El pasado fin de semana, Izquierda Unida celebraba en Madrid lo que ellos mismos han denominado como Asamblea de Refundación de la Izquierda. Asamblea dirigida a la «refundación del espacio político y social de la izquierda» para «salvar las conquistas sociales, reconstruir el anhelo de una Europa democrática y equitativa y aprestarnos a luchar y movilizar a la sociedad por una alternativa posible». Al margen del mayor o menor acierto de la idea de «refundación de la izquierda», lo más importante es sobre qué propuestas y contenidos debería hacerse.
Es imosible, dada la brevedad del espacio que disponemos, entrar, y hacerlo a fondo, en la multitud de análisis y propuestas que plantea el documento presentado a la Asamblea, titulado “Llamamiento a la izquierda”. Nuestros lectores interesados en ello pueden seguir el debate más ampliamente en nuestra publicación en la web (www.deverdaddigital.com) y en el próximo número de nuestra revista Chispas, donde dedicaremos un amplio apartado a estas cuestiones.Sí es necesario, sin embargo, tratar aun cuando sea brevemente dos cuestiones capitales, sin acertar en las cuales difícilmente podrá la izquierda comprender cuál es la situación actual y qué alternativas necesita nuestro pueblo para hacer frente con éxito al brutal proyecto de ajustes y recortes que quieren imponernos.Dos cuestiones capitales, pero que se resumen en una única pregunta: ¿quiénes son nuestros auténticos amigos, quiénes nuestros verdaderos enemigos?En primer lugar, como afirma el documento, “los poderosos quieren concentrar más capital y más poder” y “sabemos que la crisis tiene responsables, autores, rostros”. En efecto, así es. Conocemos desde Marx que el capitalismo sólo sale de las crisis destruyendo el capital sobrante y concentrando el resto a un nivel superior. Pero ¿quiénes son estos poderosos? ¿Quiénes los responsables, los autores, los rostros?Paradójicamente, la respuesta que se da a la cuestión contribuye a difuminar esos rostros, en lugar de ponerles nombres y apellidos. No es posible encontrar en el documento otros responsables que los especuladores, el FMI, el Banco Mundial y los gobiernos que actúan según el “dogma neoliberal” que predican aquellos. Conceptos abstractos, organismos multilaterales sin rostro definido, ¿son estos los enemigos a los que nos enfrentamos?Especuladores, FMI, BM o gobiernos no son más que los instrumentos a través de los cuáles actúan las burguesías monopolistas más poderosas, las grandes potencias imperialistas. Ellas son las que dictan las reglas a seguir, las que imponen recortes y ajustes, las que degradan a los países y saquean a los pueblos. No es en las bolsas mundiales o en la sede del FMI, sino en los centros de poder de Washington y de Berlín donde los encontramos.No es posible levantar una alternativa de lucha sin fijar con claridad a qué y a quién nos enfrentamos. Sin comprender previamente que asistimos a un ataque masivo contra los intereses del 90% de la población lanzado desde el exterior por Obama en Washington y Merkel en Berlín. Desde EEUU y Alemania, las dos grandes potencias con intereses de dominio sobre nosotros y que, con el estallido de la crisis, buscan acrecentar aún más ese dominio para aumentar el grado de saqueo sobre el 90% de la población. Sin fijar con claridad el blanco de nuestra lucha, ¿cómo podremos alcanzar ningún éxito?