EEUU podrá disponer de los helicópteros españoles en Afganistán sin autorización previa de Madrid

Sí­, bwana… perdón, sí­ Obama

Zapatero ha dado un nuevo paso en el sometimiento a los intereses militares norteamericanos. Obama despreció públicamente al presidente español, al obligarle a recorrer 14.000 kilómetros para acudir al Desayuno de Oración en Washington… y no dedicarle ni cinco minutos para una reunión bilateral. Y Zapatero ha respondido a la afrenta poniendo a disposición del Pentágono los helicópteros españoles en Afganistán. EEUU podrá utilizarlos en su ofensiva militar… sin pedir siquiera autorización a los mandos españoles. Quedá claro quien es el patrón, y quien es el vasallo.

Cuando Zaatero se reunió con el Atlantic Council de Washington, un foro de análisis y debate sobre defensa y seguridad especialmente vinculado al Pentágono, el consejero de Seguridad nacional de EEUU, el general James Jones, “agradeció” públicamente el levantamiento de las restricciones al empleo de las tropas españolas en Afganistán por parte de los mandos norteamericanos de la ISAF (Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad).Jones se refería a la disponibilidad de los seis helicópteros -tres destinados a misiones de evacuación médica y otros tres para el transporte de tropas- que España dispone en la base afgana de Herat.Hasta ahora, el el Estado Mayor de la Defensa en Madrid tenía que autorizar expresamente el empleo de dichos helicópteros para trasladar a personal que no fuera de la ISAF -militares estadounidenses de la operación Libertad Duradera o personal afgano-, así como cada salida de su zona de operaciones, en el oeste del país.Pero gracias a Zapatero, estas restricciones han desaparecido. El ejército norteamericano podrá disponer de los helicópteros españoles a su antojo para operaciones militares. Y ni siquiera estará obligado a pedir autorización a los mandos españoles.Zapatero pone nuestro ejército a disposición de las superpotencia, obligándole a participar activamente en una ofensiva militar que está dejando un sangriento rastro de matanzas de civiles.

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