Realidad y ficción de un lunes tenebroso

Los acontecimientos se precipitan, las convulsiones se aceleran, el saqueo se expande. Por primera vez, Italia -tercer paí­s por peso económico de la zona euro- se sitúa en el epicentro del terremoto. Y sus ondas de choque golpean con furia a España, cuya prima de riesgo se elevó ayer hasta los 340 puntos básicos, el nivel más alto jamás alcanzado desde la tormenta del sistema monetario europeo de 1994, cuando la devaluación de todas las monedas europeas frente al marco alemán creó las condiciones para el nacimiento, 5 años después, de una moneda única diseñada de acuerdo a las necesidades e intereses de Berlí­n.

Basta echar una ojeada a las editoriales y rincipales columnas de opinión de los grandes medios nacionales para situar la envergadura del asunto. “Europa vivió ayer una jornada dramática en los mercados cuyas consecuencias pueden ser imprevisibles (…) La irrupción con tanta fuerza de Italia entre los países castigados por su incierta evolución fiscal, y el efecto arrastre que tuvo sobre España, supone un salto cualitativo de enorme importancia.” (El Mundo) “Los mercados de deuda y las Bolsas mundiales vivieron ayer una jornada de infarto. El virus griego se extiende como una mancha de aceite por los países de la periferia europea. Italia tiembla y hace temblar al euro y a los países más débiles de la zona entre los que una vez más se encuentra España.” (ABC) “Ayer Europa vivió un lunes tenebroso. La prima de riesgo española alcanzó los 336 puntos básicos y la de Italia superó los 300 puntos. Es una situación insostenible a corto plazo para la solvencia española” (El País) “Grecia, Irlanda, Portugal… España, y ahora, Italia. Tiembla el puente entre Roma y Carolingia y ayer hubo en Bruselas una reunión de urgencia, porque Italia no es la disciplinada España, en la que suenan tres teléfonos en la Moncloa –aquí el presidente de los Estados Unidos, aquí el primer ministro de la República Popular China, aquí la canciller de Alemania– y al día siguiente, cambio de ruta.” (LA VANGUARDIA) “La tormenta perfecta que se venía formando en el mercado soberano europeo estalló ayer con una fuerza devastadora” (Cinco Días). “Caída libre. España e Italia viven un lunes negro” (El Periódico). “El punto de no retorno está más cerca para la economía española” (El Confidencial),…. No es necesario seguir. Pero lo que sí han seguido son los ataques. Al iniciarse la jornada de hoy, las bolsas de Milán y Madrid cedían en torno a un 4%, mientras la prima de riesgo de ambos países (la diferencia de los intereses que pagan respecto a los bonos alemanes) tocaban nuevos máximos históricos. Y sin embargo, pese a toda la histeria desatada en las bolsas y las alarmas rojas de los medios, todo esto no deja de ser, en realidad, más que una gran ficción. Sólo que es una ficción que se traduce en saqueo, empobrecimiento y penalidades para el 90% de la población que sufre los ataques. ¿Riesgos de la deuda pública de España, Italia o Grecia? Pero si apenas son, respectivamente, del 60,1, el 120 y el 146% de sus PIB. ¿Qué es eso comparado con los 100 billones de dólares de deuda que acumula realmente el gobierno estadounidense, según puso de manifiesto Bill Gross, gestor del fondo de inversión norteamericano PIMCO, el mayor del mundo especializado en la inversión en deuda pública? Ahí es donde está verdaderamente concentrado todo el riesgo del endeudamiento, ahí está en realidad el origen de todas las crisis y turbulencias. En ese insondable agujero negro de deuda de EEUU que alcanza ya un 689% de su PIB. 11 veces mayor –en relación al PIB– que la española. Los estadounidenses tendrían que trabajar gratis durante casi 7 años para poder pagar su deuda pública. A los españoles nos bastaría con poco más de 7 meses. ¿Dónde está el peligro para el sistema financiero mundial? ¿Quién acumula los mayores riesgos del endeudamiento? ¿Quién es el que de verdad no puede hacer frente al pago de sus deudas si no es expoliando al resto del mundo? Portugal tiene una deuda pública en relación a su PIB del 93%. La de EEUU multiplica esa proporción por 7,4 veces. Sin embargo, la agencia de calificación Moody’s rebaja de golpe cuatro escalones la deuda lusa, dejándola al nivel de los bonos basura, pero mantiene la calificación AAA (la máxima posible) para la norteamericana. ¿Qué es lo que pasa aquí entonces? Sencillamente, que mientras más se agudiza el declive norteamericano y más retrocede el peso de su economía en el mundo, incrementando sus necesidades de financiación y endeudamiento, mayor es su voracidad y mayores son los ataques y presiones que se ve obligado a hacer para someter al resto del planeta a lo que no puede considerarse sino como una extorsión en toda regla. Expolio y saqueo que sufrimos en particular los países más dependientes, los que estamos más sometidos a su órbita de dominio político, militar y económico. La jornada de ayer, según se hacían eco algunos medios por la noche, le habrá costado a la población española 40.000 millones de euros por la estratosférica subida de los tipos de interés de los bonos españoles a 10 años, los que sirven de referencia al conjunto de la deuda. 40.000 millones de euros cuyo grueso principal acabará, por distintas vías, en los centros financieros de Wall Street y que tendremos que pagar nosotros en forma de nuevas rebajas salariales y mayores subidas de impuestos. Éste, y no otro, es el origen y el centro de todas las turbulencias que sacuden a Europa. Aunque los medios de comunicación españoles y europeos, fieles vasallos y tributarios de las agencias de comunicación yanquis, se empeñen en ocultarlo.

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