Hector Nuila. El Frente Amplio ante las Elecciones en Guatemala

«Respeto mutuo, reciprocidad y soberaní­a»

URNG-MAIZ es una de las tres formaciones polí­ticas que componen el Frente Amplio, encabezado por la Premio Nobel Rigoberta Menchú. Guatemala es uno de los paí­ses más pobre de América Latina, en el que la contrainsurgencia, dirigida por EEUU, impuso el terror durante más de cuatro décadas.

La Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca se fundó en la clandestinidad como una organización olítico-militar, coordinadora de las cuatro organizaciones guerrilleras que desde principios de la década de los años 70 se habían alzado en armas. El 7 de febrero de 1982 el Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP), las Fuerzas Armadas Rebeldes (FAR), la Organización del Pueblo en Armas (ORPA), y el Partido Guatemalteco del Trabajo (PGT), constituyeron la URNG, en su afán por tomar el control del poder del Estado y llevar a cabo una revolución política y social en Guatemala. A partir de esa fecha paulatinamente fueron conformando una sola entidad, que cristalizó paralelamente a la suscripción de los acuerdos de paz en 1996, uno de cuyos resultados fue la desmovilización de las fuerzas guerrilleras y la reinserción de la militancia en la vida política y ciudadana. La URNG se convirtió el 18 de diciembre de 1998 en un partido político, lo cual la habilitó para participar en el proceso electoral de 1999. Como resultado de la convergencia de diversos esfuerzos políticos y sociales, el 19 de noviembre del 2006 se anunció la constitución del Movimiento Amplio de Izquierda (MAIZ), con objetivos de mediano y largo plazo que trascendían el proceso electoral. MAIZ fue la expresión político electoral de diversas organizaciones democráticas, progresistas, populares y revolucionarias, que canalizaron en URNG. Hasta la fecha dos diputados representan a URNG-MAIZ en el Congreso. Hector Nuila es uno de ellos, Secretario General de la organización. ¿Cuáles son las aspiraciones del Frente Amplio en estas Elecciones? Nosotros vemos esto dentro de un contexto. En el año 99 logramos una alianza entre los grupos de izquierdas, y en esta oportunidad retomamos esta cuestión que se había quedado en suspense, y conformamos la coalición de tres partidos políticos y constituimos el Frente Amplio. Eso nos permite, en la medida de lo posible, concentrar esfuerzos y diseñar una estrategia con una fuerza cualitativamente superior a las elecciones pasadas. En estas elecciones esperamos, como mínimo, cambiar la correlación de fuerzas que existe en Guatemala, y no renunciamos a empeñarnos a fondo, aprovechando los últimos momentos, puesto que en Guatemala todavía no todo está escrito. Las encuestas publican lo que quien las contrata quiere. ¿En varias ocasiones se ha hablado, desde el Frente Amplio, de refundar el Estado?, ¿a qué se refieren? El estado guatematelco es un estado monoclasista, etnocéntrico y patriarcal. Hacen falta toda una serie de profundas reformas, algunas contempladas en Los Acuerdos de Paz, en materia de naturaleza y carácter del estado, sus funciones, y ante todo de su papel rector del desarrollo y de equidad nacional, que le corresponde. Aunque esté escrito en la Constitución, obviamente, por su carácter monoclasista, etnocentrista y patriarcal, no puede cumplir con esa función. Guatemala es un país cuya viabilidad está en riesgo. La corrupción es una de las formas principales de ejercicio del poder por parte de los poderes económicos nacionales y transnacionales, que se han encargado, a lo largo de la historia, de comprar la incondicionalidad de jefes militares y políticos civiles. Han logrado institucionalizar la corrupción, de tal manera que acompaña cualquier acción del Estado. Hoy tenemos un ejemplo claro. Estábamos en el Congreso de la República para aprobar la Ley Antievasión II, donde se establecen mecanismos para garantizar que el poder económico, especialmente la oligarquía exportadora, no evada impuestos, y cabalmente ellos acusan de inconstitucionalidad estos mecanismos, y hoy, por mayoría, el Congreso ha retirado esa votación de la agenda, no sabemos hasta cuando. Esos mecanismos de ejercicio del poder son también los que hay que erradicar. El carácter del proceso democrático dentro del Estado tiene que ser representativo, pero una representatividad cuantitativa y cualitativa, es decir, de los intereses nacionales y no de una sola clase social. Todo esto pasa por reformas en Justicia, en la Ley Electoral y de Partidos… ¿Cuáles son los mecanismos que podrían permitir la redistribución de riqueza en Guatemala, y en qué estado se encuentran ahora? La distribución de la riqueza debería tener como eje rector la justicia social; la equidad es la expresión óptima de la justicia social. En el país los salarios están muy por debajo de lo que se establece en el salario mínimo. Hay formas de evasión permanente del sector privado, y una de ellas es el papel incondicional de la Inspectoría de Trabajo que pertenece al Ministerio de Trabajo, al servicio de los intereses de la clase patronal. Otra forma de distribuir la riqueza es a través de los servicios públicos, a través de la carga impositiva sobre la ganancia neta y de que el sistema impositivo sea progresivo y no regresivo. En síntesis, el que gana más que pague más. En Guatemala es al revés. El 80% de los ingresos del Estado se obtienen a través del Impuesto al Valor Agregado, que es un impuesto indirecto que está cargado al consumo, y el Impuesto sobre la Renta, que es un impuesto directo, y está cargado al salario. El gran capital evade permanentemente y tiene exenciones del Estado en materia impositiva. Esto exige una gran reforma tributaria. Luego está el tema de la tierra, que tiene ya más de cinco siglos en Guatemala. Sin embargo, actualmente, con la ampliación de la frontera agrícola sobre el territorio, cada día se da no con fines de garantizar la seguridad alimentaria, sino en beneficio de la agroindustria, destinada a producir etanol y biocombustibles. Este uso a gran escala ocasiona que aún se dan despojos de las tierras de la población, invasión de los latifundistas comunales, con desalojos, desplazamientos y desarraigo de la población. En Guatemala se aplica la política de desalojos represivos. Con el gobierno de Colón se han dado más de 15 desalojos represivos, quedándose siempre en el marco de la impunidad, sin esclarecerse si fueron las fuerzas públicas o las policías privadas. Actualmente hay un gran problema de refugiados con México. En el extremo nororiente del país hay un mega proyecto en el que tienen intereses económicos el presidente de Guatemala y el de México. Acaban de efectuar un desalojo a gran escala con varias familias refugiadas en México. Guatemala se niega a cumplir con los compromisos en materia de derechos humanos que tiene con los desalojados. Hay otro problema serio en el norte del país, donde 15 comunidades fueron desalojadas por un ingenio. A pesar de que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos le ha dictado al gobierno de Guatemala la orden de tomar medidas cautelares para proteger la vida de la población. Esto fue el 20 de Junio, y hasta la fecha las autoridades guatemaltecas no se ponen de acuerdo para coordinar cómo van a aplicar esas medidas. Mientras se ponen de acuerdo, o no, van cinco campesinos asesinados por los sicarios al servicio de la seguridad privada de la empresa. Con todo esto la redistribución de la riqueza es un sueño. ¿En diferentes procesos populares y democráticos en iberoamerica, de distinto signo ideológico, la soberanía nacional a jugado un papel crucial, especialmente frente a EEUU? ¿Cuál es la situación de Guatemala a este respecto? Los EEUU buscan la forma de tener siempre la hegemonía sobre la conducción del Estado. En este momento encontraron un eje muy sensible que es la lucha contra el narcotráfico. A partir de ahí lo que hay es intrusismo militar y policiaco por parte de la embajada norteamericana. Tienen un proyecto en Guatemala, que es el proyecto Jaguar, en coordinación con el plan Mérida en México, y el plan Colombia en la República Colombiana. Es una red de control latinoamericana para mantener una presión psicológica sobre los procesos democratizadores en América del Sur y Centroamérica. La embajada norteamericana interviene de forma directa en decisiones de gobierno y del Congreso de la República. ¿Cómo valoran estos procesos populares en toda latinoamérica y qué relación con ellos defienden para Guatemala? El tipo de relaciones que se dan dentro de la concepción de las relaciones internacionales entre la derecha y la izquierda son cualitativamente diferentes. En la derecha se dan sobre la base de la intromisión, la sumisión, el colonialismo y el neocolonialismo. Y en la izquierda se dan sobre la base del respeto mutuo, la reciprocidad y el respeto a la soberanía y el no alineamiento. Esto lo ha mantenido quien tiene experiencia en América Latina por más de 50 años que es la revolución cubana. En estos momentos las relaciones que se están implementando fruto de los procesos democratizadores se concretan en el proyecto ALBA. El proyecto ALBA no es un simple instrumento del Tratado de Libre Comercio, como se ve dentro en el contexto neoliberal, sino que es la creación de bases de relación de cooperación y solidaridad en términos económicos, políticos, sociales y culturales. Dentro de estas relaciones, el mercado que se origina tiene otras leyes distintas a las del mercado neoliberal. Compartimos esas relaciones y las fomentamos. Lo que no existe en el mercado neoliberal, y así lo dicen sus teóricos, es la solidaridad. Los procesos de participación y emancipación de los pueblos indígenas en Ecuador y Bolívia pueden ser un precedente para el proceso de participación de los pueblos indígenas en Guatemala. Aunque aquí tenemos la propuesta de Los Acuerdos de Paz, según la cual los derechos de los pueblos indígenas, el carácter de la nación y del estado guatemalteco, pasan por la construcción de una nueva identidad en la que la piedra angular es la identidad indígena. ¿Cuáles son las principales dificultades que se han encontrado en la campaña? Nosotros siempre vamos a encontrar una dificultad que es también nuestra fortaleza, porque no nos ata a nadie, que son las dificultades en el orden económico. Sin embargo hay otras inherentes al proceso político guatemalteco. Hay que tener en cuenta que el modelo de partidos políticos guatemalteco y de los procesos electorales en Guatemala, aún hoy responden al modelo diseñado en tiempos de la contrainsurgencia, en donde los procesos eleccionarios solo servían de máscara para encubrir que el ejército guatemalteco ejerciera como eje central y factor principal del poder. En esos momentos el ejército es desplazado a partir de Los Acuerdos de Paz, pero no la otra oligarquía criolla y algunos elementos de las compañías transnacionales que actúan dentro del país. En este sentido el aplastamiento psicológico de la población es muy grande, porque aprovechando la situación de pobreza extrema que vive el país pretenden comprar la conciencia popular, a cambio de baratelas y situaciones regresionistas. Nos encontramos también, en gran medida, con la manipulación ideológica, política y económica que hacen las iglesias fundamentalistas. Y también tropezamos aún con los efectos paralizantes del terror de todos los aparatos de control de población que utilizó la contrainsurgencia. Todo estos son dificultades que tenemos que enfrentar y superar para salir de esta situación. ¿Cuál ha sido la evolución del apoyo popular al Frente Amplio? No hemos podido llegar a cuantificarlo, como para que pueda ayudarnos. Pero sí se ve el respaldo popular, principalmente por el papel que hemos jugado en los últimos años en relación a la defensa de los recursos naturales, los intereses nacionales, la soberanía nacional, la defensa de los derechos del campesinado, la política contra los desalojos represivos, nuestro trabajo en torno a la explotación minera… toda una serie de cuestiones que la población percibe. Ahora hay que ver cuánto se traduce en votos, porque no necesariamente todo se traduce en votos. A nivel internacional la crisis se ha agudizado enormemente y desde diferentes foros se reclama que EEUU no pretenda que la crisis la paguemos el resto de países a su favor. ¿Cree que esto es una exigencia que une a todos los pueblos y países del mundo? Cabalmente éste es uno de los ejes de trabajo de nuestra política exterior. Y por eso planteamos nuestra incorporación inmediata al ALBA y a otros organismos multilaterales internacionales que surgen con el respaldo popular, y no con la iniciativa de las transnacionales. Cronología de los Acuerdos de Paz Hace 15 años que se firmaron los Acuerdos de Paz, que dieron fin al segundo conflicto armando más duradero de América Latina. Algunos de los ejes fundamentales de aquellos acuerdos siguen siendo hoy parte fundamental del programa de las fuerzas populares guatemaltecas, en este caso, del Frente Amplio. 7 de agosto 1987 Los presidentes de los países de Centro América sientan las primeras bases para la búsqueda de una solución negociada del conflicto con la firma del Acuerdo Esquipulas II en la ciudad de Guatemala. Octubre 1987 La URNG, coalición que agrupa al movimiento guerrillero, acepta el diálogo propuesto por el Presidente Vinicio Cerezo (1986-1991) durante una gira por Europa y decreta un cese unilateral del fuego para favorecer las conversaciones. Representantes de las partes se reúnen en Madrid, España. Agosto, 1988 La Comandancia de URNG se reúne en San José de Costa Rica con la Comisión Nacional de Reconciliación, que preside el Obispo Rodolfo Quezada Toruño, con el objetivo de reabrir el diálogo interrumpido en Madrid, España. 30 de marzo 1990 Delegados de la Comisión Nacional de Reconciliación y la URNG firman en Oslo Noruega, un “Acuerdo Básico para la búsqueda de la Paz por medios políticos” conocido como el “Acuerdo de Oslo” y nombra al Obispo Quezada Toruño “Conciliador” del proceso. Mayo, 1990 La URNG se reúne con los representantes de los partidos políticos en Madrid, España, para promover una reforma constitucional. 1 de junio de 1990 La URNG se reúne con representantes de la Instancia Política, la CNR y la observación de Naciones Unidas. Se suscribe el Acuerdo de San Lorenzo El Escorial sobre actos preparatorios de naturaleza jurídica. 1 de septiembre de 1990 En Ottawa, Canadá, se reúne la Comandancia de la URNG con el CACIF, la CNR y la observación de Naciones Unidas. 26 de septiembre, 1990 En reunión con los líderes de la URNG en Quito, Ecuador, representantes de las iglesias expresan su apoyo a la paz. 26 de abril, 1991 Se inicia la negociación directa de las negociaciones y se aprueba el “Acuerdo de México”, que contiene las normas de procedimiento y temario. 25 de julio, 1991 Se suscribe en Querétaro, México, el “Acuerdo sobre la Democracia en Guatemala”. Se inicia la discusión del tema sobre los derechos humanos. Mayo, 1993 Discrepancias en torno al tema de los Derechos Humanos y la instalación de una Comisión de la Verdad, determinan el estancamiento de las negociaciones, cuando el Gobierno condiciona la firma de los acuerdos a un cese del fuego. El rompimiento del orden constitucional del 25 de mayo, promovido por el entonces Presidente Jorge Serrano Elías, determina la suspensión del diálogo de la paz. Octubre, 1993 El nuevo presidente Ramiro De León Carpio expone ante las Naciones Unidas su “Plan de Paz”, a partir del Acuerdo de Esquipulas II. La URNG rechaza el que se desconozcan los acuerdos de Oslo y México. 10 de enero 1994 Se suscribe el “Acuerdo Marco para la Reanudación del Proceso de Negociación ente el Gobierno de Guatemala y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca” en México, DF. También se crea la Asamblea de la Sociedad Civil con Monseñor Quezada Toruño como Presidente. 29 de marzo, 1994 Se suscribe el “Acuerdo de Calendarización las Negociaciones para una Paz Firme y Duradera”, que establece el compromiso de llegar a la paz duradera durante 1994. 17 de junio, 1994 Se suscribe el “Acuerdo para el Reasentamiento de las Poblaciones Desarraigadas por el Enfrentamiento Armado” en Oslo, Noruega. 23 de junio, 1994 Al cabo de largas negociaciones, se suscribe el Acuerdo sobre el Establecimiento de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico de las Violaciones a los Derechos Humanos y los Hechos de Violencia que han causado sufrimientos a la población guatemalteca” 31 de marzo, 1995 Se firma en México el “Acuerdo sobre Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas” 12 de febrero, 1996 El Gobierno y la URNG emiten un comunicado conjunto en el que informan sobre un encuentro directo ocurrido en diciembre de 1995. 6 de mayo, 1996 Suscripción del “Acuerdo sobre Aspectos Socioeconómicos y Situación Agraria” 19 de septiembre, 1996 Se suscribe en México el “Acuerdo sobre Fortalecimiento del Poder Civil y Función del Ejército en una Sociedad Democrática”, último “tema sustantivo” de la agenda. Diciembre, 1996 Se firman los siguientes Acuerdos: Día 4: “Acuerdo sobre el Definitivo Cese al Fuego”, en Oslo, Noruega. Día 7: “Acuerdo sobre Reformas Constitucionales y Régimen Electoral”, en Estocolmo Suecia. Día 12: “Acuerdo sobre bases para la incorporación de la URNG a la Legalidad”, en Madrid, España. 29 de diciembre, 1996 Se suscriben en la Ciudad de Guatemala el “Acuerdo de Paz Firme y Duradera” y el “Cronograma para la implementacion, cumplimiento y verificación de los Acuerdos de Paz”.

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