El Observatorio

Retrato (distorsionado) de un paí­s

La distorsión de la realidad es un fenómeno que le acontece a cualquiera que quiera retratarla o apresarla desde un punto de vista particular. Por eso cada «retrato» lo es tanto de la realidad como del que retrata. La impronta del reportero queda siempre impresa. En este caso, el «retrato de un paí­s» que nos ofrece El Paí­s Semanal a través del perfil de 100 ciudadanos, que cuentan sus vidas en plena crisis, es un preciso espejo, sí­, de una parte de la ciudadaní­a española, pero un espejo deformante que en aras de ofrecernos una imagen «positiva» y «optimista» renuncia deliberadamente a toda objetividad y busca denodadamente el engaño.

Esa voluntad de engaño es clara desde la rimera página, desde el primer perfil, el del "Desocupado" (que no parado). Parece que va a haber una lección de realismo. Pero no, para encontrar al siguiente parado tenemos que ir al perfil 47. Y creo que hay otro más. Tres de cien. Pero que yo sepa, los parados en España son ya el 18% de la población activa. Y como, si exceptuamos a tres (un bebé, un ama de casa y un jubilado), los demás personajes son todos trabajadores en activo (empresarios, funcionarios, profesionales u obreros), resulta que la "impresión" que uno se lleva, inevitablemente, es la de que el paro es más una "amenaza" (ya que todos lo temen) que una "realidad". Según el retrato de El País, el 94% de la población está trabajando, bastante a gusto con su trabajo…y, eso sí, con un cierto temor y algunas dificultades. La distorsión es obvia. No es lo mismo el perfil de un país con un 5% de parados, que otro con casi el 20% como es España. Por cierto, que entre ese minúsculo número de parados no hay ninguno que corresponda a esos 600.000 que ya no tienen nada: ni paro, ni subsidio, ni ingreso de ningún tipo. ¿Qué pasa, que afearían en exceso la foto? ¿Degradaría el retrato exponer la miseria pura y dura que hay? Sí, el público de El País Semanal puede que saliera con la "sensibilidad herida" si contemplara que, bajo un gobierno del PSOE, hay esas "llagas" en la realidad. Busco otra referencia: los inmigrantes. En España son ya el 13% de la población y, como mínimo, otro tanto en el mercado laboral. En el retrato de El País hay seis. Un porcentaje más aceptable (un 6%), pero también claramente distorsionado. La mayoría, además, son muy poco representativos, diría yo: una empresaria china, una ladrona rumana, un imán islámico, una gogó venezolana… Yo creía que la mayoría de los inmigrantes trabajaban en la construcción y en la agricultura, pero, en este retrato, no hay ni albañiles ni jornaleros inmigrantes. Ni siquiera manteros… Ya llevamos casi un 25% de la realidad fuera del retrato. Pero no vamos a seguir por este camino. Lo que ahora me intriga es quién ha entrado dentro para dejar fuera a ese 25%: algunos son verdaderamente anecdóticos, como el propio Zapatero (presidente del gobierno sólo hay uno) o los dos aristócratas seleccionados (que trasvasados a cifras concretas nos darían un 2% de aristócratas en España: casi 800.000 personas), pero el resto yo diría que se corresponde milimétricamente a un perfil de clases medias lectoras habituales de El País: catedráticos, actores, pediatras, científicos, jueces, diseñadores, arquitectos, estudiantes de máster, funcionarios, sindicalistas, editores de prensa, ecologistas, músicos, escritores, bloggers, pintores, cineastas, directores de banco, policías, informáticos, pilotos, periodistas, inspectores de Hacienda, consejeros delegados de empresas, modelos, rectores de Universidad, alcaldes y voluntarios sociales. ¿Retrato de España o autorretrato de El País?

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