Escuela Central de Marxismo 2015

Sí­, tenemos alternativa al capitalismo

La Escuela Central de Unificación Comunista de España, cele­brada entre el pasado 3 y el 9 de agosto, seguida por la Conferencia Polí­tica, del 10 al 13, ha supuesto una auténtica inyección de con­ciencia de clase, de confianza en la Lí­nea, el Marxismo y en nuestra organización para dar un paso adelante en las decisivas batallas electorales que se avecinan.

La historia se mueve hoy en sentido favorable a los pueblos, y al contrario para el hegemonismo norteamericano y el resto de potencias imperialistas. La agresividad con la que tratan de saquear y oprimir a los pueblos y países del mundo no nos debe confundir, es signo de su debilidad y agonía. No es dogma de fe ni optimismo gratuito, son hechos.

Desde un principio, el pleno de pre­sentación de la Escuela marcó el terreno de juego y el hilo conductor. Para poder derrotar el saqueo que el hegemonismo (EEUU) y el imperialismo (Alemania) nos impone, tenemos que combatir toda tendencia claudicante y desenmascarar las posiciones que, bajo la bandera de liderar el viento popular de rechazo al saqueo, conducen a que todo cambie para que nada cambie de fondo. «Los principales centros del proyecto de saqueo e intervención sobre nuestro país»

Por tanto, la escuela se desarrollado dando respuesta a los principales centros de los que depende el proyecto de saqueo e intervención sobre nuestro país y ele­vando la conciencia colectiva sobre cómo «expropiar a los expropiadores» no sólo es el único camino posible, realista, sino que es el que demanda la inmensa mayoría de nuestro pueblo

Se ha trabajado en grupos sobre la base de un trabajo previo de investigación y elaboración de tesis por parte del Comité de Formación.

En este camino se han abordado seis centros. La sociedad española de hoy, la del capitalismo monopolista de estado; la plusvalía, la fuente de las ganancias monopolistas y el papel de la especula­ción consustancial a la expansión de la producción capitalista; sobre el origen y significado de la deuda pública como una palanca de intervención y saqueo sobre los países dominados; la superpotencia norteamericana enemiga común de los pueblos y países del mundo y el papel de España como eslabón débil de la cadena imperialista; y sobre las bases materiales que el propio capitalismo ha puesto en pie para poder afirmar que el paso al modo de producción comunista es inevitable.

La escuela ha contado con la partici­pación de quince grupos de trabajo que han presentado, fruto del estudio durante las mañanas, sus conclusiones en forma de ponencias al pleno. En base a las puntua­ciones, se ha abierto un debate basado en dos principios, el centralismo democráti­co y en unidad-lucha-unidad, que han per­mitido la participación viva de todos los asistentes y, a la vez, la profundización en cada punto y el combate a las ideas que hoy nos desarman.

Asistentes provenientes de Galicia, Asturias, Euskadi, Aragón, Catalunya, Baleares, Valencia, Murcia, Andalucía, Canarias, Madrid, Extremadura, Castilla- León y Castilla La Mancha. En algunos casos, como Las Palmas y Baleares, acu­dían representando las organizaciones nuevas que ha creado el partido este últi­mo año, siendo ostensible el crecimiento organizativo de la Escuela de Cuadros en Valencia o las zonas de Málaga o Alicante.

Si hay que destacar dos puntos que, sin ser contenido teórico, han sido claves en la formación ideológica en los principios proletarios, serían sin duda la cuestión referente a la unidad y a la trayectoria de nuestra organización. No hay nada más importante que la unidad, fortalecer siempre con cada ges­to y actitud la unidad para poder abordar las diferencias es una cuestión clave para el avance de un proyecto revolucionario. La unidad se fortalece activamente, no hacerlo actúa como un corrosivo que de­bilita nuestra capacidad de lucha. Siempre remarcar en qué puntos se está de acuerdo para luego ir al centro de las posiciones contrarias en crítica es una posición propia de los marxistas-leninistas.

Segundo, nuestra fuerza reside en nuestra línea y nuestros cuadros y mili­tantes. Y es en la propia historia de UCE, en su trayectoria, donde podemos ver la verdad de lo que ahora defendemos y de quiénes somos.

UCE no sólo ha «estado en contra», sino que ha dado respuesta teórica, ideo­lógica y práctica, desde su nacimiento, a los principales desafíos que la lucha entre las dos superpotencias (en los 70, 80, 90), el proyecto alemán de fragmentación de España (finales 90 y principios 2000) y el proyecto de saqueo e intervención desata­do tras la caída de Lehman Brothers (fina­les 2000 y lo que llevamos de década) han deparado para nuestro país.

Los militantes de UCE se encadena­ron a la embajada soviética en el 79 para denunciar la invasión de Afganistán por la URSS, poco antes de lanzar en 1980 la campaña de recogida de firmas contra el ingreso de España en la OTAN denuncian­do a las dos superpotencias.

Tras la caída del muro de Berlín, ante el golpe de estado de los depuestos del PCUS contra Yeltsin, los militantes de UCE repar­timos públicamente un De Verdad espacial que denunciaba «se llaman comunistas, pero son fascistas» con una hoz y martillo enmarcada por una cruz gamada.

Durante años muchos militantes y cuadros de UCE han militado por la liber­tad en Euskadi haciendo frente a la ofen­siva nazi-fascista de los Arzallus-Ibarre­txe-ETA. Han sido muchas las agresiones sufridas, la mayoría a militantes mujeres, por atreverse a cuestionar su proyecto públicamente, en mesas, en repartos del periódico De Verdad, en manifestaciones, en manifiestos publicados en la prensa, en charlas y actos de los Ateneos XXI y en la participación directa en las elecciones en el País Vasco. Se nombraron uno a uno los camaradas que han militado en Euskadi y los años invertidos en ello.

Esta es la organización que se propone liderar un Frente Amplio de Unidad contra el saqueo y la intervención. Todo este bagaje sirvió para abordar la discusión de la situación nacional, in­ternacional y los objetivos políticos para las elecciones catalanas y generales.

Estos son los diferentes temas tratados en la Escuela Central de Marxismo 2015:

¿”Economía de mercado” o monopolios?

Nos dicen que “no hay una verdadera alternativa a la economía de mercado”,y que por tanto “la única alternativa realista” es pedir “responsabilidad social” a los monopolios, para suavizar sus excesos.

Negamos la mayor. Hace ya mucho tiempo que no existe “economía de mercado”, sino una economía monopolista crecientemente controlada por un pequeño puñado de oligarquías financieras. Bajo la dominación del imperialismo, la tendencia inevitable es al aumento de la concentración monopolista de la producción, el capital y la riqueza. Esto es lo que está pasando todos los días, tanto en nuestro país como en el resto del mundo: a la gran producción la reemplaza otra producción más grande, a mayor concentración le sucede una concentración mayor.

Llamar a la asunción de la “responsabilidad social” por parte de los monopolios es lo mismo que llamar a la imparcialidad de los patronos acerca de si se deben aumentar los salarios de los obreros disminuyendo los beneficios del capital. El monopolio es antagónico con los intereses del 90% de la población. Por su propia naturaleza, el monopolio ha nacido y sólo puede desarrollarse mediante la imposición, la fuerza, la coerción y la violencia. La “única alternativa realista” es, como señalaba Marx, “expropiar a los expropiadores”, poniendo a disposición del conjunto de la sociedad los ingentes recursos usurpados por una ínfima minoría

¿”Monopolios sin Estado” o capitalismo monopolista de Estado?

Nos dicen que “el poder económico ha colonizado por completo la política”, y que la alternativa progresista es fortalecer el papel del Estado para que “cumpla la función de freno político a la especulación financiera”.

No es verdad. No existen “monopolios sin Estado”. Por el contrario, el poder económico de las oligarquías financieras, de los principales bancos y monopolios, sólo ha podido nacer y desarrollarse por la imposición política a través del Estado.

Tras el estallido de la crisis en el campo imperialista hegemonizado por EEUU hemos asistido a una masiva intervención estatal en defensa de los intereses de explotación de las principales oligarquías financieras. Es gracias a la actuación del Estado, en propiedad del hegemonismo y la oligarquía, que se ejecuta el saqueo sobre el 90% de la población.

¿”Capitalismo de casino” o explotación capitalista?

Nos dicen que el “capitalismo de casino” ha sustituido al capitalismo productivo. Y que al dispararse la especulación financiera, el dinero genera dinero, sin que haya ninguna actividad productiva de por medio.

Frente a estas ideas, hemos establecido que la ganancia capitalista, la reproducción y revalorización del capital, tiene como única fuente la plusvalía. No existe capital “completamente desligado de la economía productiva”. Su condición de existencia es la explotación de la fuerza de trabajo asalariada, y por tanto su participación en la apropiación y distribución de la plusvalía.

La razón de la explosión del mercado de derivados financieros es la multiplicación por 2,5 del PIB mundial en los últimos 20 años. Y su base es la duplicación -de 270 a 500 millones- del número de proletarios en el mundo.

El atraco de la deuda

Se intenta conducir la rebelión ante el expolio que supone la deuda pública hacia la alternativa de una “reestructuración ordenada” de la deuda fruto de un “acuerdo cooperativo con los acreedores”, presentándolo como “una cuestión de eficiencia económica que permita el desarrollo económico”.

La realidad es que, tal y como ya planteó Marx, “la única parte de la riqueza nacional realmente en posesión de los pueblos es su deuda pública”. Porque el Estado socializa los costes y las pérdidas que acompañan a la expansión capitalista. Antes la construcción de los imperios coloniales, ahora el mantenimiento del aparato político-militar de EEUU.

La deuda pública es también un mecanismo de acumulación de capital garantizado para las oligarquías financieras, exento del riesgo de otras operaciones. Porque a través del Estado se garantiza, imponiendo a toda la sociedad tributos en provecho de los monopolistas.

Sin tomar como clave la defensa de la independencia nacional no es posible resolver el expolio de la deuda. No escaparemos del atraco de la deuda a través de un “acuerdo cooperativo” con los acreedores, donde se respeten los intereses de todos. Eso es imposible. Los intereses de las oligarquías propietarias de la deuda y los de los pueblos son antagónicos y no pueden conciliarse. La clave es la lucha de los pueblos contra el hegemonismo y el dominio de las oligarquías financieras.

La superpotencia norteamericana es el enemigo común de todos los pueblos del mundo

Nos dicen que, para impulsar un proyecto de progreso en beneficio de la mayoría, no tendremos un problema serio con los acreedores u otros actores exteriores, sino que el problema fundamental serían las élites corruptas defraudadoras e improductivas”.«El futuro pertenece a los pueblos y a la revolución»

La realidad es que en la época del imperialismo, la política internacional correspondiente al dominio del gran capital financiero se reduce a la lucha de las grandes potencias por el reparto económico y político del mundo. Reparto que ha llevado en nuestros días a la existencia de una única superpotencia hegemonista, EEUU, el enemigo común de todos los países y pueblos del mundo.

Nos repitenque “el discurso ‘OTAN no, bases fuera’ es complicado que funcione en 2014”. Y que “lo que necesitamos es una estructura militar europea integrada para tener más autonomía del Pentágono”.

Aceptar la OTAN y las bases es aceptar la subodinación y el sometimiento de nuestro país al hegemonismo yanqui, convirtiéndonos en peones de su política de agresión. Apostar por la estructura militar integrada europea es trabajar por fortalecer y hacer avanzar el proyecto imperialista franco-alemán en su punto más débil: la fuerza militar.

Sí hay alternativa al capitalismo. ¡Viva el comunismo!

Hoy -y ya van…- se decreta una vez más la muerte del comunismo. Incluso desde las filas de algunas organizaciones de izquierdas se establece que “los ideales por una sociedad más justa en la que el ser humano se ponga por encima de los intereses del beneficio es fundamental”, pero “el comunismo forma parte de un mundo político que ya murió”.Para ello deben subvertir la realidad, estableciendo que “somos demasiado pequeños para cargarnos el capitalismo”. Borrando la realidad del avance de la lucha de los pueblos contra el dominio imperialista.

Lo que los hechos confirman es la tesis marxista de que la época que vivimos es la del imperialismo agonizante y el ascenso de la revolución proletaria mundial.

Nos dicen que “quien quiera pensar en arcadias en las que se haya abolido la explotación del hombre por el hombre, bueno… eso está bonito para discutir en las facultades de filosofía”. Pero lo que es una quimera, cuyo único objetivo es que aceptemos resignadamente su dominio, es decretar que hay un modo de producción “inmortal”, porque no existe alternativa a él, el capitalismo. Quien está no muerto pero sí moribundo es el capitalismo, y será sustituido inevitablemente por el comunismo. El futuro pertenece a los pueblos y a la revolución.

Puedes recibir el dossier de la Escuela Central de Marxismo 2015 y las conclusiones principales de todos los debates. A través del correo redeverdad@yahoo.es, o llamando al teléfono 665771533.

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