El castillo de la localidad toledana de Maqueda está en venta. El Gobierno le ha puesto el precio de 9,5 millones de euros y está a la espera de un comprador. El castillo de la Vela fue declarado Monumento Histórico Artístico y se encuentra sobre las bases de una fortaleza árabe, donde durante un tiempo la reina Isabel La Católica vivió. En el siglo XV fue reconstruido y ampliado por Gutierre de Cárdenas, pero al trasladarse los dueños del castillo al municipio toledano de Torrijos.
Pero no es el único. La Sareb, el banco malo que se ha hecho cargo de los créditos y activos “problemáticos” de las entidades con ayudas, ha puesto a la venta una docena de viviendas e inmuebles “singulares” la mayoría de los cuales están en la costa mediterránea. Según informa la sociedad, que ha bautizado la iniciativa como Proyecto Paramount, se trata de «las mejores casas exclusivas de su cartera» y su precio oscila entre los 300.000 euros y los tres millones. En el catálogo destaca un castillo mediaval en Huesca, a la venta por medio millón de euros tras una intensa reforma, como ha ocurrido en el caso de Maqueda, y con 800 metros cuadrados construidos. «Así, el peso de España como país va acompañado por su capacidad de decisión y de posesión de títulos de propiedad sobre su patrimonio artístico e histórico»
¿Nadie nos presiona para que vendamos nuestro patrimonio? No oficialmente. Pero lo estamos haciendo. Poco a poco, como un goteo y por la puerta de atrás.
Liquidar el patrimonio
¿Es esto una consecuencia más de la crisis? Si. Pero es un fenómeno que se está dando en todos los países del sur de Europa sometidos a las directrices de la Troika. Portugal ha puesto recientemente en venta 85 obras de Miró, y a finales del año pasado se hicieron públicas las presiones de la Troika sobre Grecia para que ponga a la venta el patrimonio del Estado, entre las que se encuentran algunas de las más importantes joyas históricas de la cultura griega, es decir, la de toda la humanidad.
Algo que no solo ha indignado a gran parte de la comunidad internacional -excluyendo a los círculos de influencia germana y norteamericana que no constituyen más de un 30% de países-, sino que ha escandalizado a amplios sectores profesionales del Arte. Y aunque España no pasa aún por las condiciones portuguesas y griegas, todo apunta a que van a seguir siendo el espejo en el que mirarnos. También en el peligro que corre nuestro patrimonio histórico.
Qué tienes, cuánto vales
El arte es un símbolo, una seña de identidad de una clase, de un sector social, de un país. Históricamente la propiedad sobre el arte ha simbolizado un estatus social, y el patrimonio histórico de un país su peso y papel en el mundo. Sirvan como ejemplo la apropiación por parte de EEUU de todo el patrimonio artístico de la Alemania nazi, o el expolio colonial visible en el British Museum o en multitud de museos emblemáticos de EEUU, por no hablar del peregrinaje de las cientos de obras de arte español desde los fondos franceses a las casas de subastas norteamericanas.
Así, el peso de España como país va acompañado por su capacidad de decisión y de posesión de títulos de propiedad sobre su patrimonio artístico e histórico. Como una pequeña herida en el costado, de las que no matan pero te desangran, vamos dejando por el camino nuestra historia en forma de tributo al saqueo imperial. Tiempo al tiempo y atención a los nombres de aquellos fondos que vayan comprando castillos por España.