Una historia repetida

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Pablo negó tres veces. Es una historia tan vieja como la del Huerto de los Olivos.

En el debate de investidura a Pedro Sánchez le ha faltado que las abstenciones se convirtieran en Síes para haber salido investido presidente y el país hubiera tenido un gobierno de coalición de izquierdas “progresista” de PSOE y Unidas Podemos.

Así lo han manifestado diferentes fuerzas que estaban a la espera de que se confirmara el acuerdo. Que no llegó.

 Lo ha dicho Aitor Esteban, el portavoz del PNV que ha reprochado a Pedro Sánchez que no haya buscado complicidades de otra manera, y a Pablo Iglesias que “el cielo se conquista nube a nube”. Hasta Rufián de ERC lo estaba esperando.

Lo esperaba especialmente el representante de Compromís, uno de los partidos de izquierda que gobiernan en la Comunidad Valenciana, que ha lamentado que Sánchez e Iglesias dejen pasar esta oportunidad para un gobierno de izquierdas y defrauden las esperanzas que se habían puesto en esa posibilidad.

Hasta en el seno de la coalición Unidas Podemos, Izquierda Unida esperaba un cambio desde Pablo Iglesias para votar Sí a un gobierno de coalición

Y hasta en el seno de la coalición Unidas Podemos, Izquierda Unida esperaba un cambio desde Pablo Iglesias para votar Sí a un gobierno de coalición.

Pero el acuerdo no llegó. La posiciones se mantuvieron entre el PSOE (su última oferta, rechazada por Podemos, incluía una vicepresidencia de Asuntos Sociales y tres ministerios: el de Vivienda y Economía Social; Sanidad, Asuntos sociales y Consumo y el Ministerio de Igualdad) y Podemos que recriminaba que se les ofrecían carteras ministeriales con competencias limitadas, por ejemplo en el ministerio de Vivienda.

Hace tres años, en marzo de 2016, Pablo Iglesias, votaba en contra de la investidura de Pedro Sánchez, que había firmado un acuerdo para paliar los recortes y de regeneración democráctis con Ciudadanos,  con un duro discurso en el acusaba al PSOE de ser el partido que «impide revertir los recortes y consolida la política del PP»,  y otras referencias a dirigentes históricos socialistas.

Ahora por segunda vez, Pablo Iglesias repite la historia y vuelve a votar No, impidiendo que se forme un gobierno progresista de coalición de izquierdas.

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