Su objetivo es reducir un 25% nuestro salario

¿Puntada… sin hilo?

Su receta es rebajar un 25% los salarios. La gran banca y las principales burguesí­as mundiales pretenden -a través de diferentes ví­as, desde la ampliación de la edad de jubilación hasta la reducción de los sueldos, el recorte de las pensiones o la subida de impuestos- recortar drásticamente, al menos en una cuarta parte, nuestro salario real. Este es el objetivo final que persigue la brutal oleada de recortes que ha iniciado el gobierno de Zapatero.

Y durante esta última semana, hemos asistido a una ofensiva oligárquica. Todos los sectores de la clase dominante han lanzado el mismo mensaje: ¡Quieren más recortes! ¡Y los quieren más derisa!Si hace quince días fue Emilio Botín quien exigió públicamente “poner en marcha cuanto antes las reformas anunciadas sobre el sistema de pensiones y el mercado laboral”, ahora ha sido Francisco González, presidente del BBVA y cabeza visible del otro gran sector oligárquico, el que ha instado a “abordar con urgencia estos problemas”.Bajo la consigna de que “España no puede perder la credibilidad de los mercados que nos financian” -es decir, las exigencias del capital francoalemán, principales acreedores de los bancos y monopolios españoles”-, Francisco González ha exigido “un proceso creíble y sostenido de saneamiento de las finanzas públicas” -eufemismo para designar un draconiano plan de recortes-.Si la semana pasada, el presidente de la CEOE ponía sobre la mesa un contrato sin cotizaciones sociales -es decir, sin derecho a paro y sin cotizar para la pensión-, ahora el presidente de la comisión económica de la patronal aboga porque “cuanto más caigan los salarios, mayores son las posibilidades de crear empleo”.Por si quedaba alguna duda, el ministro alemán de Finanzas lanzaba a través del Financial Times, una nueva amenaza sobre las consecuencias de no llevar adelante los recortes que garanticen su cuota de explotación en España, advirtiendo de que “si un miembro de la zona euro no es capaz de consolidar su presupuesto o restaurar su competitividad, debería abandonar la Unión Monetaria”.Este es el corazón de su proyecto: quieren recortar un 25% nuestro salario real, y necesitan hacerlo con urgencia y a cualquier precio para garantizar su posición en la jerarquía financiera y monopolista mundial.Un episodio que ha pasado desapercibido para el gran público evidencia las agudas contradicciones que genera la ejecución de este brutal proyecto de recortes.Uno de los programas informativos estrella de Canal Plus -brazo digital del imperio PRISA- se ha utilizado este pasado fin de semana como plataforma para dar difusión a “El Maquiavelo de León”, un libro que supone una auténtica y demoledora andanada contra Zapatero. En él se retrata al actual presidente como “una persona desleal, sin principios, capaz de decir hoy una cosa y mañana justo la contraria con tal de perpetuarse en poder (…) y de pactar con quien sea, incluido el diablo para ganar votos”.Que el ABC o la COPE le hubieran dedicado espacios preferentes a este libro no sería nada anormal. Pero que lo haga el grupo PRISA, el histórico sostén mediático contra viento y marea de los gobiernos del PSOE, significa un cambio radical en el tratamiento que hasta ahora habían dispensado a Zapatero.¿Se trata de una simple anécdota sin significado político? ¿Es una puntada sin hilo que seguir? ¿O por el contrario es expresión de significativos movimientos en el seno de las fuerzas de clase que han respaldado a Zapatero?Sería ingenuo pensar que la difusión prestada a este libro es fruto de “la casualidad” o de la “iniciativa individual” de un periodista. Que PRISA -centro nodular del apoyo mediático a la línea encarnada por Zapatero- publique una andanada contra el inquilino de la Moncloa, es como si “El Alcazar”, un diario que era el portavoz más furibundo del régimen franquista, difundiera rumores insidiosos sobre la vida privada de Franco.Y cuando los centros del régimen se pronuncian de esta manera, están anunciando movimientos de primer rango en la batalla política. Cuando, inmediatamente después de la muerte de Stalin, el Pravda dejó caer en la sección de sociedad que a Beria le gustaban “las muchachas con los tobillos gordos”, estaba anunciando el XXº Congreso y la desestalinización.Lo que manifiesta este episodio es que, por primera vez, en uno de los núcleos oligárquicos más significativos que han respaldado a Zapatero, se están planteando abierta y públicamente si el actual presidente -cuyo grado de debilidad y desprestigio es cada vez mayor-, es el hombre más adecuado para llevar adelante su proyecto, es decir para reducir un 25% nuestro salario.Los diferentes sectores oligárquicos, y las fuerzas políticas que los representan, están tomando posición sobre cómo llevar adelante el plan de recortes. Están dirimiendo quien gana y quien pierde en el envite. Y quien carga con el elevadísimo coste político de ejecutarlo.Pero también se está decidiendo la correlación de fuerzas entre ellos y nosotros, entre la oligarquía y el pueblo. Que dependerá, en primer lugar, del grado de conciencia y organización que exista en el movimiento obrero y el conjunto de fuerzas populares.El centro de la batalla política es rebajar un 25% nuestro salario real, para que el Santander siga ganando 9.000 millones de euros.Pero nada está decidido. Y el desenlace no sólo depende de ellos, también de nosotros. La oposición del 90% de la población a los recortes es una fuerza brutal que puede paralizar sus proyectos.

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