Cargando...Ayer en Berlín, ante el alarmante retroceso que acumula Alemania ya que está sufriendo su peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial. Con un descenso cercano al 7% del PIB, con una tasa de paro situada en el 8%, la federación de sindicatos logró congregar a cerca 100.000 trabajadores en las calles de Berlín, protestando por lo que considera una falta de acción por parte del ejecutivo de la canciller Merkel. A diferencia en España con una tasa de paro que ya supera el 13% nuestros sindicatos «callan como zorras» y como mucho se manifiestan contra las medidas europeas. Nuestros sindicatos están actuando como verdaderos mercenarios del ejecutivo español, por su total negligencia con respeto a los intereses de la clase trabajadora.
"Si no actuamos habrá consecuencias ara la democracia y la paz social", estas son las conclusiones que el presidente de la federación sindical de Alemania, declaro en la marcha de Berlín en la que, reclamó un "cambio de curso" argumentando que, “para salir de la crisis, Alemania necesita otro plan de estímulo económico, que se sumaría a los dos ya aprobados por el Ejecutivo de la canciller Merkel.”la manifestación a la que se habían convocado a grupos sindicales de diversos países europeos agrupo a unos 20.000 trabajadores exigiendo que los Gobiernos primen el mantenimiento del empleo. Estas manifestaciones son el preludio de la realidad que le esperan a los pueblos del mundo. Manifestaciones que como un reguero de polvora estallaran en todos los confines del planeta. Pueblos que exigirán a sus gobiernos, que las ayudas que se otorguen no vayan dirigidas a mantener a flote el sistema financiero imperialista. Gritaran y corearan en todo el mundo que se tomen medidas que beneficien al pueblo, “medidas orientadas a la redistribución de las riquezas, en la actualidad monopolizada por una ínfima élite, con un consecuente programa de ahorro nacional, destinando ese dinero a la creación de riqueza y empleo” Medidas que protejan a la clase obrera, al pueblo.Los sindicatos españoles, tendrán que justificar la “confianza” que sectores de los trabajadores españoles le s han otorgado como defensores de sus intereses, y si hay que empezar haciendo temblar los grupos de poder y de represión dentro de los propios sindicatos, para quitar a los mercenarios que ocupan las directivas. Que así sea.