SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

Principio de solución

(…) El problema de fondo es el coste de la ampliación de capital en Bankia. Según el plan del Gobierno, las exigencias de capital deberán ser cubiertas por la matriz BFA (con gran mayoría pública, probablemente hasta un 90%) en torno a un 45% y por el resto de los accionistas privados (en torno a un 55%) a través de suscripciones preferentes. Lo más probable es que una parte de los accionistas privados no acudan a esa suscripción, por lo cual BFA deberá cubrir esa ausencia de capital. Conviene concretar rápidamente la renovación de los equipos de gobierno y las necesidades de capital, con el fin de que no se acumulen dudas y recelos sobre la banca española.

A falta de las precisiones de detalle, el ministro aclaró al menos que el saneamiento del banco se hará con inyección directa de capital público. No era esta la posición inicial del Gobierno, a quien la cruda realidad ha obligado a desdecirse y abandonar el recurso a los bonos convertibles. Pero también es la solución más limpia, más transparente y también la que permitirá una actuación más eficaz sobre los balances. También una de las pocas (quizá la única) que puede resultar creíble para los mercados. Pero no debe olvidarse que puede resultar costosa, por encima de los 12.000 millones. Y esta circunstancia conduce a una reflexión política. Quizá el Gobierno español acabe viéndose en la obligación de requerir capital del Mecanismo Europeo de Estabilidad. No sería un desdoro.

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