La campaña de detenciones a los soldados israelíes de vacaciones fuera de Israel se extienda por todo mundo, y particularmente en Sudamérica. En Chile, Brasil y Argentina, la Justicia ha ordenado la detención de militares israelíes con las manos manchadas de sangre por sus crímenes en el genocidio de Gaza.
En Brasil, Yuval Vagdani, un soldado israelí que se encontraba de vacaciones tuvo que huir repentinamente del país después de que un juez brasileño -atendiendo a una demanda por interpuesta por la Fundación Hind Rajab- ordenara a la Policía que lo aprehendiera por su presunta responsabilidad en crímenes de guerra durante su servicio en la invasión de Gaza. La denuncia de esta ONG propalestina -que toma su nombre de la tristemente famosa Hind Rajab, una niña gazatí de 5 años que murió asesinada bajo fuego de tanques israelíes, cuando se encontraba en el coche de su familia en Gaza- se basa en videos, fotografías y datos de geolocalización que vinculan al soldado con estas actividades. Brasil, como signatario del Estatuto de Roma, tiene la obligación de investigar crímenes de guerra. El soldado israelí huyó a Argentina, pero la ONG ha presentado la misma demanda en este país, que también tiene la obligación legal de detenerlo.
No es el único caso. En Chile, un grupo de 620 abogados ha presentado una demanda contra el soldado israelí Saar Hirshorn, del Batallón 749, actualmente residente en este país. Se le acusa de genocidio, crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra en Gaza. La Fiscalía Centro Norte ya ha activado una investigación.
Borrachos de poder e impunidad mientras cometían sus atrocidades, los soldados israelíes son a menudo los autores de sus propias pruebas incriminatorias. En sus redes sociales, Saar Hirshorn había posteado videos celebrando la destrucción de edificios en Gaza, mientras su batallón fue denunciado ante la Corte Penal Internacional, donde entre los videos presentados como prueba aparece este militar participando activamente.
Chile, Argentina y Brasil, donde la lucha contra la impunidad de los delitos de lesa humanidad tiene una larga y fructífera trayectoria, se convierte de paraíso vacacional… en terreno inhóspito para los soldados israelíes.