelona pero me consta que hay varios estudios y equipos desarrollando una terapéutica in vitro. La terapia con células dentríticas es útil también para tratar el cáncer u otras enfermedades. El Premio Nobel Luc Montaigner afirma que el VIH no es suficiente por si solo para explicar la enfermedad, siendo necesario un estado de inmunodepresión previo para que el virus haga efecto. ¿Es posible, entonces, que la mayor parte de gente que se infecte por el virus y su sistema defensivo esté intacto, elimine la enfermedad? Sí, yo creo que es muy posible. El problema es que no es posible demostrarlo. En las mucosas hay muchos factores antivirales, y es muy probable que estos factores sean capaces de inhibir el virus y evitar la infección. Ustedes han comprendido hoy mejor el funcionamiento de las células dentríticas. En una escala del 0 al 100 ¿hasta dónde llega el conocimiento de la medicina del sistema inmune? Probablemente no lleguemos ni al 20. Una de las principales razones por las que no se podido sintetizar todavía una vacuna contra el VIH es porque todavía nos queda mucho por descubrir sobre nuestro sistema inmune. Durante muchos años todos los estudios se han enfocado en una misma línea. Quizá ahora se están desarrollando otras alternativas como por ejemplo la que nosotros describimos y de hecho se están descubriendo muchos factores que se desconocían. Por ejemplo se conoce muy bien la biología de la sangre pero no el de los tejidos. Y sin embargo se sabe que en una infección lo más importante es lo que está ocurriendo en los tejidos. Queda mucho por descubrir. Quizá cuando entendamos bien cómo funciona el sistema inmune podamos curar el Sida. ¿La ciencia española está capacitada para desarrollar esta vía de investigación? o ¿estamos condenados a ocupar un papel subsidiario frente a países como EEUU? Creo que el nivel de los científicos e investigadores españoles es muy alto. Creo que estamos perfectamente capacitados. El conocimiento aquí, en la Universidad de Boston no es mejor. La diferencia principal es que en EEUU es que todo funciona mucho más rápido. Pides reactivos y te llegan en la misma semana, en España tardan hasta tres meses. Los tratamientos con antiretrovirales cuestan alrededor de 8000 euros al año, pero realmente lo que los hace caro es que son tratamientos para toda la vida. ¿Los intereses económicos de las farmacéuticas han podido frenar que se desarrollen más esta u otras vías de investigación? Es muy posible que sí. Las farmacéuticas están más interesadas en desarrollar antirretrovirales que en buscar una vacuna. Aunque si se descubriese una vacuna las farmacéuticas estarían muy interesadas en invertir dinero, de hecho están invirtiendo ya. ¿Quiere añadir algo más? Dar las gracias a mi profesor y a mis compañeros de equipo, Jaro, Daniela y Victor. La hipótesis parte de una idea inicial suya y nosotros en equipo la hemos desarrollado.

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