Saqueo a todo trapo

El fondo norteamericano Aurelius, que pleiteó contra Argentina, llega a España para aprovecharse de la endeudada situación de grandes empresas.

Aprovechando la extrema debilidad de Royal Urbis, el gigante inmobiliario que está intentando no entrar en liquidación tras finalizar un concurso de acreedores, el fondo estadounidense Aurelius Capital Management ha comprado parte de su deuda y ahora tiene voto en el destino de la inmobiliaria. Hechos como este se han convertido en habituales desde que, unos años antes de ser presidente, Donald Trump pronunciara su «España está enferma y es la hora de aprovecharse». (1)

Aurelius Capital es conocido por su disputa con el Gobierno de Argentina. Los Kirchner se resistieron hasta que el actual presidente Macri cedió un acuerdo que el Washington Post cifró en una ganancia del 153% para el Fondo: obtuvo 9.300 millones de dólares. Este tipo de inversores son conocidos como «fondos buitres», tanto por atacar piezas moribundas como por su actuación buscando ganancias rápidas, trozeando las compañías que compran y rentabilzado su inversión a costa de destruir tejido industrial, liquidar beneficios sociales… Empresas como Fagor, Flex, Pikolin, Scalextric, Blanco, Caramelo, Alfa, Cacaolat…, cayeron en sus manos al comienzo de la crisis. Bankia vendió un paquete de préstamos de consumo a un grupo de fondos buitre (Cerberus, Lindorf y Elliot) valorado en 1.354 millones de euros por apenas 68 millones de euros. Y Goldman Sachs adquirió al anterior gobierno autonómico 3.000 pisos del Plan Joven de la Comunidad de Madrid por 201 millones, una operación denunciada por los sindicatos. Pero este no es el único tipo de fondo de inversión, ni siquiera esa es su actuación más frecuente. Los Fondos que han llegado a España han comprado para consevar largo tiempo el patrimonio y llevarse beneficios de manera estable durante muchos años. Y se lo están quedando todo.

De este a oeste

El diario valenciano Levante publicaba recientemente: «Fondos de inversión extranjeros buscan colegios privados en Valencia». Sí también se apropian de la educación. Sobre el papel un grupo de Suecia dedicado a la enseñanza (Internationella Engelska Skolan) adquiría la mitad del grupo educativo valenciano Iale Elian’s (colegios bilingües).  Tirando del hilo aparecía que a su vez el dueño de la empresa sueca es el fondo estadounidense TA Associates, vinculado con el control de universidades privadas en EE UU. ¿Un caso aislado? Al contrario: fondos de capital riesgo adquirieron en 2014 el grupo Laude (siete colegios en la Comunidad Valenciana) y Magnum Capital se quedó con otros 8 colegios del grupo Nace. Un inversor revelaba crudamente que compraban en la costa porque «en Madrid está saturado el sector por los 54 colegios construidos por empresas privadas sobre suelo público a cambio de garantizarles el concierto educativo durante 75 años, una privada low cost que se beneficia de lo público mientras los padres costean parte de la enseñanza».

En la otra punta de España el periódico La Voz de Galicia destacaba hace unos meses que «fondos de inversión ya son dueños de los mayores centros comerciales de Galicia». Cinco de las mayores superficies comerciales de Galicia cambiaron de manos, 29 en toda España en el último año y medio. El artículo calificaba de asombroso que «la mayor parte de las transacciones están firmadas por socimis (sociedades de inversión inmobiliaria), participadas por fondos de inversión extranjeros.» Por ejemplo detrás de la compañía Lar-España aparecen entre sus accionistas de referencia firmas de EEUU como Blackrock, Franklin Templeton, Pimco, Ameriprise Financial y Bestinver. Incluso en aquellas inmobiliarias como Merlin, controladas por los grandes Bancos como Santander, están también presentes los fondos Blackrock, Invesco, Principal Financial Group o Standar Life Investmet.

Rentistas 

Desde que en 2014 el periódico financiero de Wall Street Journal, publicó: «200 fondos extranjeros rastrean España con 40 mil millones de euros listos para invertir», poco se escapa de su punto de mira. Inmobiliarias, centros de enseñanza, hospitales, centros comerciales, suelo edificable o de uso  industrial,  edificios de oficinas para alquiler, y por supuesto grandes compañías y bancos. La velocidad, profundidad y volumen de sus inversiones han convertido a los fondos norteamericanos (y en mucha menor medida Alemanes, Franceses y Británicos) en los grandes rentistas de España. A lo que hay que unir el endeudamiento de las empresas, pues con datos de 2013 del Banco de España,  uno de cada tres créditos fueron solicitados a la banca extranjera.Y si hablamos de préstamos a las compañías relacionadas con tecnología los Fondos concentran más del 80% de todo el volumen de capital aportado.

Metro a metro 

¡Un millón de metros cuadros de suelo! en Madrid, Barcelona, Costa del Sol y Baleares, declara Castlelake, otro grupo financiero del otro lado del Atlántico que se lanza directamente a promover la construcción de viviendas. También están copando las actividades de intermediación, como gestores de ventas:  el intermediario inmobiliario estadounidense Eastdil Secured fue la encargada de vender el centro comercial Diagonal Mar de Barcelona por 493 millones a Deutsche Bank… Otro fondo norteamericano como Elandis, especializada en alquiler de pisos y hoteles, ha instalado su cuartel europeo en Madrid, y  ha declarado el objetivo de quedarse con inmuebles por  valor de 500 millones. La división europea de Kennedy Wilson está superficies comerciales, supermercados e incluso tiendas de calle para tener como inquilinos a Carrefour o Dia.

Diagnóstico

Y si esta voracidad, es el aprovechamiento de un paciente enfermo, ¿cuál es el mal que aqueja a nuestro país? El grado en que el capital extranjero domina sus negocios evidencia una oligarquía española que se muestra débil porque ha aceptado su dependecia de las grandes potencias. Esas potencias tienen la capacidad de intervenir desde dentro en la vida política del país, de tal forma que ninguno de los últimos gobiernos ha presentado ningún rumbo propio. Como contestó Rajoy en una rueda de prensa tras un Consejo Europeo a la pregunta de qué planes tenía para el año «lo importante no es qué planes tengo yo, sino cuáles tiene Alemania». Ya saben la respuesta si hubiera sido tras una reunión con Trump.

(1) La frase aparece citada en un artículo muy difundido del periodista M. A. Moreno (El blog salmón 10/03/2014) 

Concentración de capital 

Cuando hablamos de un fondo de inversión, éste puede estar formado por miles de pequeños ahorradores que compran una participación, la cual gestionarán los directivos del fondo para devolverles una rentabilidad. Esta es una parte de la realidad; pero la otra es que el nivel de concentración de capital llega a que un tercio de esos gigantescos fondos están formados por menos de 10 socios.

Los inversores extranjeros controlan el 43,2% de la Bolsa española.

  • BlackRock. El mayor gestor de fondos financieros del mundo. Maneja más de cinco billones de dólares. Sus inversiones en empresas del Ibex suman 17.000 millones de euros. Es el mayor accionista en los bancos  Santander y BBVA, y es relevante su posición en Telefónica.
  • Vanguard: La gestora estadounidense,  dispone de 3,5 billones de dólares. En el Ibex 35 tiene participaciones valoradas en 9.000 millones: en DIA,  BBVA o  Inditex. 
  • Fidelity, presidida por una de las diez mujeres más ricas de EE UU. Entre sus participadas destacan Indra y Amadeus. Los activos bajo su gestión casi duplican el PIB de España.  
  • Capital Group: Tiene acciones de Abertis y Acciona. Con sede en Los Ángeles, administra 1,4 billones a nivel global.
  • BlackRock y Vanguard tienen intereses en casi todas las empresas del índice Ibex 35. JPMorgan y la alemana Deutsche Bank están también entre los mayores inversores en España.

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