El FMI tensa la cuerda polí­tica

«Si bien el FMI redujo sus estimaciones de pérdidas para los bancos generadas por la crisis a un monto considerado manejable, el rápido aumento de la deuda soberana entre paí­ses avanzados a niveles no vistos desde fines de la Segunda Guerra Mundial, se ha convertido en la mayor amenaza a la estabilidad financiera internacional.»

"Es esencial el manejo cuidadoso de los riesgos soberanos: los Gobiernos necesitan diseñar lanes creíbles de consolidación fiscal en el mediano plazo para frenar la creciente carga de deuda y evitar que la crisis escale a una nueva fase", señaló el FMI en su informe semestral de la Estabilidad Financiera Mundial. Las dificultades de Grecia para resolver el problema de una alta carga de deuda deberían servir de advertencia a los Gobiernos (THE WALL STREET JOURNAL) FINANCIAL TIMES.- Una nueva tormenta se cierne sobre la deuda soberana. La sombra de la duda sigue amenazando a los sistemas bancarios de algunos países (en concreto, el FMI vigila muy de cerca de EEUU y Alemania). Aunque el sistema financiero se esté enderezando, el proceso será lento. Todavía puede verse afectado por los riesgos de los mercados de deuda pública. La crisis ha forzado al límite los balances soberanos: a medida que las perspectivas de crecimiento se iban agotando, el endeudamiento fue incrementándose, lo que coincidió con la necesidad de aumentar generosamente el gasto del déficit. La deuda pública sigue subiendo vertiginosamente. DIARIO DEL PUEBLO.- El alza acelerada de los precios de la propiedad ha alimentado en el chino de a pie la sensación de que le ha tocado bailar con la más fea. Hay mucho en juego en el mercado inmobiliario, tanto para los individuos como para todo el país. Teniendo en cuenta esta realidad, no es ninguna exageración afirmar que el equilibrio del mercado inmobiliario de China es la tarea más difícil que su Gobierno encara en la actualidad. EEUU. The Wall Street Journal El FMI advierte que la deuda soberana puede causar una nueva fase en la crisis Tom Barkley Los problemas que afectan a Grecia podrían marcar el inicio de una "nueva fase" en la crisis mundial si los países no ordenan sus cuentas fiscales, pese al bajo riesgo de contagio, señaló el martes el Fondo Monetario Internacional. Si bien el FMI redujo sus estimaciones de pérdidas para los bancos generadas por la crisis a un monto considerado manejable, el rápido aumento de la deuda soberana entre países avanzados a niveles no vistos desde fines de la Segunda Guerra Mundial, se ha convertido en la mayor amenaza a la estabilidad financiera internacional. "Es esencial el manejo cuidadoso de los riesgos soberanos: los Gobiernos necesitan diseñar planes creíbles de consolidación fiscal en el mediano plazo para frenar la creciente carga de deuda y evitar que la crisis escale a una nueva fase", señaló el FMI en su informe semestral de la Estabilidad Financiera Mundial. Las dificultades de Grecia para resolver el problema de una alta carga de deuda deberían servir de advertencia a los Gobiernos, dijo José Viñals, director del Departamento de Mercados Monetarios y de Capital del FMI. "Ahora que hay tiempo; es muy importante que estas incipientes preocupaciones sobre el riesgo soberano sean enfrentadas por medio de apropiadas medidas políticas, precisamente para consolidar la estabilidad financiera", dijo Viñals a la prensa durante una conferencia para analizar el informe. Sin embargo, dijo que Grecia es un "caso especial" que no debería ser agrupado con otros países cuyos déficits han estado bajo el escrutinio del mercado -España, Portugal e Irlanda. Esos países no sólo partieron con mejores situaciones e instituciones fiscales que Grecia, sino que ya tomaron medidas para resolver los temores fiscales, dijo el funcionario, quien destacó que el "mínimo" contagio sugiere que los mercados entienden la diferencia. Sin embargo, el aumento de las preocupaciones sobre la deuda soberana podrían requerir que algunos países comiencen a retirar sus estímulos fiscales antes de lo esperado, dijo Viñals. Para complementar sus planes de consolidación fiscal, los Gobiernos también deberían seguir estrategias de manejo de deuda que apunten a sus obligaciones de deuda soberana, al tiempo que deben intentar evitar que aumenten los diferenciales de rendimiento de la deuda del sector privado, señaló el FMI. Los Gobiernos deberían aprovechar las oportunidades para refinanciar deuda y extender los vencimientos, y así evitar factores relacionados con calificaciones de crédito que puedan hacer que se propague la crisis, agregó el fondo. Viñals indicó que la especulación sobre canjes de deuda soberana, a la que el primer ministro griego George Papandreou culpó de ayudar a profundizar la crisis del país, puede en ciertos casos exagerar las presiones sobre la deuda pública. Sin embargo las propuestas para prohibir los llamados CDS "desnudos" -que apuestan al incumplimiento de un crédito sin tener un interés subyacente en los bonos- sería contraproducente debido a la dificultad de definir las actividades ilegítimas, dijo Viñals. En vez de eso, el FMI recomienda mejorar los datos del mercado de CDS y trasladar los contratos bilaterales a una cámara de compensación que garantice las operaciones para ambas partes en caso de que una caiga en cesación de pagos. Además, las operaciones de CDS soberanos deberían estar adecuadamente garantizadas para evitar la expansión del riesgo, añadió el funcionario. THE WALL STREET JOURNAL. 21-4-2010 Inglaterra. Financial Times El FMI tensa la cuerda política Todo es relativo: cuando el FMI considera una buena noticia anunciar pérdidas de 2,3 billones de dólares, es señal de lo mal que han ido las cosas. De su último informe sobre Estabilidad Financiera Global, se desprende que el panorama sombrío de los mercados financieros y el sector privado comienza lentamente a mejorar. No obstante, una nueva tormenta se cierne sobre la deuda soberana. Hace sólo seis meses, el FMI calculó que la crisis obligaría a bancos y entidades financieras globales a realizar unas provisiones de 2,8 billones de dólares en los próximos cuatro años. La recuperación del crecimiento económico, el control del desempleo en Europa, y el freno a la caída de los precios inmobiliarios han reducido en medio billón de dólares esa estimación. El FMI calcula que dos tercios de las pérdidas ya se han materializado. Aunque los sólidos beneficios compensan actualmente las pérdidas registradas, a medida que la regulación sea más estricta, este fenómeno se disipará. Además, la sombra de la duda sigue amenazando a los sistemas bancarios de algunos países (en concreto, el FMI vigila muy de cerca de EEUU y Alemania). Aunque el sistema financiero se esté enderezando, el proceso será lento. Todavía puede verse afectado por los riesgos de los mercados de deuda pública. La crisis ha forzado al límite los balances soberanos: a medida que las perspectivas de crecimiento se iban agotando, el endeudamiento fue incrementándose, lo que coincidió con la necesidad de aumentar generosamente el gasto del déficit. La deuda pública sigue subiendo vertiginosamente. El FMI ha demostrado su valía con un detallado informe sobre los mercados. Lejos de aportar una visión optimista sobre la desregulación de la que se acusó en su día a la institución, el informe explica cómo “los canales financieros pueden incrementar el riesgo soberano”. Según el FMI, el hecho de que los estados soberanos no tengan que presentar garantías frente a los swaps de los mercados extrabursátiles, hace que los operadores se protejan de los riesgos a través de los CDS (seguros que protegen frente al riesgo de impago) en lugar de solicitar más “margen” como harían con los clientes corporativos. Es entonces cuando la inquietud se apodera de los mercados. Las autoridades se enfrentan entonces a dos grandes desafíos. Hacer de los mercados financieros un lugar más seguro (aunque las reformas apuntan en esa dirección, avanzan muy lentamente). Y recuperar el equilibrio fiscal para mantener, o recuperar, la credibilidad de las entidades crediticias sin cortar la cuerda de salvamento a las economías que todavía la necesitan. Las entidades crediticias deben superar el “cortoplacismo” y las divisiones para convencer a la opinión pública de que harán lo que sea necesario para consolidar las finanzas públicas a medio plazo. FINANCIAL TIMES. 20-4-2010 China. Diario del Pueblo La tarea más dura para China: equilibrar el mercado inmobiliario Los precios de la vivienda en China están por los cielos, ante lo cual nos preguntamos con frecuencia si las recientes acciones reguladoras del Gobierno lograrán enfriar el recalentado mercado de bienes raíces. Después de que las autoridades centrales publicaran una serie de nuevas pautas para contener la compra especulativa de viviendas y el acaparamiento ilegal de apartamentos en venta, el mercado parece mostrar cierto titubeo. La Bolsa de Valores de Shanghai respondió con un descenso significativo, como demostró su cierre ayer en su punto más bajo de un mes. En China, nada es tan importante como un apartamento. Para las parejas jovenes, un piso equivale a un hogar en el cual comenzar una nueva familia por su cuenta. Para los mayores, la posesión de la propiedad puede ser una garantía de seguridad financiera. Para los individuos y las empresas, las propiedades inmobiliarias pueden servir como inversiones. Y para la economía china en su sentido más amplio, el mercado inmobiliario se considera a menudo como indicador de la salud económica de la nación. Todo el esto deja al Gobierno con la tarea casi imposible de equilibrar los intereses dispares de este variopinto conglomerado. Un descenso dramático en los precios de la vivienda, algo que ahora mismo parece inverosímil, podría sonar atractivo, pero los apartamentos todavía estarían fuera del alcance de mucha gente. Además, una caída de precios podría accionar omisiones de pagos por préstamos, algo que que pondría en peligro a todo el sistema bancario. En vista de la porción que el mercado inmobiliario ocupa dentro de la economía nacional – sin mencionar los muchos puestos de trabajo que el sector proporciona – queda claro que el Gobierno de China no tiene muchas otras opciones que no sean las de evitar fluctuaciones agudas en el precio de la vivienda. Los bajos ingresos del chino de a pie y las limitadas oportunidades de inversión para los ricos han generado el mayor dilema que encara China hoy. El Gobierno debe hilar con sumo cuidado para asegurar una distribución más justa de la riqueza y, a la vez, mantener el crecimiento estable de la economía. La vivienda, sin embargo, es un caso diferente al de otros bienes. Los chinos comunes y corrientes tienen derecho a un lugar donde vivir. Por tanto, el Gobierno tiene la responsabilidad de ayudar a las personas de bajos ingresos a alcanzar su sueño de tener un hogar propio. Los países europeos, mediante un proceso de tanteos en el que no estuvieron exentos de errores, han encontrado una solución para suministrar viviendas más asequibles, y para ofrecer políticas de apoyo a los arrendatarios. EEUU y Japón, por otra parte, se mantienen como recordatorios de las consecuencias económicas desastrosas que pueden derivarse de la explosión de las burbujas inmobiliarias. La regulación del mercado inmobiliario es una tarea a largo plazo para las autoridades centrales del país. La urbanización aún vive su proceso de reacomodo, desarrollándose a una escala enorme, mientras crece la brecha de ingresos. Incluso si la última ronda de regulaciones tiene éxito en estabilizar los precios de propiedad temporalmente, esto sería apenas el comienzo de otra competencia de fuerza entre los diversos sectores interesados. El alza acelerada de los precios de la propiedad ha alimentado en el chino de a pie la sensación de que le ha tocado bailar con la más fea. Hay mucho en juego en el mercado inmobiliario, tanto para los individuos como para todo el país. Teniendo en cuenta esta realidad, no es ninguna exageración afirmar que el equilibrio del mercado inmobiliario de China es la tarea más difícil que su Gobierno encara en la actualidad. DIARIO DEL PUEBLO. 21-4-2010

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