NISSAN: trabajar más y cobrar menos

¿Referéndum o chantaje?

El 70% de la plantilla de la fábrica de Nissan en Barcelona ha terminado por aprobar en referéndum el plan de recortes salariales y laborales presentado por la multinacional japonesa: -congelación de salarios hasta 2014, -eliminación del complemento de antigüedad, -aumento de 10 a 15 los sábados de trabajo obligatorio, -40 horas más por trabajador, -eliminación de los dí­as libres por asuntos personales, -aumento del 6% en la productividad. ¿Qué ha ocurrido para que una mayorí­a de trabajadores hayan terminado por aceptar lo que rechazaban hace apenas dos meses? ¿Es un ejercicio de «responsabilidad» como dicen el ministro de Industria, el alcalde de Barcelona, el nuevo presidente de la Generalitat Artur Mas, y los sindicatos que han apoyado a la empresa, UGT y USOC? ¿O como dicen las secciones de CCOO y CGT en Nissan el resultado de un chantaje y la extorsión sobre los trabajadores?

Desde hace meses Nissan había colocado a los trabajadores entre los recortes o el cierre de la factoría, si la multinacional no concedía a la fábrica de Barcelona la fabricación del nuevo modelo de furgoneta “ick up” para el transporte de mercancías. Pero lograr un nuevo modelo sólo podía ser a costa de recortar las condiciones de trabajo al nivel de la factoría de Sudáfrica (el salario medio allí es de 400 euros, cuatro veces menos que en España).Trabajadores y sindicatos se han venido oponiendo este chantaje, exigiendo que se cumpliera el Plan Industrial firmado hace un año, con participación de la Generalitat que, como repite CCOO, ya incluía recortes salariales y flexibilización de la jornada laboral, además de un ERE que dejó en la calle a 1.680 trabajadores, e incluía también la llegada de un nuevo modelo a partir de 2010. Pero el alineamiento con las posiciones de Nissan del ministerio de Industria que dirige Miguel Sebastián, de la Generalitat de Artut Mas y antes Montilla, y de los dirigentes en la empresa de UGT y USOC han reforzado el chantaje y minado poco a poco la posición de los trabajadores. En vez de defender el Plan Industrial se han convertido ellos mismos en los principales agentes de la extorsión y la encerrona a los trabajadores para aceptar recortes por la fabricación del “pick up”. El propio ministerio de Industria y la Generalitat han ofrecido seguir concediendo ayudas a Nissan, facilitando ayudas directas y créditos blandos para cubrir gran parte de los 80 millones de euros que se habrían de invertir para la fabricación del nuevo modelo, ayudas condicionadas al SÍ en el referéndum.En los últimos cuatro años Nissan ha recibido de la Generalitat de Cataluña más de 40 millones de euros (6.600 millones de las antiguas pesetas). Sólo en 2010 el ministerio de Industria repartió entre las multinacionales del automóvil 141 millones de euros. ¿Y no son capaces de defender los intereses nacionales y de los trabajadores frente al chantaje de la multinacional?Convenios, legalizar el chantaje Lo ocurrido ahora en Nissan es una repetición de lo que ocurrido el año pasado en SEAT, donde los trabajadores también fueron sometidos al chantaje de tener que recortar sus salarios y condiciones laborales a cambio de la fabricación del Audi Q3. Y un adelanto de lo que se avecina. Mercedes ya anuncia que exigirá a sus trabajadores de Valladolid la renegociación de los salarios y la jornada laboral si quieren seguir garantizando carga de trabajo para la factoría.Los límites negociados en los convenios están rotos en el sector con la complicidad del gobierno central y los gobiernos autonómicos. Como dice un dirigente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles, ANFAC la patronal del automóvil, “Ya no habrá límites, cada nuevo modelo se negociará a partir de ahora de cero”. ¿Pero no es esto lo que está pidiendo la gran patronal CEOE y exigen el FMI y la UE para la reforma de la negociación colectiva? La reforma de los convenios que quieren negociar no es más que la legalización del sistema de chantaje que ya están aplicando en el sector del automóvil. Acabar en los hechos con la fuerza de la negociación colectiva para que cada empresa negocie sus propias condiciones a partir de cero. Para el capital monopolista no hay derechos adquiridos, ni límites a sus exigencias porque bajo la amenaza de la deslocalización, el cierre de fábricas o el despido masivo lo que buscan es rebajar cada vez más nuestras condiciones salariales y laborales al nivel de los países en desarrollo. Unidad y firmeza, el único camino La propia UGT de Cataluña, a la vista del atropello a los trabajadores ocurrido en Nissan y ante el futuro que abre, se ha visto obligada a explicar que “los términos del acuerdo con la empresa nipona no son extrapolables a cualquier otra empresa que esté en una situación complicada”. Según su secretario general en Cataluña, José María Alvarez, “No se puede generalizar este modelo de que para salir de la crisis se tenga que trabajar más para cobrar menos”.Aún no es tarde para cambiar una tendencia criminal para los intereses de los trabajadores, a pesar de las consecuencias de la posición mantenida por los dirigentes de UGT de Nissan. Para ello no bastan las declaraciones.Es preciso que las direcciones de los sindicatos adopten, desde la cúpula de los sindicatos hasta los responsables del último comité de empresa, una línea clara por la unidad y la firmeza.Una línea clara en toda España, en cada una de las Comunidades Autónomas y en todas las empresas.Unidad sindical a todos los niveles, nacional, autonómico, local y de empresa con todos los sindicatos. Como está demostrando la unidad del 100% de los sindicatos en Murcia contra el “tijeretazo” del gobierno autonómico, si hay unidad la respuesta de los trabajadores y el conjunto de los ciudadanos es unánime y amplísima.Y firmeza a la hora de hacer frente a las reformas (laboral, de las pensiones, negociación de los convenios) impuestas por los centros del poder imperialista para recortar los salarios, pensiones y derechos laborales.

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